De lo peor que te puede pasar con una película es que le veas el andamiaje y no te metas en lo que te está enseñando. Y otra cosa muy mala es ver una comedia o una sátira y que ni siquiera sonrías.

Todo aquello que vemos es demasiado obvio. La escalada del protagonista hacia un mundo nuevo donde las reglas comunes a la sociedad no se aplican carece no solo de sutileza sino también de atractivo. No hay una seducción hacia el mal porque la figura carismática que debiera atraerle no lo es. El primer discurso de presentación del líder carismático es bastante estúpido, no convencería a nadie. Es imposible que lo haga con un grupo de adultos por muchos problemas emocionales que tengan. Por demás sería imposible que un grupo de madres escucharan ese tipo de cosas y luego llevaran allí a sus hijos. A no ser que pertenecieran a un grupo de supremacistas o a una secta o algo similar. Pero es algo en lo que la película no se atreve a entrar.

Es una obra que puede gustar a una persona que no conozca en nada el mundo del deporte para así respaldar cualquier tipo de prejuicios disparatados que pueda tener. Se pueden hacer muchas y muy buenas críticas al deporte amateur y al profesional y también en específico al mundo de las artes marciales, ya las hay, esta no lo es.

Es una película que baila entre los tópicos, los absurdos y las obviedades y que ante todo es muy aburrida.

Como gamberrada apunta pero se queda corta. No hay gore, la acción está muy mal rodada, es una peli muy descafeinada. La dirección artística y los actores no están mal del todo, en el guión se apuntan cosas divertidas. Me han dado ganas de leer el cómic, tiene pinta de estar muy bien. La peli es sosica. Lastima.