Quizás Los vengadores 2 tenían la tarea difícil de superar la primera en todo, quizás lo consiguieron en acción, aún no he contado los minutos de acción de cada una, quizás en número de personajes y en presupuesto. Pero dudo que lo haga en recaudación, duración que es algo menos y en calidad. Whedon ha realizado una película muy satisfactoria y eso no lo voy a dudar, o quizás Whedon no hizo todo ya que no le dejaron hacer la película que él quería a causa de un montaje con muchos cortes y confuso pero no nos engañemos, ambas cintas de los héroes más poderosos de La Tierra tienen sus defectos y en su conjunto tienen los mismos matices de repetir fórmula aunque en cierto modo sea más oscura y profunda. El humor, la acción y el drama vuelven a estar presentes, el espectáculo y el ritmo están servidos para toda la familia. Para algunos ha superado con creces a su predecesora, en mi caso es inferior aunque al salir de la sala saliese extasiado hace quince días.
Al final llego a la conclusión de que aunque Quicksilver sea inferior al de los X-Men, que Viuda Negra me parezca cada vez más estúpida y Hulk un pelele, que la parte de Thor en Wakanda no esté bien explicada y que Ultrón no sea ese villano que tantos temían, logra satisfacer gracias a fichajes como Visión y Bruja escarlata, dos maravillas que suman muchos puntos a esta secuela y darán mucho juego y más diversión en la tercera entrega de Capitán América en menos de un año. Esa cinta será la clave de todo y quizás los Russo logren superar la espectacular Soldado de invierno. El niño que hay en mi interior dice que Era de Ultrón es una auténtica maravilla pero me remide bastante que haya errores más incongruentes que en la anterior y eso me duele aunque aun así quien haya disfrutado anteriormente con las cintas de este universo lo pasará en grande.
Una secuela que innegablemente no se puede quitar de la ecuación del UCM que con defectos como el romance de Banner y Romanoff y el problema del montaje con Thor aparte de las carencias argumentales en el inicio dejan una cinta con mucha trascendencia y sobretodo diversión. Notable blockbuster.

Puede que Tokyo Race sea la peor para la gran mayoría de los espectadores y fans de la saga A todo gas, puede que sea la más estúpida y diferente de todas, tanto que cambiasen el reparto entero en cierto modo antes de llegar a la tres siguientes que dieron un vuelco y tono de aire fresco increíble. Justin Lin llegó con un material a empezar para cambiar un poco lo visto en las dos anteriores, pasó de las carreras ilegales al drifting y pasamos de Toretto y O'Connor a un simple menor de edad echado para adelante que se va a Tokyo donde su padre es un tanto sinvergüenza sin por supuesto valorar a su madre. Un conjunto de tópicos presenta Justin Lin con un libreto de Chris Morgan apoyado por otros y la verdad es que visualmente y en el ámbito musical me parece la mejor de las tres primeras ya que las posteriores las veo como un punto de inflexión y aparte de estas otras. Lin llegó para quedarse temporalmente pero fue el que mejor conoció a los personajes ya que les dirigió hasta en cuatro ocasiones y aunque aquí fuera un novato supo asentar las bases del género, empezando de forma un tanto ridícula pero sin obviar el estilo cani engendrado por Rob Cohen seguido de Singleton. Black es un cara palo como era de esperar pero su personaje tampoco le hace mucha justicia aunque tengo que decir que hay escenas que me gustan bastante porque en vez de ser el chulo de turno resulta ser el fracasado, típico pero realmente divertido.
Tokyo Race no es una maravilla de hecho ni siquiera llega al nivel de la primera pero logra superar la ligera decepción de su predecesora 2 furious. No está Diesel momentáneamente ni nadie del reparto original pero logra ser una historia llevadera y entretenida con estupideces y fantasmadas pero sus virtudes que la hacen una cinta sin pena ni gloria realmente divertida.

Quizás he tardado demasiado en ver mi primera película de Paul Thomas Anderson y curiosamente esperaba que fuese Pozos de ambición pero aún sigo sin verla y finalmente Embriagado de amor era una de mis pocas pendientes de Sandler que me quedaba por ver y muchos decían que era su mejor película o estaba entre lo mejor y efectivamente me ha parecido una preciosa historia de amor con tintes inverosímiles de humor negro y por supuesto situaciones realmente divertidas a la vez que tristes. Logro identificarme con un Sandler triste, antisocial y marginado, un personaje con traumas que con situaciones y cosas surrealistas logra sobrellevar un personaje poco convencional, de hecho la película rompe con los parámetros de la historia romántica convencional ya sea por el uso de la música y la fotografía como por los elementos que adornan visualmente la película incluyendo los filtros azules y ese órgano que cuando terminé de ver la cinta no lo entendí y tuve que investigar. Adam Sandler logra una de sus mejores películas saliéndose de lo habitual en su filmografía, Anderson explotó lo mejor de sí y llevó un personaje memorable y realmente divertido, impagables sus momentos a lo Jim Carrey en Yo, yo mismo e Irene. Su química con Watson es muy palpable y hacen una historia de amor realmente creíble y atractiva. No es una cinta para todo tipo de público, de hecho es bastante limitada, lenta y puede llegar a aburrir si no entran en el juego y la atmósfera de la película. Es cine de autor, surrealista e inverosímil pero con mucha fuerza y carga emocional como para enamorar a un espectador poco exigente como un servidor. Notable.

Ya van catorce películas que llevo vistas de Woody Allen y me sigue pareciendo un buen director aunque claramente mejor guionista . La maldición del escorpión de Jade era una de mis pendientes que tanto revuelo había causado por uno de los que me la recomendaban y la verdad es que no me llamaba la atención pero tenía ganas de retomar el cine de Allen hasta llegar a cumplir ver toda su filmografía y la verdad es que me ha sorprendido, muy al nivel de lo establecido por Allen, la situaría en un término medio pero de calidad ya que prácticamente a excepción de tres películas, el resto son buenas, divertidas y originales como lo es esta en cierto modo. Sorprende mucho el papel de Woody y el ver a una joven Charlize Theron con el espíritu de Jessica Rabbit. Allen lo vuelve a hacer, buenos diálogos, situaciones realmente divertidas e hilarantes, y sobretodo escenas que enamoran como sus últimos cinco minutos donde se puede ver mejor la maestría de Allen. La banda sonora acompaña pero no brilla, quizás sea un factor a tener en cuenta en otros films. El guión sorprende, riéndose de algunos tópicos aunque algunos sea imposible evadirlos y aunque el final resulte convencional llama bastante como se soluciona de la manera más surrealista. Buen trabajo de Allen.

Estos papeles le vienen como anillo al dedo al señor Caine por lo que parece. No he visto sus cintas de acción/thriller que hacía antaño pero al ver que era una película producida por Matthew Vaughn no lo dudé y el cartel pintaba bastante bien. Tras terminar la cinta me encuentro reminiscencias del típico cine de venganza en especial de Harry el sucio y de Gran Torino. Si bien no lleva la calidad y majestuosidad de las dos cintas de Clint, si logra ser una película impactante por momentos, entretenida durante todo el metraje aunque no conlleve un ritmo frenético. Si hay que tener en cuenta que no es una cinta para lucimiento del actor sino que en vez de ponerle como un hombre inmortal con fantasmadas típicas del género, la cinta recalca que es un hombre mayor y que también puede salir herido en algunas ocasiones pese a que este tipo de historias siempre terminen igual. Daniel Barber realiza una buena cinta, con aires de Hooligans de Elijah Wood, también británica y con algunos compases del cine del IRA, de hecho hay referencias en algunos diálogos. La banda sonora no brilla al igual que la fotografía, quizás esos apartados los deja un poco de lado pero la cinta crea una atmósfera tan oscura y tenebrosa que cada minuto que pasa la tensión se intensifica por cada acto que pretende cometer el señor Caine. Hay algunas sorpresas en el guión aunque en el final se le vaya un poco de las manos al director cayendo en lo convencional.
En definitiva, Harry Brown es un buen thriller, intenso y oscuro, muy frío e infravalorado. Debería ser más conocida y por eso la recomendaré a todo el mundo que le guste este tipo de cine, porque es una joya escondida. Buena.