No sé muy bien porqué motivo tenía cierto interés en ver esta película desde que supe de su rodaje, pero ahora, pocas horas después de su visionado siento como si me hubieran estafado. Cuatro historias que por separado no están demasiado mal, pero que en conjunto forman un puzzle irrisorio, carente de sentido global.

Ni siquiera los actores o el aspecto visual se salvan, porque parece una historia que no se la cree nadie, con momentos que debieran ser emocionantes y no pasan de aburridos.

Otra cinta que veo con ganas y que me defrauda.

A diferencia de Franky 23, dudo mucho que esta película caiga en el olvido como el mismo dice, al igual que no cayó en el olvido El otro lado de la cama, por la sencilla razón de que es una película muy divertida que no te dejar respirar ni un segundo y que te hace reir hasta llorar. La he visto hoy en el Festival de Cine de Málaga, y os puedo asegurar que llevo yendo muchos años al cine y nunca había visto una cola tan larga para ver una película del Festival. Y no sólo eso, si no que durante todo el metraje de la película, toda la sala no ha parado de reírse ni una sola vez. Era espectacular ver como todos nos reíamos al unísono con dos actores que tienen una gracia innata y unas dotes para la comedia realmente increibles. Javier Cámara se come eso mismo, la cámara, y derrocha humor y provoca las risas por los cuatro costados, al igual que un fantástico Fernando Tejero y muy bien acompañados por una muy divertida Lola Dueñas y un resolutivo Benjamín Vicuña.

Mucho se crítica la comedia, cuando su principal cometido es hacerte pasar un buen rato, hacerte reir y sonreir, y os puedo asegurar que esta película lo consigue con creces. También se critica mucho el que algunos actores a lo mejor no cambien de registro y sean acusados de repetirse una y otra vez, pero os puedo asegurar que si Humphrey Bogart no hubiera sido Humphrey Bogart no se le recordaría.

Mi recomendación es clara, si queréis divertiros en el cine y no parar de reir, escoged esta película, no os arrepentiréis.

Acabo de ver la película en el Festival de Málaga y tengo que decir que he salido ahogado y maravillado a partes iguales. La película te mete en el papel de un hombre que llevaba una vida normal y que la noche a la mañana todo cambia cuando gana un concurso de televisión por el que recibe premios por un valor de 500 millones de las antiguas pesetas.

Lo que más destaca a priori en este película es su montaje dinámico y el hecho de que nos cuenten la película en primera persona y mediante flashbacks. Visualmente roza la perfección con planos muy elaborados, mucha diversidad en cuanto a angulaciones de cámara y una postproducción que tiene que haberse llevado la mayor parte del tiempo en cuanto a la elaboración de la película se refiere.

El director se nota que sabe lo que quiere obtener y bajo mi punto de vista, al final de la cinta peca un poco de prepotencia, pero se le perdona rápidamente en cuanto te pones a pensar en los maravillosos momentos que nos ha dejado a lo largo del metraje de la película.

Muy recomendable.

Ayer fuí a ver esta película al Festival de Cine de Málaga, la primera de una serie de largometrajes que voy a ir a ver y me sorprendió bastante por su temática, el fin del mundo, alejada de todo americanismo y por una historia cruda, cruel y desagradable que sucede horas antes de que un meteorito se estrelle contra el planeta Tierra.

El director hace gala de grandes capacidades técnicas, con gran montaje, buena iluminación y un sonido más que decente, pero a veces se olvida del ritmo. La película decae en algunos momentos, en una densidad tal, que puede llegar a aburrir bastante a alguién que no tenga interés en ver la película, y desengancha levemente al que estaba ilusionado por verla. Hay grandes momentos, pero estos, son absorbidos por las escenas más lentas y al final te dejar cierto amargor por haberse podido contar la historia con más dinamismo.

Los actores lo hacen bien, con un Victor Clavijo que cumple bastante con un personaje hastiado por un pasado que no le ha hecho mas que daño y que malvive como puede. Eduard Fernández es el otro actor que con su sola presencia siembra pánico, y con pocos gestos aterroriza. Es un gran actor que haga lo que haga, parece que lo hace bien, muy bien.

En definitiva una película que ténicamente está muy bien llevaba a cabo, con una historia que tiene una premisa interesante, pero que se desinfla conforme avanza el metraje por ese lastre que suponen unas escenas demasiado densas y lentas que hunden poco a poco el interés del público por seguir viendo la cinta.

Ante todo, lo que tiene esta película es un fantástico guión que asombra a propios y extraños. Es una película arriesgada donde no hay un hilo argumental, y que sobrevive gracias a los cachitos de historias muy diferentes de la que esta compuesta esta cinta. Hay historias mejores, historias peores, pero seguro que te consiguen sacar una carcajada en algún momento de la cinta.

Nancho Novo superior, como no, haciendo un papel fantástico. También destacar la graciosa escena donde aparece Mikel Erentxun o la de chica oriental y la del taxista gallego. Incluso aunque cuando baja de ritmo y parece que más va flojeando te sorprende con una historia entre una argentina y un alemán realmente cautivadora.