Conmovedora historia bélica, ambientada en la Segunda Guerra Mundial, en la que los actores hacen una performance notable, logrando arañar algo de humanidad de esa situación de barbarie y luto llamada guerra, de la que la Humanidad no ha aprendido a prescindir. Al final, el argumento se diluye ante la importancia y el dramatismo de tantas vidas mutiladas, de tanta sangre, de tanta estupidez. No es que sea una obra maestra, pero es imprescindible. Hay que abrir los ojos, y tomar conciencia. Guerra es desolación.

Si hubieran hecho solamente una película, pasaría por estúpida y entretenida. Pero hacer toda una saga, y obtener tanto bombo y platillo, es preocupante. ¿Qué clase de idiotas creen que somos los que vamos al cine? ¿Y creen que los jóvenes son tan descerebrados?

De nuevo Sandler en payasadas intrascendentes, encarnando un héroe (¿o antihéroe?) "de carne y hueso - versión 90's" (de ésos que lo dejan a uno hasta la coronilla) que, aunque inspira simpatía, no deja de ser patético. Sin embargo, puede uno entretenerse.

Comercialísima comedia, cercana a la estulticia en ocasiones, que hace reir de lo mismo ridícula que es. Grant hace un papel de hombre frágil y desubicado que, aparte de cautivar una que otra quinceañera, le resta puntos a la producción. Moore lo hace un poco mejor. Arnold y Cusack, intrascendentes. La payasada de Williams contribuye a la algarabía final de manera exitosa. En resumidas cuentas, otra de tantas comedias flojas de la posmodernidad, que haría llorar a Chaplin.

Excelente reparto, en especial Spacey, quien brilla con una actuación monumental. El argumento, original y ambicioso, encuentra una producción arrolladora, sólida, bien elaborada. Notable trabajo de cámara. Como si esto fuera poco, Singer consigue además hacer pensar al espectador, cosa que se agradece.