Entre ficción y documental retrata muy bien el perfil de esos tres, cuatro, cinco personajes con los que acabas -y casi empiezas- empatizando. También se añade otro telefónico y emblemático que no hará su aparición hasta... pero no puedo decir más (vale la pena esperar). La arquitectura de Quebec, con lugares destacados o al menos sorprendentes, también tiene aquí su espacio así como las hipótesis en torno a los rayos gamma con sus más y con sus menos... Pero es, por encima de todo, una historia o más bien historias tiernas, que no desdeñan tampoco el uso de la violencia en algún momento dado o reflexiones sociales en cuanto al pertenecer.

Los distintos episodios se narran con sutileza y hasta incluso con humor formando un arco común en torno a esos jóvenes vulnerables e inocentes dentro de una adolescencia que podemos entender porque casi todos nos hemos enfrentado a las mismas o parecidas circunstancias e incertezas... Y medien o no los rayos gamma alrededor de ellos el lenguaje de la película resulta tan claro y accesible como bello y poético también.

Me llama la atención el hecho de que un director, para mí joven aún, haya escrito y dirigido esta película por el tono de acercamiento a las personas mayores aunque hay de todas las edades en ella. Y sólo por el episodio con Morón, en la solitaria barra de un bar -y que me recuerda al cuadro de Hopper- ya valdría la pena el verla... Pero siempre puedes escoger según tu idiosincrasia... Los actores están bien (quizás se exceden en el episodio de Civantos y Garrido pero más por el texto que por ellas) y me gusta ver como a Eduardo Blanco le sientan tan bien físicamente los años y hasta elija Castelldefels para renovarse... En cuanto a Emilio Gutiérrez Caba junto a Luisa Gavasa sólo necesitan de un baile para decírselo todo (a veces menos es más ;))

(Tiene también de bueno el que tú puedes rellenar los espacios que aparentemente faltan como en la vida misma)

O, también ‘Importancia de las cartas’ y aunque son dos expresiones aparentemente distintas el azar las ha querido juntar y así quedan por mi parte en esta introducción. La primera, del título, se refiere a la canción de Mocedades que ese empresario vasco (muy bien José Ramón Soroiz) al que van a asesinar, sintoniza en su coche cuando lo arranca y una sonrisa de satisfacción aparece en su rostro -gran poder terapéutico el de las canciones-. Y, la segunda, el texto de esa carta tan deseada y definitiva que Bittori (genial Elena Irureta) recibe del etarra Xose Mari.

No le va a la zaga en cuanto a interpretación Ane Gabarain como Miren, esa otra madre exacerbada. Y lo bueno de esta serie es que vas siguiendo con interés todos los diversos perfiles de sus personajes porque están muy bien definidos por su autor sobre el papel, Fernando Aramburu (sólo me chirría un poco el del cura pero más que nada es por aversión). Respecto al resto del elenco, tanto artístico como técnico, sólo cabe el felicitarles.

-Y epílogo marginal ahora, lo admito, pero es por la importancia mencionada de las cartas ya que hoy, a finales de abril del 2024, cuando escribo esto, tenemos nosotros como espectadores pero esta vez del país, la expectativa de la dimisión o no de nuestro presidente Sánchez… Los fantasmas de la oposición continúan o continuarán asediándolo pero ahí queda su carta, más o menos acertada pero desde mi punto de vista muy valiosa y respetable... Y que Dios reparta suertes ;)

Si sube una chica comiendo 'Toblerones' en tu taxi y encima es bonita y está nerviosa porque tiene que ir a un casting puede que esa carrera se convierta en algo más que llegar a ese destino... Y si ese destino oscila, como la mayoría de ellos -si es que realmente existen-, hacia otro desenlace, tú tendrás que esforzarte para tratar de cambiarlo poniendo todo de tu parte, ni que sea en portugués, por si puedes mejorar la ruta en la vida de esa chica... Por intentarlo que no quede. Y eso nos lleva honestamente y sin trampas al resultado final: un viaje a la realidad.

Ganó un Premio Goya en la edición de ese año y sus dos protagonistas lo interpretan con fuste. FA me pide que detalle un poco más los aspectos cinematográficos del cortometraje como si el ceñirme a la historia no resultara suficiente: pues está bien rodada, dentro de un vehículo, lo cual no es óbice para que se produzca un salto importante de tiempo dentro de él y nosotros lo encajemos con nitidez, gracias a unos 'Toblerones' también (francamente, el guionista y director del minifilm creo que agradecería mi modesta aportación sea más o menos técnica y/o aceptable pero hecha desde el respeto y la admiración; de hecho voy directamente a enviársela).

Es un bello documental con imágenes preciosas a lo largo de todos sus distintos escenarios sean de aquí o de allá y que nos transmite la experiencia de esos cuatro personajes, algunos presentes y otros evocados, en torno a la migración. Me ha fascinado en general el modo de explicarlo y su poesía narrativa en un vuelo de por libre pero explícito también y que honra la memoria de los que fueron y aún son. La cita introductoria de Eduardo Galeano, válida y eficaz como siempre, refleja muy bien su contenido al igual que la música de Pablo Drexler subrayándola con ritmo: "Mi casa está en la frontera"...Todo lo demás son pamplinas.