Haz click aquí para copiar la URL
España España · Valencia
Críticas de A POSITIVAR
<< 1 6 7 8 10 27 >>
Críticas 131
Críticas ordenadas por utilidad
7
28 de enero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que, como pasa con Faemino y Cansado, o te gustan mucho o no te gustan absolutamente nada. Edmond —la película, no la persona— es uno de esos films que generan debate por la forma de plantearlo y por lo declamado de su discurso. No podía ser de otra manera, teniendo en cuenta que se trata de un guión de David Mamet basado en una obra de teatro suya; y el lenguaje teatral y los grandes monólogos puede que no gusten a todo el mundo a la vez que pueden parecer algo pretencioso. Aunque su idea central no es nada insólita, pues habla del hastío de una persona y de la necesidad de cambios y de novedad, sí lo es su forma de dialogarla y de enfrentarse al tema. Edmond —la persona, no la película— es un hombre de mediana edad; un periodo de la vida de las personas que la Wikipedia define como una etapa de cuestionamiento personal que coincide con la mitad de la edad que se tiene como expectativa de vida y donde, debido a una serie de transiciones experimentadas (envejecimiento, muerte de los padres, menopausia, etc.), pueden reflejarse cambios significativos en aspectos clave de la existencia de esas personas, como por ejemplo las relaciones personales, el matrimonio o el trabajo. Y la definición de la Wikipedia puede valer como sinopsis de Edmond —la película y la persona—.

Que el protagonista de la película sea el gran William H. Macy, el perdedor de Fargo o el gafe y hecho polvo de The Cooler, ya nos indica que a problemas no le va a ganar nadie. El porqué de todo empieza con la poco original asistencia de Edmond a una bruja, la cual ve en las cartas su futuro y su presente: “tú no eres de donde perteneces”. Un principio del cambio que se rematará con las quejas de su mujer con respecto a la rotura de una lámpara por parte de la criada. Y como se necesita poco para explotar cuando estás encendido internamente, el extraño Edmond deja a su mujer y se va de casa en cuestión de segundos para empezar su incesante caída a los infiernos.

Primera parada: un bar, cómo no. Y allí el hombre de mediana edad se encuentra con otro hombre de mediana edad que le explica que lo que le ocurre es que tiene los huevos llenos de amor y que debe satisfacer su apetito de placeres deshonestos. A partir de ahí empieza una walk movie a través de diferentes burdeles encaminado hacia un final espectacular. Pero antes debe regatear el precio de las prostitutas, lidiar y sufrir los envites de trileros, debatir con violentos proxenetas y filosofar sobre el racismo, la homofobia, la muerte y la vida mediante frases de autojustificación tan potentes como “En el mundo somos demasiados, por eso nos matamos”, “Vivimos en la niebla. Vivimos en un sueño” o la que resume sus inquietudes: “Todo miedo esconde un deseo”.

Un dato a destacar es que Edmond está dirigida por Stuart Gordon, realizador de películas como Re-Animator o la española Dagon: la secta del mar. Quizá era perfecto escoger a un director de películas de terror para contar esta historia tan terrorífica. A positivar al protagonista principal y dueño absoluto de todas las secuencias de la película: el inmenso William H. Macy.

www.apositivar.com
A POSITIVAR
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
28 de enero de 2013
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sinopsis de la Web oficial de Looper dice que en el año 2072 los asesinatos están terminantemente prohibidos. Lo que habría que decirles a los guionistas es que matar gente, aparte de ser un pecado importante de aquellos mandamientos de Moisés, nunca ha sido legal del todo. Aunque no tiene mucha importancia, pues es un dato en voz en off que no ocupa más de un par de minutos del prefacio del film. Bueno, sigo. En ese mismo año, en el que yo estaré a puntito de cumplir un siglo de vida, ya estarán inventados los viajes en el tiempo. Entonces la mafia —hay cosas que nunca cambiarán— se adueñarán de la maquinita y enviarán a sus objetivos al pasado, a 2042, donde unos sicarios llamados Loopers se encargarán de matarlos y deshacerse del cadáver. Eso sí, en el año 2042 los asesinatos no están tan mal vistos; y si veis la película, aunque siguen siendo ilegales, os daréis cuenta de la ley del talión que existe y de que hay más armas que en la casa de Charlton Heston. Los Loopers se dedican a disparar a personitas enmascaradas y amarradas de pies y manos, a cobrar dinerito fácil, a conducir buenos coches, a drogarse y a salir de fiesta. El único pero a tan buena vida es que hay un momento en que deben matar a su yo del futuro, cobrar una buena pasta y dejar de ser un Looper; es lo que se llama cerrar el bucle.

Resulta que la peliculita tiene un punto más de lo que yo esperaba. Aunque tiene elementos típicos de los films de traslados temporales, algún parecido a algunos episodios de la saga Terminator e incluso pude percibirle cierto mensaje filosófico tipo Blade Runner, lo que sí es original es la forma de contarlo. Se pueden extraer códigos cinematográficos de buen thriller y de cine negro; que ya utilizó el director (Rian Jonhson) en su ópera prima Brick; más tranquila que ésta y sin ciencia ficción, pero bastante interesante también. Incluso la idea de que cazador y víctima sean la misma persona tiene algo que, por lo menos a mí, no me suena visto.

Entremos en el párrafo de lo no tan bueno. Bruce Willis es Joe, el protagonista del futuro y Joseph Gordon-Levitt es también Joe pero con 30 años menos. Joseph, ayudado de un colmo de prótesis para parecerse a su yo mayor, se ha debido ver la filmografía completa de Bruce para repetir sus miradas, sus gestos y todo su talante al espetar frases contundentes, y como eso era mejor que hacer lo mismo con el señor Willis, le quita algo de realismo y de tranquilidad a la interpretación del protagonista de (500) días juntos. Además, me di cuenta de que si maquillas a Joseph Gordon-Levitt para que se parezca a Bruce Willis te sale algo parecido a Enrique Iglesias. Además de esta anécdota, hay una secuencia de acción algo excesiva para la manera en la que se desarrolla la película, donde el Joe del futuro pega más tiros que en todas las películas de La jungla de cristal juntas.

Looper es cine de palomitas muy bien hecho, sin historia de amor obligada (aunque sí de necesidad sexual), sin subtramas absurdas que te rompen la narración. Una película que, aunque lejos de convertirse en un referente, deja gotas de un interesante director al que hay que tener en cuenta. A positivar una magnífica y espectacular escena donde una víctima enviada al pasado para su eliminación consigue escapar y empieza, sin sangre, a mutilarse y a desmembrarse mientras fuera de plano su yo joven está siendo torturado; brutal.

www.apositivar.com
A POSITIVAR
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
13 de enero de 2015
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante y crítica obra. Una historia mínima que se va haciendo grande. Soy idealista y moderna. Trabajo ayudando a gente que lo necesita. Voy a ayudar a una joven prostituta que está todos los días en la carretera y voy a darle asilo en mi casa para que comparta el día a día conmigo, mi marido y con las visitas esporádicas de mi hijo. Pero ¿Y luego? ¿Soy buena gente?
A POSITIVAR
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
2
25 de enero de 2013
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hace muchos, muchos años, en una noche lejana y acompañado de un transistor que me ayudaba a conciliar el sueño, escuché un programa de radio donde los noctámbulos llamaban para contar en antena aquello que más rabia les producía. En esas estábamos cuando llamó un camionero desde su camión y comentó que a él le daba mucha rabia ir por la carretera de noche, ver un local con muchas luces, poner el intermitente para acceder y que luego no fuera un club de carretera —llamados también puticlubs— sino una fábrica de lámparas. Me senté en la cómoda silla de un cómodo cine, me puse mis gafas para disfrutar del 3D y me preparé para pasarlo bien con uno de lo estrenos del verano. Empezó la proyección y resultó ser una gigantesca fábrica de lámparas.

Un equipo de científicos, a bordo de una molona nave espacial (que paradojas de la vida parece muchísimo más moderna que la Nostromo de Alien), parte rumbo a un remoto planeta dispuesto a encontrar el origen de la vida en la tierra: puede ser que ni Adan y Eva ni la abiogénesis ni nada de eso, sino que seamos el trabajo de fin de curso de unos extraterrestres blanquitos y cachas.

¿Qué fue del octavo pasajero? ¿Dónde quedó la claustrofobia, el gato y las manchas de humedad en las naves? ¿Y los diálogos realistas de la ciencia ficción? ¿Y Sigourney Weaver y John Hurt? ¿Por qué no fuma nadie de la tripulación? Y lo más indignante de todo: ¿dónde está Alien?

Está bien rodada, no lo vamos a negar; es más, estando Ridley Scott detrás de la dirección, la puesta en escena es dinámica, con ritmo y, en algunas secuencias, hasta parece que te diviertas. El problema es que no hay nada nuevo que contar, los personajes son tópicos y la música no me acuerdo.

Pero como se trata de positivar, positivemos al personaje de Michael Fassbender que hace de una especie de replicante con inclinaciones de mayordomo y que, durante un escueto diálogo, podemos vislumbrar unas frases metafísicas y de descubrimiento que bien podrían estar basadas en Blade Runner. Aunque fue solamente una pequeña catarsis. Puede que haya vida en otros planetas, pero lo que es la peliculita está totalmente vacía.

www.apositivar.com
A POSITIVAR
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
21 de enero de 2015
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
(BOYHOOD) Lo que empezó como un “acto de fe” para el director, acabó convirtiéndose en una película monumental sobre el paso del tiempo. Una veracidad ficcionada, rodada durante doce años, que para A Positivar es la favorita, junto a Birdman, para los premios Oscar. Cientos de películas narran la vida de alguien a través de los años, pero sólo una los coexiste y los muestra de una forma tan auténtica, sin artificios y tan poco prepotente: Boyhood. Ya nos tenía acostumbrados —y muy bien— el señor Linklater a sus experimentos cinematográficos y a sus juegos temporales entre films, pero esta vez se ha salido de los cánones, de lo lógico y del maquillaje que envejece o rejuvenece. Una película así merece ser conocida y reconocida. Entre tantas nominadas, este año, cimentadas en historias verdaderas, ésta es la que me ha parecido más real, qué cosas.

www.apositivar.com
A POSITIVAR
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 6 7 8 10 27 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow