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Bahamas · La Gran Depresión
Críticas de h e r m a n ô n e g r ö
22 de septiembre de 2009
12 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
De los primerísimos films del genio en el que Charlot entra en escena, esta vez como un timador que se casa con una rica heredera por conveniencia. A partid de aquí, el personaje creado por Chaplin sufre una evolución concreta, pasa de ser un vividor y ladrón a ser por lo que siempre será recordado, un vagabundo.
Después de actuar en esta película, Charlie se tuvo que dar cuenta de que él debía coger la manija en la dirección y como resultado nos brindó más adelante muchas obras maestras incuestionables.
La cinta que nos ocupa se caracteriza por un humor simple pero efectivo, patadas en el culo, caídas, tortas, etc, posee una relización técnica aceptable y cuenta en el reparto con el genio, que da un baño de interpretación a todo el que se le acerca en las escenas. Allí está él, ante todo un elenco de actores que sobreactúan, sobre todo Marie Dressler. Entiendo que su papel no se base en encantar al espectador pero llega a resultar verdaderamente repugnante.
Sobre todo se trata de una buena oportunidad de palpar el cambio de registro que sufre Charlot de este mismo momento en adelante y resulta una interesante opción de visionado ya que, obviamente, ver trabajar a uno de los más grandes del séptimo arte siempre es gratificante.
Después de actuar en esta película, Charlie se tuvo que dar cuenta de que él debía coger la manija en la dirección y como resultado nos brindó más adelante muchas obras maestras incuestionables.
La cinta que nos ocupa se caracteriza por un humor simple pero efectivo, patadas en el culo, caídas, tortas, etc, posee una relización técnica aceptable y cuenta en el reparto con el genio, que da un baño de interpretación a todo el que se le acerca en las escenas. Allí está él, ante todo un elenco de actores que sobreactúan, sobre todo Marie Dressler. Entiendo que su papel no se base en encantar al espectador pero llega a resultar verdaderamente repugnante.
Sobre todo se trata de una buena oportunidad de palpar el cambio de registro que sufre Charlot de este mismo momento en adelante y resulta una interesante opción de visionado ya que, obviamente, ver trabajar a uno de los más grandes del séptimo arte siempre es gratificante.
8 de octubre de 2009
24 de 37 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine puede ser prodigioso y hace que todo PAREZCA maravilloso. Por eso, I love you Hollywood, con joyas como esta nunca más volveré a mirar al pasado.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
Argylle: Agente secreto
31 de diciembre de 2009
19 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estoy descubriendo a Johnny, y por ahora Johnny me gusta. Una de sus primeras escenas es colosal. Mujeres con tetas como flanes suben las escaleras, para felicidad y regocijo del espectador. Con, por supuesto, disparidad de colores. Por ahí vamos bien, Johnny.
Por otra parte, dejando efímeras pasiones a un lado, se nos muestra la historia de Cosmo, un hombre atado a las apariencias, esclavo de su propia coraza. Regenta un cabaret que, si a simple vista parece decadente, le aporta bastante dinero y, a priori, una vida sin obstáculos. Quizá ese ambiente oscuro es el que invita a Cosmo a dar un paseo y a empezar a añadir sentido a su vida, sin quererlo.
Al principio he de resaltar que Johnny me agobió un poco. Rueda a base de planos cortos, demasiado cortos, pensé. Pero poco a poco te vas dando cuenta de lo que quiere mostrarnos, que no es otra cosa que la pasión y el coraje en cada escena, en cada cara, y esa calidez está presente durante toda la película. Es de agradecer una ambientación tan sobresaliente aunque comprendo, así mismo, que este tipo de films envejezcan mal. Personalmente me la suda, nunca fui a la moda, pero muchos se habrán echado hacia atrás o se habrán quedado a medio camino por culpa de este aspecto.
Y con poco más que decir y mucho que ver, recomendando esta gran cinta. Una explosión independiente que se agradece, toda ella una visión cruda de las calles, manteniendo un realismo atronador. Y todo esto aliñado con sabrosos pezones, cual rodajas de mortadela.
Por otra parte, dejando efímeras pasiones a un lado, se nos muestra la historia de Cosmo, un hombre atado a las apariencias, esclavo de su propia coraza. Regenta un cabaret que, si a simple vista parece decadente, le aporta bastante dinero y, a priori, una vida sin obstáculos. Quizá ese ambiente oscuro es el que invita a Cosmo a dar un paseo y a empezar a añadir sentido a su vida, sin quererlo.
Al principio he de resaltar que Johnny me agobió un poco. Rueda a base de planos cortos, demasiado cortos, pensé. Pero poco a poco te vas dando cuenta de lo que quiere mostrarnos, que no es otra cosa que la pasión y el coraje en cada escena, en cada cara, y esa calidez está presente durante toda la película. Es de agradecer una ambientación tan sobresaliente aunque comprendo, así mismo, que este tipo de films envejezcan mal. Personalmente me la suda, nunca fui a la moda, pero muchos se habrán echado hacia atrás o se habrán quedado a medio camino por culpa de este aspecto.
Y con poco más que decir y mucho que ver, recomendando esta gran cinta. Una explosión independiente que se agradece, toda ella una visión cruda de las calles, manteniendo un realismo atronador. Y todo esto aliñado con sabrosos pezones, cual rodajas de mortadela.
1 de septiembre de 2009
12 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
A los Reyes Magos del año que viene les pediré que a tito Filmaffinity se le ocurra añadir el cero a las puntuaciones porque pocas veces he visto alguna película que se lo mereciera más que ésta.
Yo, mientras, me seguiré cagando y meando en roscos como estos. A la tal Luna le tendrían que haber dicho que se sacara el guión del culo antes de empezar a rodar. ¿Dónde está la trama? Lo dicho, todavía subyace en el orificio anal de María Lidón.
Me acojona que a una tía tan mala le pongan todo un equipo detrás para filmar una película. ¿Dónde están sus habilidades? ¿Es que no paran de salir tontos/as que quieren ser directores? "Yo quiero ser director, quiero rodar una peli". ¡QUE TE DEN POR CULO, HOMBRE!
En fin, 90 minutazos, con sus correspondientes 60 segundazos de cada uno de ellos, dedicados a grabar a una niña corriendo de aquí para allá, ver al cara bizcocho Gallo o disfrutar de horripilantes y mortíferos efectos de cámara. Un mojón como el Carrefour de grande.
PD: Val, espero que por lo menos te la follases... y no llames trabajo a esto haz el favor, no me seas cabrón.
Yo, mientras, me seguiré cagando y meando en roscos como estos. A la tal Luna le tendrían que haber dicho que se sacara el guión del culo antes de empezar a rodar. ¿Dónde está la trama? Lo dicho, todavía subyace en el orificio anal de María Lidón.
Me acojona que a una tía tan mala le pongan todo un equipo detrás para filmar una película. ¿Dónde están sus habilidades? ¿Es que no paran de salir tontos/as que quieren ser directores? "Yo quiero ser director, quiero rodar una peli". ¡QUE TE DEN POR CULO, HOMBRE!
En fin, 90 minutazos, con sus correspondientes 60 segundazos de cada uno de ellos, dedicados a grabar a una niña corriendo de aquí para allá, ver al cara bizcocho Gallo o disfrutar de horripilantes y mortíferos efectos de cámara. Un mojón como el Carrefour de grande.
PD: Val, espero que por lo menos te la follases... y no llames trabajo a esto haz el favor, no me seas cabrón.
3 de agosto de 2011
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y sienta lo mismo que yo debajo del árbol.
Y crea, como yo, en aquel amor.
Y sienta el suave tacto de esa botella.
Y acaricie la hierba entre sus piernas.
Y vacile cuando le digo que le amo.
Y que se suelte el pelo y no piense en el futuro.
Y que sacie mi soledad con más soledad.
Y que haga que el mundo se derrumbe, pero de verdad.
Y crea, como yo, en aquel amor.
Y sienta el suave tacto de esa botella.
Y acaricie la hierba entre sus piernas.
Y vacile cuando le digo que le amo.
Y que se suelte el pelo y no piense en el futuro.
Y que sacie mi soledad con más soledad.
Y que haga que el mundo se derrumbe, pero de verdad.
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