Hay que verla, las aberraciones físicas coleccionadas por el director apabullan. En general la historia es poco sofisticada, aunque hay ciertos momentos con cierta tensión dramática. No se valoró cuando se estrenó, aunque contenía una importante e impactante crítica social, y se valora ahora cuando ya no tiene ni tanta relevancia ni tanto impacto, quizás porque estemos ignorando las críticas sociales que nos deberían de estar impactando.

Uno llega a odiarse a si mismo cuando reflexiona sobre este filme. Josie es una persona honesta, sincera y leal que busca lo que todos de alguna forma buscamos, un poco de cariño y afecto, ni siquiera amor. Pero no lo encuentra porque a personas como nosotros nos importa mucho la apariencia. La pequeña invalidez de Josie y su aspecto de "límite" nos echa para atrás. De esa forma llegamos a identificarnos con algunos de los personajes que le rodean, o con partes de varios de ellos. Y no es que las personas que se relacionan con Josie sean muy crueles ni malvados, si no que no pueden superar la barrera que casi podríamos llamar de asco que les separa de él. La sentimos, la barrera, cuando nos incomoda como se lava, como come, en que condiciones vive. En ese momento sentimos que fracasamos no solo como humanos, si no también como animales. Ese creo que es el significado del caballo amigo de Josie.

El dueño de la gasolinera era compañero de Josie en el colegio, y en cierta manera ha hecho una obra de caridad dandole empleo y un lugar para vivir, pero no quiere tener una relación que no sea superficial con Josie, nos imaginamos que cuando habla sobre él con su familia empieza la frase con "El pobre Josie ...". La dependienta de la tienda le trata con cierto cariño pero cuando ella le abraza para consolarse en un momento de debilidad, se horroriza cuando Josie se lo toma como algo más. Hay un amigo en el pub que si es un poco cruel con él, y otros que también le utilizan como desahogo en momentos de debilidad. (sigue en spoiler)

Una película que duele en el alma y que nos hace pensar sobre nuestros prejuicios.

No voy a añadir mucho al conocimiento general ensalzando uno de los más grandes thrillers de la historia del cine. Por lo tanto, solo unos apuntes.

El uso de colores para transmitir emociones es fantástico. Novak siempre va de verde o gris, el restaurante donde se conocen y siguen su relación está decorado todo de rojo.

La música es maravillosa y Kim Novak absolutamente fabulosa. La tensión y el misterio se mantiene al máximo nivel hasta el desenlace final.

Midge (Barbara Bel Geddes –Miss Ellie en Dallas) esta enamorada del convaleciente Scottie, pero este solo tiene ojos para la mujer de Gavin, Madeline (Kim Novak), a la que tiene que vigilar, encargo que lleva a cabo con un afán enfermizo. Madeleine parece estar obsesionada por el pasado, hasta el punto de creerse la reencarnación de un antepasado que tuvo un final trágico (aunque sin tener conocimiento de ese antepasado –Carlotta Valdes). Scottie la persigue por todo San Francisco. (En el museo con el cuadro, en el cementerio de la misión, cuando cae al río y la salva). Entonces Madeleine le cuenta que tiene sueños de una misión con un campanario, y el la identifica con una misión antigua cerca de SF.

Dejando a un lado la tentación de compararla con la original de 1972, lo primero que hay que decir que el argumento en general, y sobre todo el tercer acto es distinto a aquella película. Y el dialogo es bueno, habiendo sido escrito por Harold Pinter.

La labor de Michael Caine es brillante, como siempre. He leído críticas que estiman que Jude Law sobreactúa. No lo pienso así. Hay que recordar que los dos personajes (que no los actores) están actuando durante toda la obra, e incluso al final uno se queda con la duda de si siguen actuando o no.

Buena dirección, buenos actores, diálogos brillante, ¿Que es pues lo que le falta a esta película? Yo diría que en parte muchos detalles que ponen en duda la credibilidad del argumento (ver spoilers), y en parte que al final lo único que queda de la película es un dialogo brillante entre un gran actor (Caine) y un buen actor, y eso no es suficiente.

Hay películas de los años 20 y 30 que me causan impacto, sobre todo el expresionismo alemán, sin embargo el neorrealismo no lo llego a comprender del todo. Me interesó esta pelicula como me interesan los documentales. Me parecieron fascinanes algunas de las escenas de Roma, las tomas de las casas de empeño de bicicletas y de sabanas (a lo mejor eran tiendas de segunda mano), la gente en las cafeterías, la tratoría, el estadio de fútbol. También la fotografía y la música me parecieron magníficas. Pero la historia no llego a emocionarme, no me creí del todo el sufrimiento ni la incapacidad absoluta del hombre ante el destino, la falta de espíritu de lucha, el fatalismo.