Por desgracia tanto la película como el mensaje que nos quiere transmitir siguen vigentes 50 años después.
Kubrick nos da una lección de como obtener los resultados que el pretende, en este caso un mensaje antimilitarista, sin caer en ningún tipo de sectarismo, no ofrece al malo estereotipado tipo general nazi, ya se sabe lo buenos que somos nosotros y lo malos que son los enemigos, el esquema básico del cine militar de su época. En este caso el señalado es el estamento militar inconsciente de las vidas que maneja y la estupidez con la que actúa en medio de la absurda locura que es una guerra.
Mención aparte a un gigantesco Kirk Douglas, la dirección impecable y un metraje corto pero mas que suficiente ya que no le falta nada a la historia.

Me es imposible no diseccionar una película tan radical, tanto por sus aciertos como por sus fallos.
Por un lado las buenas intenciones son evidentes, las interpretaciones portentosas y el tema a tratar normalmente es ignorado y está bien sacarlo a pasear de vez en cuando.
Por el otro la dirección es mas que torpe, la música irritante (ya es difícil que alguien se ponga a escuchar la música pero en este caso dan ganas de quitarle la voz a la televisión), y aunque políticamente uno pueda estar cerca del director, hay momentos en que el mensaje que nos quiere transmitir se pierde al ser tan partidario de sus personajes y no juzgarlos con la misma dureza que juzga a la sociedad que los margina.
Es cierto que uno siempre tiende a simpatizar con los mas débiles, pero algo mas que sentir autocompasión y abandonarse al alcohol pueden hacer los protagonistas.

Viaje de dos hermanos a las entrañas del infierno en vida. Tremenda historia, tremendas actuaciones, tremenda dirección, una sorpresa total que un abuelete como Lumet saque fuerzas de no se sabe donde y golpee al estomago del espectador con algo tan áspero.
Poco cine reciente consigue el nivel de tensión dramática a la que llega esta película, Mistic River, La vida de David Gale, Million Dollar Baby ... y la verdad que no se me ocurren muchas mas.
Una auténtica tragedia griega.

La jugada es curiosa, la película te pone un protagonista con un crimen horrible (desafortunado) en su haber, y te intenta hacer simpatizar con el (si eso es posible). Mientras tanto no aparece prácticamente ni un solo personaje que sea trigo limpio, un entorno diferente al habitual (Brujas) y un tono infantil en las discusiones y rabietas de los personajes que te hace reír mas de una vez.
El resultado final es bueno, entretenimiento gamberro made in europe.

Cansado está uno de ver 50000 veces la típica película en la cual uno no necesita ni encender el cerebro ante el huracán de tópicos y nulo respeto a la inteligencia del espectador. De repente, muy de vez en cuando, aparecen películas como esta que no te tratan como si fueras estúpido, la oferta es clara, algo fresco y alejado de los tópicos mas sobados. Un poco de comedia, un poco de drama y algo mas, reflexiones sobre la incomunicación, la soledad, la infelicidad, el amor puro...
Historias como esta, Entre copas, Algo en común y otras similares debería ser el camino a seguir.