Esta película ganadora de la Biznaga de Oro en el Festival de Cine de Málaga me dejó con un sabor agridulce. Si bien la historia esta muy bien planteada y su narración resulta muy coherente, las interpretaciones de varios de los actores no me dejaron demasiado satisfecho. Tampoco me gustó en demasía, ya que a pesar de que como ya he dicho la historia se plantea bien y con soltura, no acaba de llegarme. Si por algo salvo a esta película es porque llegado un momento, acercándonos al final de la cinta, se produce un evento que me sorprende y que cambia el carácter de la película por completo.

Se pasa un rato agradable y además, la cinta tiene hasta un trasfondo de los trascendental, puesto que te plantea el hecho de que más allá de la tragedia, puede haber un camino de luz.

El miércoles pasado y aprovechando el puente, se estrenó Iron Man en los cines de nuestro país en particular y de todo el mundo en general. Yo tenía bastantes ganas de verla, porque según había leído estaba alejada de adaptaciones como Daredevil, El Motorista Fantasma, Punisher o Los 4 Fantásticos, y tengo que decir que llevaban razón.

Ayer domingo fui a verla con varios amigos y me lo pasé bastante bien, entre otras cosas, porque esta película está mas cerca de Hulk (de Ang Lee) que de Spiderman (de Sam Raimi), con lo que ello conlleva. La película tiene humor, pero está realizada con una perspectiva adulta, es sobria, está bien rodada y narrada. Eso no quiere decir que no haya momentos de acción, que los hay, pero sobretodo priman los momentos dramáticos y cómicos, en los que un fantástico Robert Downey Jr. se sale con una interpretación realmente sorprendente. Su carisma es ante todo lo que sostiene la película, puesto que aunque Terrence Howard o Gwyneth Paltrow no lo hacen mal, desde luego no brillan nada. Jeff Bridges por su parte, se extralimita a hacer de némesis del protagonista, lo que le otorga poco margen para sorprendernos.

La historia nos cuenta el nacimiento de un nuevo superhéroe, como en otras tantas películas, pero en esta no se hace algo tedioso, al contrario, son estos momentos los mejores de la cinta, puesto que el final aunque espectacular esta falto de más emoción y sobretodo metraje.

Sorprendente como un actor de 43 años como Robert Downey Jr. ha protagonizado una de las mejores adaptaciones que he visto de un comic a la gran pantalla. Junto a la primera Superman de Donner, los Batman de Burton y Nolan y los X-Men de Bryan Singer, está película de Jon Favreau brilla con luz propia.

Perdí la ocasión de ver esta película cuando se estrenó en el Festival de Cine de Málaga, y tras unos años por fin he podido ver esta película que en su momento tuve muchas ganas de ver.

La verdad es que no me ha defraudado. Sabía que la película tendría sus límites y los tiene. La trama comienza fuerte con grandes momentos de suspense y algún toque de terror y luego se diluye en un drama de revisión histórica hasta llegar a la parte final, que es bastante interesante por su resolución.

Los actores no están mal. A destacar Elsa Pataky en su primer papel protagonista, ya que no lo hace nada mal. La fotografía, la banda sonora, vestuario y atrezzo son de primera, y sin duda es lo que más calidad aporta a la cinta.

No estamos ni de lejos ante una gran adaptación ni ante una gran película, estamos ante un pequeño largometraje que tiene pocos, pero algunos momentos de buen cine y que sobretodo entretiene.

Acabo de ver esta gran película y lo cierto es que tengo un sabor agridulce. Si bien el final de la película me ha parecido lleno de patetismo y un total acto cobarde a la hora de abordar un encuentro ansiado durante hora y media, el resto de la película me ha parecido soberbio, con una puesta en escena maravillosa, una fotografía como las de antes y unas interpretaciones, sobretodo la de Pierce Brosnan maravillosas. Una lástima que el final haga que una película que podriá ser increíble se quede simplemente en una buena cinta de western. Con un final adecuado, estaríamos hablando de una película al nivel de Open Range o 3:10 to Yuma, pero.... no es así.

Fue a ver esta película al Festival de Cine de Málaga y tengo que decir que me esperaba mucho más de una película con un plantel de actores tan importante y con un director que comienza su andadura por primera vez en solitario. Roger Gual nos narra una historia en la que dos generaciones llegan a un lugar para revivir recuerdos del pasado y tal vez para despedirse unos de otros. Tal vez los protagonistas creían antes de llegar al lugar de encuentro que sus vidas eran maravillosas, pero al llegar al lugar donde pasaron tanto tiempo en el pasado se dan cuenta de que ni el pasado fue glorioso y fantástico ni el presente que viven es la maravilla que esperaban.

Las interpretaciones la verdad es que resultan bastante buenas, sobretodo las de Juan Diego, Eusebio Poncela y Alex Brendemuhl, pero el final, otra vez, y como ya me pasara con Smooking Room, me destroza la película al completo, ya sea porque no sabe como acabarla o porque no le encuentro el sentido metafórico al plano final.

Esperaba más, pero tampoco esta tan mal.