Parece como si esta película hubiese provocado una hipnosis colectiva que conduce a los que la han visto a considerarla una obra maestra del cine español o, qué coño, del cine mundial. Una nota altísima en Filmaffinity y nada menos que 7 Goyas en su momento. Y a mí que me parece una de las peores películas españolas que he visto jamás... No entiendo nada.

Empezando por su inverosímil guión de principio a fin, continuando por unas actuaciones más que discutibles (aunque buena parte de la culpa en esto la tiene el propio guión, forzando a los actores en escenas de auténtica vergüenza ajena) y terminando con su patético final, no hay por dónde coger esta cinta. Y el "Tarantino español" Díaz-Yanes... ¿Pero a quién coño se le ocurrió rebautizar así a un tio con gravísimas lagunas narrativas en el montaje de su película, con escenas supuestamente impactantes insertadas de golpe y resueltas de una forma chapucera y anticlimática total? ¿Y qué decir de su "sutilidad" a la hora de filmar las tentaciones de Victoria Abril por el alcohol? ¿Y esa banda sonora tan desagradable?

De verdad que no lo comprendo. MALA HASTA DECIR BASTA(RD).

¡Seguimos para bingo! El audiovisual español sigue ofreciendo respuesta a los grandes éxitos norteamericanos de los últimos años. ¡Que no se diga que en España no se hacen productos que miren a los ojos con valentía a cualquier foráneo! ¿Que triunfa True Detective? Pues nosotros sacamos "La isla mínima". ¿Orange is the new black? Ahí tenemos "Bis a bis" con Najwa Nimri en el talego de Playmobil. ¿Que no hay huevos para lanzarse al fantástico fusilando Stranger Things? ¡Pues claro que sí! ¿Cómo no va a funcionar entre los cuarentones de nuestro país una historia que mezcla imbatibles referentes generacionales como Los Goonies y Verano Azul con una investigación policial reminiscente al caso Alcásser, en pleno Levante español, y añadiéndole algunos puntos de fantasía y muchos "guiños" en forma de referencias culturales que no aportan NADA a la trama pero que colman la enfermiza cuota de nostalgia de los conformistas seguidores de estas series?

Pues eso es lo que tenemos en "Paraiso". Un batiburrillo capaz de desintegrar flora y píloro de los estómagos más curtidos en series de ficción españolas. Y encima la serie es ABURRIDÍSIMA, culpa de un guión deslavazado y casi diría que inexistente. Otro ejemplo más de la incompetencia de los guionistas de este país, auténticos profesionales de la venta de humo.

¡Que no os la cuelen! Si alguien busca fanta-terror español en serie, ahí teneis "Hay alguien ahí", una serie involuntariamente desternillante que se quedaba a medio camino entre "Poltergeist" y "Fuga de cerebros 3". Una mierda como un castillo, pero al menos con ella te descojonabas.

Thriller español "de culto" que fue la opera prima de su director José Antonio Zorrilla, cuya carrera cayó en picado tras ganar el premio Donostia de Nuevos Realizadores por este film.

Y es que "El arreglo" es una película muy floja, llena de defectos, en ocasiones rozando la vergüenza ajena, que superan con creces sus escasos momentos memorables. Zorrilla gestó un film tremendamente pretencioso aunque quizá deba reconocer que también valiente por querer introducir los códigos del cine "noir" americano en el casposo cine español de los años 80. El resultado, sin embargo, deja mucho que desear. Desde el montaje pedrestre (tan típico en el cine español de la época, lleno de cortes de plano inesperados y abruptos), pasando por la banda sonora (horripilante) hasta un guión al que le sobran situaciones que no aportan absolutamente nada (especialmente el romance de Poncela y Mestres además de, repito, no aportar nada a la historia, está trufado de escenas ridículas y que llevan a la carcajada) y que hacen que la película tenga una duración excesiva.

Cuesta encontrar aspectos positivos a esta película. Me quedaría con la actuación voluntariosa aunque algo exagerada de Eusebio Poncela, y el ambiente sórdido de los bajos fondos de la época. A nivel personal también me parece interesante ver películas que reflejaban la gris España de aquella época.

En definitiva, una mezcla de thriller y cine de acción tremendamente fallido. Zorrilla intentaría repetir este "éxito" en sus siguientes largometrajes, también dentro del género negro, con aún mucha menos suerte.

El que la hace la paga, y si hay que falsear pruebas, se falsean. La pena de muerte, el ojo por ojo. "Lo legal sólo me interesa cuando es justo", le suelta Tito Charles a un joven e idealista detective (Andrew Stevens) en mitad de una discusión. Y PUNTO. Otro peliculón más en el catálogo de Cannon Films. Cruce de thriller y slasher con asesino despelotado y de dudosa orientación sexual. Imprescindible en la filmografía de Charles Bronson.

"La casa de papel" ya tiene heredera. "La noche más larga" es un megapastiche de decenas y decenas de referencias a otras series y películas de acción que terminan por conformar una historia rebuscadísima que, visto lo visto, necesitaría de 6 o 7 temporadas más para resolver todos los enigmas planteados en ésta. Porque hay que aclarar que "La noche más larga" no es una miniserie, sino que simplemente se ha emitido la primera temporada de 6 episodios. Le auguro al menos una segunda temporada porque lo tiene todo para contentar a ese mismo público tan "exigente" de Netflix que ha encumbrado "La casa de papel" como éxito internacional.

"La noche más larga" cuenta con todos los ingredientes habituales del actual cine de acción español, tan aplaudido por crítica y público en los últimos tiempos, empezando por un guión absolutamente delirante y lleno de incoherencias, muchas de ellas ya citadas por otras reseñas. Esto no parece disgustar al espectador medio de Netflix. Es más, éste es un público que valora que, como es el caso, el guión sea cada vez más rebuscado e inverosímil episodio tras episodio mediante la acumulación de tramas absurdamente rocambolescas y giros de guión disparatados. Que la historia sea cada vez más indescifrable no parece ser problema para el fan más entregado mientras el guión ofrezca una retahíla constante de revelaciones disparatadas, escenas de acción increibles, dosis abundantes de violencia brutal y algo de gore fuera de plano. Y todo ello rematado por "tensos" cliffhangers al final de cada episodio que se resuelven ridículamente al poco de comenzar el siguiente capítulo.

Sumadle a todo esto un elenco actoral lamentable, especialmente los protagonistas Alberto Ammann, que no tiene estilo ni para correr pistola en mano ante la cámara, calcando su papel de "Celda 211" y Luis Callejo, un actor que siempre me ha parecido pésimo y que aquí construye un Hannibal Lecter de todo a 100 a base de poner una única cara mezcla de enajenado e intensito mirando al éter.

Eso sí, la serie cumple con todas las cuotas innegociables del audiovisual actual: presencia, aunque sea minoritaria y residual, de personajes negros, asiáticos y ¡hasta un transexual! cuya identidad sexual, una vez revelada al espectador, no aporta absolutamente nada a la trama, al menos en esta primera temporada. La serie podrá ser una auténtica mierda, pero al menos será inclusiva.

En definitiva, un producto que encantará a todo el que disfrutó con "La casa de papel" o sea poco exigente a la hora de evaluar lo que pasa ante sus ojos. Porque la coherencia y el sentido común no tienen cabida en este "drama carcelario".