Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de John Dunbar
Críticas 707
Críticas ordenadas por utilidad
7
15 de febrero de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Lejos de agotarse la fuente de los X-Men, forma un mundo aparte dentro de la casa Marvel con estructura episódica paralela a la del resto de superhéroes y cabida para albergar sus propios fans, no sin ser conscientes de que ésta 'Fénix Oscura' ha sido la menos rentable de todas las que conforman la ya numerosa saga.
Tras la irrupción de En Sabah Nur y el desastre causado, las aguas volvieron a su cauce, dejando el aspecto de que las cosas difícilmente podrían volver a ponerse enrevesadas. Nada más lejos. Años después, una llamada de auxilio hará que la paz mute en conflicto, dejando liberar un enorme poder nunca antes visto sobre una de las mutantes de la escuela de Xavier (el Profesor X, -James McAvoy-), la encantadora Jean Grey (Sophie Turner), quien será presa del conocimiento de su propio pasado reaccionando sobre éste negativamente y dejando paso a un nuevo y destructor álter ego conocido como Fénix Oscura. La tranquilidad entre los mutantes volverá a ser un frágil ave de paso, sembrando la discordia después de la amargura.
Pero un nuevo jugador irrumpirá en la escena, la pérfida Vuk (Jessica Chastain) venida del espacio exterior será quien tenga todas las claves que han puesto en jaque de nuevo a los mutantes y por extensión, al mundo. ¿Será el fragmento discordante una amenaza mayor que la real o servirá ésta última como acicate para la unión definitiva?

El tiempo dirá si aún hay rumbo en esta nave o termina finalmente llegando a su destino, después de un largo trayecto a través de numerosas secuelas y varios spin-off. La que por el momento es la última en llegar es tan grata como viene acostumbrando e incrementa un punto en emoción. Cierra con semblante que indica conclusión y también dejando una puerta que no sabemos si se terminará por abrir o permanecerá cerrada. Veremos.
John Dunbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
4
31 de enero de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
No soy seguidor de Lovecraft, como tampoco lo soy de Poe. Puede que menos puristas, prefiero a Richard Matheson o a King como ilustración de un mismo estilo y continuadores del mismo. Parece ser que Richard Stanley, el director, sí lo es; imagino por eso, que su conocimiento sobre la obra general del autor (Lovecraft), y más concretamente del relato en el que se basa esta adaptación ('El color del espacio exterior') será mucho más profuso. Por tanto, desde mi ignorancia, juzgaré en función de lo visto.
¿Qué es lo que he visto?, una esquizofrenia alucinógena completamente descontrolada; ideal para Cage. Tal vez, mi gusto más habitual por las cosas más tangibles me impida ser atrapado, como uno más, por ese color venido del espacio exterior en un meteorito. Solo algunas de las reacciones del mismo, cuando la ensoñación se difumina, permite ver que se esconde una realidad macabra con la que guardo más sintonía. Todo responde a una presentación que se ajusta a la medida de su actor protagonista, el mencionado Nicolas Cage, quien vuelve a encontrar el punto de locura adecuado para que su habitual sobreactuación se desvanezca en el devenir de la demencia colectiva o se acentúe, depende cómo se mire, porque en el fondo, puede que también fuera parcialmente víctima del colorido alucine y no discierna si lo que vi era realidad o fruto de mi imaginación.
John Dunbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
8
16 de diciembre de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Manga japonés llevado a la gran pantalla con gusto bizarro y mucho descaro. Teniendo vida propia, no puede evitar las comparaciones hacia 'Guerra Mundial Z' y hasta con el 'Terminator' de Cameron, que cambia los circuitos revestidos de titanio por un espécimen zombi tan particular que multiplica su énfasis come carne más que cualquiera jamás visto.
Partiendo de la premisa del cine zombi, la acción y la comedia hacen juego simultáneo en esta película en la que seguimos los pasos de Hideo Suzuki, dibujante manga que sueña con encontrar la llave del éxito por medio de su trabajo, cosa que no consigue siendo repudiado por ello por su novia. Suerte que para el perdedor de mentira la vida siempre le regala una oportunidad de oro, aunque de la forma en que nunca imaginaría, pero más que suficiente para convertir al fracasado en el líder que sin querer lleva dentro. Hideo comparte escenario con lo poco que queda sano y salvo del holocausto en la ciudad, dispuestos a ayudarse mutuamente y afrontar esta experiencia extrema hasta las últimas consecuencias (será que no queda más remedio).

Expresión hardcore de un género últimamente muy explotado, sonsacando el humor y la aventura generosa del patetismo como actor principal. Abundan el gore y la ironía con un acierto que hará que te sorprendas y no la olvides.
John Dunbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
16 de diciembre de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Sam Mendes vuelve al terreno belicista. Para '1917' construye una tortuosa travesía llena de minas a salvar por dos jóvenes soldados británicos.
Ya pronto, nos quiere meter en harina y sin tiempo para preámbulos, nos pone de lleno en la contienda con un principio delator y su largo plano secuencia que nos hace pasar al barro de las trincheras, un recorrido que supone ciertamente un augurio del que nada sospechamos que se convertirá en el contexto, por de pronto, seguro, en donde presto conocemos la identidad de los imberbes soldados. Como si el destino les comunicara, 'la guerra está ahí fuera, esta es vuestra hoja de ruta a partir de este mismo momento si estáis dispuestos a seguirla', se les encomienda una misión suicida que pondrá a prueba la valentía y la fe de ambos.
La salida a campo libre que el inicio del curso nos hace seguir, se manifiesta como metáfora para los soldados Schofield y Blake, quienes aún verdes al resguardo de la realidad, su trinchera será el parapeto que todos veremos cada vez más lejos. Sentirás la desprotección como tuya propia, como el polluelo que bate sus alas por primera vez lejos de su madre y su nido. Esta vez, los depredadores vendrán al vuelo y silbando, o simplemente, por un desgarro afilado cual mordisco, enemigos incesantes y siempre al acecho que a uno obligan a no detenerse porque, una vez iniciado el vuelo, ya no hay marcha atrás.

Para Mendes, solo existe el recorrido y el acto de supervivencia a través del mismo, la actitud que se aprende por el camino abrupto y del que no existe otra vía más que seguir adelante con final incierto y tembloroso. La mirada a un momento de la guerra, de la llamada Gran Guerra, como otro cualquiera, un seguimiento personalísimo ya aspectado en alguna otra ocasión semejante, que no repara más que en el portador del mensaje y su cometido, y mientras salvamos el pellejo como la diosa fortuna propone por más de una vez, encontrando amigos y enemigos por igual a lo largo del camino, deseamos que esta pesadilla acabe cuanto antes, por mi bien y el de los míos (o sea, mi bando) llegando a buen recaudo. Maldita la hora.

De ritmo trepidante vivido como por etapas de resistencia. Dolorosa y sufrida, su imagen del caos de la batalla es real y sin prerrogativa de gracia. Como ha de ser.
John Dunbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
16 de diciembre de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
El exorcismo de Emily Rose es uno de esos pocos exorcismos constatados por la Iglesia sobre cuyo desenlace recayeron responsabilidades penales, un señuelo de dimensiones poco excusables para ser contado, algo que en la práctica se ha convertido en un extraño contrasentido. La película bascula entre su parte terrorífica y su parte procesal y no termina de aferrarse con firmeza a ninguna de las dos. Muestra de ello es que el hilo conductor es Emily (Jennifer Carpenter), utilizada como un expositor de la verdad o la mentira para acabar siendo la abogada del caso Erin Bruner (Laura Linney), la auténtica protagonista de este anormal cruce de estilos.
Como el juicio termina por ganarle el terreno al hecho, todo acaba por afrontarse como un proceso en que cobran más vida los estigmas presentados por el sacerdote Moore (Tom Wilkinson) y los familiares de la pobre Emily, que aquellos que la mayoría persiguen tras su elocuente gancho publicitario. Una publicidad que termina siendo engañosa, dejando, después de todo, lo misterioso en manos de lo terrenal y dando a medias lo que parecía prometer para quien fuera buscando exorcizar demonios, terminando por dejar una insatisfacción a dos bandas.
Los flashbacks sobre los que recae todo el juicio son espeluznantes, es indudable. Sin embargo, e imagino que haciendo honor a la verdad, nada en torno a la figura de Emily Rose y lo que verdaderamente pasó con ella se llega a desvelar. Para los escépticos será esquizofrenia y para los devotos será posesión. La pregunta que se hace es ¿y tú que crees?
John Dunbar
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow