Si partimos que estamos ante una secuela, y que la primera película, ya era bastante pobre lo que nos ofrecía, sin duda ya lo decimos todo, que se haya producido una continuación, es porque ya se sabe que si una película durante el primer fin de semana alcanza x millones de dolares, pues se firma por todas las partes para comprometerse a hacer una segunda o tercera parte.
No importa la evolución de la trama o personajes, el que sea un terror bueno, es el impacto sólo de taquilla.
Se deja ver en cine.

Sin duda el género de la comedía es el más difícil de realizar, y aquí tenemos un ejemplo de una floja comedia,
arranca pequeñas risas con una gran voluntad de todos los actores.
Pero discreto guión y dirección, no se puede estirar donde ya no hay más.
Y es que a la comedia le va el ingenio, la ironía y no lo soez .
Para esas tardes tontas que miras en pantalla grande lo que sea.

En esta película dónde hay una mezcla de varios géneros, thriller, terror, al final no tienes sensación de que ha captado ese mínimo interés.
A veces el guión es previsible, interpretaciones correctas pero es un todo de película algo fallida.
Bueno se deja ver en una tarde de cine sin pretensiones.

Es una historia de un hombre que su profesión es liquidar pero no personas, sino bienes inmuebles.
Y aquí veremos , paralelamente su vida y de quienes por sus actuaciones son afectados.
Un reparto que destacamos todos los actores, con unas actuaciones sobrias en las expresiones a la vez que nos dan , todas las claves para poder entender esta bella historia.
Aton Egoyan dio un salto cualitativo con esta película

Una muy buena recreación y ambientación de la Segunda Guerra Mundial, con una trama que va aumentando en tensión y suspense.
Garantizado el interés en toda la película.
Buenas interpretaciones contenidas y en todo momento destacando el hilo argumental.
Todo ello bajo una muy correcta y perfecta dirección.