Es mucho pedir que se iguale a las clásicas entregas protagonizadas por los mejores Sean Connery y Roger Moore, pero mejorar la muy olvidable “The Living Daylight” si lo consigue y con creces.

La historia no es que sea gran cosa pero los personajes están mejor desarrollados (mención especial al villano Franz Sanchez y el sicario Dario excelentemente interpretados respectivamente por Robert Davi y un jovencísimo Benicio del Toro). Timothy Dalton me temo que jamás me va a convencer interpretando al agente británico pero no voy a negar que se desenvuelve mucho mejor en ésta película que en la anterior. Las escenas de acción son verdaderamente emocionantes destacando la espectacular persecución final.

No es el mejor Bond pero es lo que menos que se podía esperar teniendo en cuenta a su predecesora.

Flojísimo debut de Timothy Dalton en la saga que ni por asomo logra construir un personaje como lo hicieron los grandes Sean Connery y Roger Moore. Dalton se aleja bastante de la clásica imagen que hasta por momentos respetó George Lazenby en la pésima “On Her Majesty's Secret Service” y nos ofrece un Bond mediocre, vacío y con el carisma de una piedra. Amén de una inexpresiva y desganada interpretación.

Ni la historia ni los personajes secundarios se merecen mención alguna al lado de las otras películas. Con todo eso “The Living Daylights” se convierte en una de las entregas más prescindibles del agente británico. Muy olvidable.

Despedida a lo grande de Roger Moore con una aventura que si puede sonar muy vista y en el campo de historia no es nada fuera de lo común, pero de lejos supera a las previas Octopussy y For Your Eyes Only (lo que ya es decir en el caso de ésta última).

Christopher Walken y Grace Jones hacen excelentes personajes, no así la chica Bond de turno Tanya Roberts a quien le falta presencia y carisma. Roger Moore se desenvuelve muy bien y deja en el olvido sus desafortunadas intervenciones en previas entregas.

Hasta la música de Durán Duran le da un renovado estilo a la franquicia. Una de las mejores sin duda.

Es evidente el hecho de que Roger Moore se hacía viejo para el personaje; pero es que además ni la historia ni las secuencias de acción se pueden comparar con lo que ofreció anteriormente la saga.

A eso debemos añadir que se hace un poco pesada y que pocas escenas logran transmitir la emoción de antes consiguiendo uno de los Bond más irregulares y olvidables de la saga.

Una vez más asistimos a la típica comedia de Will Ferrell que si se diferencia del resto es únicamente en la historia ya que el actor repite su papel de subnormal y los gags y diálogos siguen siendo absurdos y tontos (en el buen sentido).

Sí te echas unas risas porque además produce Judd Apatow y se nota su toque en algunas escenas, pero en general uno piensa que Ferrell debería variar su registro porque cada vez hace menos gracia.

Para ver y olvidar.