Grata sorpresa. Película diferente, de las que tienen mensaje, de las que aportan algo al género... de las que nos gusta ver y valorar. De las buenas, vaya.

Quizás no será la mejor del género, pero es capaz de dar un mensaje, y hacerlo de manera sumamente entretenida, con unos efectos muy logrados y en un formato novedoso. Bien dirigida y correctamente interpretada. Elementos más que suficientes para salir satisfecho del cine.

Sin embargo, la sensación es que se queda a las puertas de la obra maestra del género. Un par de fallos se lo impiden: el primero, formal. No se sabe muy bien por qué el formato "falso documental" cámara en mano va y viene (a veces se da a entender que hay un cámara y a veces se ve que eso es imposible). Otro punto dudoso para mí es que es demasiado pretenciosa en cuanto a mandar mensaje o moraleja. A veces la doble lectura es más efectiva cuanto más latente, no importaba ser tan explícito (tema apartheid, etc). Personalmente también creo que el guión es un poco justito, aunque brillantemente salvado por lo trepidante de los acontecimientos.

A pesar de estos lunares, tampoco puede decirse ni mucho menos que la película esté mal rodada, o quitarle méritos a la originalidad y efectividad del mensaje, muy logrado. Es que yo andaba buscando el sobresaliente. No lo he encontrado, por poco.

No sé dónde estará el límite. Pero A Serbian Film se ha quedado cerca, muy cerca. Me considero consumidor y defensor del cine, de todo tipo de cine. Del más palomitero al más oscuro. Por encima de todo soy defensor de la libertad de creación y por ello respeto, observo y luego opino sobre (casi) cualquier cosa.

Dicho esto, respeto "A Serbian Film", la observo, veo el trasfondo dramático o el mensaje que se nos quiere transmitir, y me pregunto si valía la pena echarle tantas toneladas de porquería, amoralidad, perversión, gore y sobre todo una escena que para mí sí ha sobrepasado el límite de lo exhibible en una sala de cine (y no por explícita). Y eso es la primera vez que me sucede. (No me sucedió con irreversible, ni con Holocausto Caníbal, ni con las Hostel y compañía).

Y cuando estoy a punto de acabar diciendo que es una película tan desagradable como prescindible, me doy cuenta que por críticas como la mía es por lo que me decidí a verla. Eso sí, estoy convencido que la historia del pasado y la realidad serbias puede ser incluso más conmovedora que contada así, con esta pseudo-metáfora perversa. Creo que aspira a remover corazones y no sólo estómagos.

Desde el momento en qué he entrado en la sala ya he sabido que esto no me iba a gustar. Craso error el meterme a una sesión de las 5 de la tarde en un lunes sin colegio. Efectivamente allí estaban ellos. La sala llena de adolescentes que por primera vez van al cine, con muy pocas ganas de ver la película y muchas de comentarla, lanzar palomitas e ir desfilando escaleras arriba y abajo. Hasta aquí fallo mío.

Pero desde luego no había muchas cosas mejores que hacer. Jim Carrey es el de siempre. Su interpretación en "Yes" no le hará perder adeptos pero tampoco va a ganar ninguno. Es la enésima película en la que da la sensación de ver al mismo personaje, que por otro lado sólo él es capaz de interpretar. Del resto poca cosa. El argumento es absurdo pero no gracioso... y no pasa casi nada. Y cuando pasa la cosa se empeora... y no da gracia. Zooey Deschanel está guapísima pero le han puesto una voz que no pega ni con cola. Y eso tampoco da gracia. Resumiendo, una comedia familiar muy mediocre y lejos, lejísimos de las excelentes "Dos tontos muy tontos", "Mentiroso compulsivo", "Yo, yo mismo e Irene"...

Entonces sentí gran admiración por esos chicos que ya sabían en que película meterse para hacer lo que querían hacer. Yo estaba en el lugar y hora equivocada. Que me sirva de lección.

(P.D. Lo de las traducciones de los títulos ya ha llegado a un absurdo tal que ahora incluso se esfuerzan en repetir un título que ya existe cuando no habia ninguna necesidad de hacerlo. En serio... ¿Quién coño se dedica a esto?)

Drama familiar de gran reparto y mejores interpretaciones. Joaquin Phoenix y Jenniffer Connelly protagonizan momentazos de Oscar en cada una de sus discusiones. Perfecto también el siempre solvente Mark Ruffalo en un papel complejo.

Por desgracia a las actuaciones no les acompaña el resto de apartados. La tensión argumental va apagándose como una llama, y aún nos quedamos esperando el fogonazo final, que aunque se intenta, no llega. Tampoco el guión mantiene la atención del espectador, que salvo en un par de escenas antes comentadas, puede perder el interés y aburrise antes de ver el previsible desenlace.

Por otro la lado, la película tiene "tics" de telefilme. No son creíbles tantas coincidencias. Un drama me gusta cuando me identifico con lo que cuenta o cuando empatizo con los protagonistas. Y en esto la película ya me chirría.

Sinceramente no he visto por ningún lado el gran cine negro y el buen guión que algunos han querido ver. Me parece que si le cambiamos la banderita de arriba por una estadounidense nos quedaríamos tan anchos y iría directamente a la pequeña pantalla.

Los protagonistas ya son de clase B de sus respectivos países, pero es que además están totalmente apáticos interpretando un guión que no se creen. Para colmo tienen menos química que el Fary y Madona. Además, a la que se intuye el fondo argumental (eso es más o menos a la media hora) la cosa pierde tanto interés (por surrealista) y se le va tanto de las manos a sus creadores que lo único que evita que deje de verla son las ganas que tengo de ver mi isla natal en el cine (por la cual se hace un recorrido turístico buenísmo, eso sí jeje)