No considero "The Ring" como una película de terror, porque no sigue los cánones. Hay sustos sí, contados, pero efectivos, y un personaje, el "monstruo", en forma de fantasmagórica niña, con un fabuloso carisma, ¿por qué los niños son tan buenos como monstruos de este tipo de películas? (Cemeterio Viviente, El Exorcista, El Buen Hijo, La Profecia, La Huérfana, Los Inocentes...).

El principio es inmenso, gran uso de la cámara, con esos planos cortos, ese sonido perfectamente utilizado, nos mete muy rápido en el clímax y en lo que va a ser el metraje.

La protagonista, Naomi Watts, desempeña perfectamente su trabajo, con un gesto de continua angustia mezclado con ansiedad y curiosidad, está perfectamente en su papel. El resto también lo hace bien, desde el ex, hasta el hijo y el Sr. Morgan, un inquietante personaje.

La duración puede resultar algo larga, pero al ser una película que bebe del "Terror J" es comprensible, con sus escenas que parecen demasiado largas o que parece que sobran; considero que algunas de ellas son usadas para "relajar" la tensión del espectador y que no espere lo que se le viene encima.

Los efectos están logrados, desde la escena inicial, el vídeo maldito, Samara misma o la escena del ferry, no es ninguna chapuza, están bien montados y son muy realistas.

La ví en VO en un cine de París, estábamos 4 personas en la sala y lo de los últimos 15 minutos... de lo mejor que he visto en los últimos 25 años, mejora a la original en ese aspecto. Buena adaptación occidental de una buena película oriental

Es parte de la historia de las comedias.

Al Bundy era un chico con suerte: capitán del equipo de fútbol, llamado a ser leyenda universitaria y, posteriormente, profesional... hasta que Peggy se cruzó en su camino, una boda forzada y una vida... bueno, digamos que no es la que Al se esperaba. Muchos años después es un cínico borrachuzo, pobretón y nostálgico, sigue casado y tiene dos hijos y un perro, podría parecer la típica familia americana, pero no lo es.

Brutal parodia a la "american way of life", con personaje, Al, monumental, sobresaliente, impactante. Siempre le recordamos sentado en el sofá, con la mano en la entrepierna, cerveza, mando y cara de "pegadme un tiro, por favor".

Peggy, la esposa, no le va a la zaga, con su irritante voz, es un desastre de ama de casa, vaga, pedante y hortera, aunque en el fondo, hace buena pareja con Al.

Los hijos... la rubia tonta que, cuando quiere no lo es tanto y el pequeñajo listo que tiene en las mujeres su talón de Aquiles. Luego los vecinos, una pareja de recién casados que se van agriando gracias a Al y Peggy; más tarde, él desaparece y, en su lugar, se coloca Jefferson, un timador seductor.

Con una acidez corrosiva, 11 temporadas (se hace demasiado larga) de humor que inundo nuestros corazones, una melodía irrepetible y siempre el mismo final: Al está condenado a no ser feliz.

Si es la primera daban básicamente caña a "Top Gun", es el turno de "Rambo" en esta segunda parte.

Con un comienzo bestial, satirizando a Saddam Hussein, volvemos con varios antiguos personajes: Benson, ahora presidente (adorable) y "la chica" con una Valeria Golino cogiendo el gusto a esto de hacer el ganso.

Y, además, Charlie, físicamente brutal, mejor que en la primera parte, un Topper a 100% y personajes nuevos, los tres comandos de rescate, Michelle, el Coronel (otro que se lo debió pasar bomba) y un Sadam portentoso.

No está tan lograda como la primera, pero tiene puntos realmente muy muy buenos, Topper es una salvajada de personajes y cuando el tema decae, está Benson, un monumento al triunfador incompetente.

Las parodias se suceden: "Rambo", "Kickboxer", "La Dama y el Vagabundo", "Instinto Básico", "Terminator 2"... como en la primera, con bastante naturalidad y hay algunos golpes sutiles muy logrados.

Otra buena opción para reir una tarde de sábado, de ahí vino el declive del género bastante logrado.

Un refrito que es consumible sólo en Navidad.

La película versa sobre el amor, amor de muchos tipos, desde el primer amor de la niñez, hasta el amor que se ha ido para siempre, pasando por la amistad, el no correspondido y el traicionado.

Múltiples historias con personajes relacionados, un gran grupo de actores conocidos de la época: Hugh Grant, Liam Neeson o Colin Firth junto con otros que ahora son mucho más famosos que hace diez años, como son Martin Freeman y Andrew Lincoln, casi irreconocible.

Hay historias simpáticas, hay historias para reír e historias para llorar, un poco de todo. Todas tienen su importancia y su protagonismo en algún momento.

El guión es algo irregular, hay 20 minutos, más o menos, a la mitad del metraje que los considero algo aburridos, no aportan mucho y giran, sobre todo, en torno al personaje de Hugh Grant.

El plantel cumple su cometido con bastante solvencia, Colin Firth, Liam Neeson, Alan Rickman, Emma Thompson, Martin Freeman o Keira Nightley están cómodos en papeles que parecen hechos a su medida; destacando el tremendo trabajo de Bill Nighy, sin duda, el que se come la cámara cada vez que sale, haciendo de una especie de Mick Jagger - Iggy Pop venido a menos, pero que tiene una gracia natural con sólo aparecer y cuyas citas son inolvidables.

Me han gustado menos el sobreactuado Hugh Grant (es que su historia me parece inverosímil y forzada) y la de Laura Linney, que, además de triste, me parece poco creíble.

Aun y todo, se pasa un buen rato.

PD. Rowan Atkinson está "un poco de más".

Realismo.

Es el mejor adjetivo que puedo poner a esta película.

Realismo por sus personajes: El infeliz personaje del conserje, la alegre vecina del 5ºB, el extrañado novio de la chica, la amable mujer del 3º, la metomentodo niña del 5ªA que cree dominar la situación... Personas que todos conocemos o que podemos conocer

Realismo por sus acciones: No hay Indianas ni John Maclaines, es un portero, que, valiéndose de sus conocimientos, algunos adquiridos por experiencia, el odio, la psicopatía y otras veces, por la radio, actúa. Todo parece tan real y tan familiar... Pero el resto también lo hace como cualquiera de nosotros, confía o desconfía, no hay nada que se salga de lo común.

Y es lo que realmente asusta, que estas cosas pueden pasar, o están pasando. Que alguien cercano, en quien confías, es psicópata como César; en verdad te usa o eres su víctima y le sigues sonriendo cada mañana, pensando en que le haces feliz, cuando es todo lo contrario.

Tosar, después de "Te doy mis ojos" te odié, bueno, odié tu personaje. Hoy, gracias a tu actuación, aborrezco a César. Dormirás tranquilo, yo no.

Quizás una música más intensa hubiera ayudado, pero es la mejor película española en meses y de calle. Felicidades.