Steve McQueen, absolutamente inexpresivo, soso, sin chispa. El argumento, falto de atractivo. Y el guión es tan ineficaz que consigue hacer que contando una historia tan simple queden infinidad de cabos sueltos. Imperdonable. Lo mejor, la música de Lalo Schifrin y la famosa persecución de coches. Pero Frank Bullitt no es Harry Callahan.

Robert De Niro muestra de nuevo su buen hacer tras las cámaras con la realización de este interesante trabajo meticulosamente filmado, quizá un poco ambiguo, a conciencia, por ser una historia de espías, pero con una magnífica puesta en escena, un montaje muy original y contando una historia que gana puntos a medida que avanza la película.

Su principal defecto, además de un metraje innecesariamente largo, es la poca claridad con la que arranca el film; la historia no queda bien definida hasta pasados casi cuarenta minutos. Eso sí, la última hora y media es francamente buena.

Excelente también el trabajo de Matt Damon en un personaje tan poco hablador como enigmático.

Pertenece a ese tipo de cine llamado "moderno" que en lugar de contar una historia como marcan los cánones ─con presentación, nudo y desenlace─, prefiere mostrarnos situaciones o escenas que después no se molestará en hilvanar como manda la narrativa. Y es una pena porque su personaje principal está muy bien trazado y daría mucho juego, pero prefirieron mostrar más que contar. Ni siquiera el final es un verdadero final. El montador brilla por su ausencia.

De forma aislada hay escenas con mucha fuerza. El conjunto, sin embargo, no tiene buena cimentación y es precisamente eso lo que le hace perder enteros. En cualquier caso, se disfruta bastante; no llegan a notarse mucho sus más de dos horas.

Lo mejor del film es, sin duda, el duelo a espada del final entre Stewart Granger y James Mason. Por lo demás, la película avanza sin pena ni gloria. Ideal para una tarde de domingo si no hay nada mejor que hacer. Pero incluso al aguerrido cinéfilo le costará llegar al final. Avisados quedan.

Es una lástima que un personaje de cómic tan atractivo como "The Punisher" haya tenido una versión cinematográfica tan desafortunada. Si es que estas cosas no deben dejarse en manos de debutantes...

Se trata de una adaptación torpe, muy blanda (extremadamente light; el Castigador era un tipo duro en los cómics) y con muchos de los clichés de las películas de acción baratas.

Para olvidar. No, Thomas Jane, no cuelas como El Castigador.