Haz click aquí para copiar la URL
Colombia Colombia · http://filmicas.com | Bogotá
Críticas de Luis F Ragua
<< 1 4 5 6 10 13 >>
Críticas 65
Críticas ordenadas por utilidad
6
25 de octubre de 2010
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el lanzamiento en EEUU de The Town, la segunda película de Ben Affleck, las críticas no podían ser mejores, muchos hablaron de que Affleck había encontrado su lugar en el cine en la silla del director e incluso algunos mencionaron posibilidades de nominaciones a los premios de la Academia. Confieso que entré a ver The Town con altas expectativas, y tal vez por eso (o seguramente porque en verdad lo sea) terminé encontrándome con una película de robos más, bien hecha, sí, pero nada excepcional.

La "town" de la que habla el título es Charlestown, un barrio en Boston en el que los asaltos y robos son el pan de cada día, y en el que, en una primera secuencia que nos instala de lleno en la trama del largometraje, un grupo de asaltantes, en un giro inesperado, terminará secuestrando por unos minutos a la gerente de un banco para usarla como rehén en caso de ser atrapados. El asunto no pasa a mayores y la mujer es liberada, pero los asaltantes deben asegurarse que ella no sepa nada sobre ellos, lo que desembocará en una relación entre uno de los asaltantes y la gerente (la misma de la que habla el título en Latinoamérica: Atracción peligrosa).

La película se mueve en dos terrenos, el de la acción, los robos, el dinero, y el de las relaciones de su protagonista (interpretado por el mismísimo director de la cinta) con la gerente, con su padre, con una drug-dealer/prostituta y con sus compañeros de crimen, que son sus únicos compañeros.

En el primero es necesario decir que las secuencias de acción, llenas de choques automovilísticos y ruidosos disparos, no alcanzan la calidad de las que hemos visto este año en películas como Salt y Kick Ass, donde la buena edición y el manejo de los cortes han permitido que se entienda lo que está sucediendo. The Town recurre a los ya familiares cortes rápidos y tomas desde múltiples ángulos que no logran más que confundir en vez de dar la sensación de rapidez que pretenden.

En cuanto a las historias del protagonista y sus relaciones con distintas personas, a veces puede parecer que se están intentando meter muchos personajes con complejos pasados en el relato, pero es un mal necesario para reforzar la motivación principal del personaje que interpreta Affleck: en últimas está buscando dejar atrás su pasado (ya ha estado sobrio por quién sabe cuántos meses, por ejemplo) pero está tan atado a él, a sus personas, a sus deudas, a sus favores, que parece imposible lograrlo.

(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Luis F Ragua
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
3
31 de julio de 2006
8 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si antes de ver la película sentiste el libro, la adaptación cinematográfica te parecerá una porquería. Es excesivamente lenta y está compuesta de cientos de pedacitos separados entre sí por "fades", pedacitos que si los unimos no nos da absolutamente nada. La película está compuesta de diferentes parches de todos los colores, todos lentos, insulsos, sin sentido. Se pierde por completo la esencia del libro y no produce sensaciones. No la vean, es realmente floja.
Y para los que piensen que es el reavivamiento del cine colombiano, están en lo cierto en cuanto a la forma (las técnicas, la iluminación, el sonido) mas no en cuanto al fondo.
Luis F Ragua
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
2 de noviembre de 2016
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
http://filmicas.com

En la Buenos Aires de los 70s, Francisco Sanctis desayuna con su familia, camina al trabajo, intenta conseguir un ascenso, termina su día laboral y regresa a casa. Podría haber sido un día rutinario, pero desde el comienzo de "La larga noche de Francisco Sanctis" sentimos que hay algo podrido en alguna parte y que es cuestión de esperar a que se destape.

Ese punto de quiebre sucede al caer la noche, la larga noche del título, cuando Sanctis recibe inesperadamente una información que parece no concernirle directamente. En una tensa escena dentro de un auto, el hombre se entera de que esa misma noche los militares se llevarán a dos personas, que se sumarán a la lista de desaparecidos por la dictadura militar argentina. Ahí está lo podrido.

De ahí en adelante, la cámara acompaña a Sanctis en una larga travesía nocturna por Buenos Aires en la que debe escoger cómo lidiar con esa información. Pero "La larga noche de Francisco Sanctis" no es una travesía cualquiera, y a veces parece que Sanctis camina más por los recovecos de su mente que por las calles de la ciudad. Y su mente es una mezcla de nostalgia, remordimientos, culpa y paranoia.

Los directores, Francisco Márquez y Andrea Testa, encuentran una manera de mostrar cómo, durante la dictadura argentina, la censura y la persecución había sido interiorizada por todos los ciudadanos, independientemente de sus ideas o acciones. La paranoia inflitraba cada uno de sus movimientos, destruyendo su libertad desde la raíz y alterando su percepción de la realidad. Puede que no haya agentes de la CIA en cada esquina, puede que no haya autos persiguiéndolo en cada calle, pero en los ojos de Sanctis, el mundo está contra él y sólo contra él.

Esta terrorífica atmósfera no sería lograda sin una gran destreza en la realización de la película. La ciudad está desierta y es oscura. Detrás de Sanctis, las personas aparecen anónimas, fuera de foco. La música es como un ronroneo casi imperceptible, dando la sensación de un desbalance en la realidad, una desconfianza en la imagen. El uso de "Un beso y una flor" de Nino Bravo evoca a los perseguidos, tanto los desaparecidos como los exiliados, y es un momento de aire fresco en un momento crucial de la historia.

Si "Son of Saul" le dio nueva vida hace un año al sub-género del Holocausto, con la visión íntima de un miembro de un Sonderkommando--un prisionero de un campo de concentración obligado a trabajar para los Nazis--, puede decirse que "La larga noche de Francisco Sanctis" hace lo mismo con el sub-género de la dictadura militar argentina, con la historia de otro hombre que, lanzado al fuego contra su voluntad, debe decidir actuar.

Breve, sobria pero nunca aburrida, "La larga noche de Francisco Sanctis" es una película realizada con firmeza, un impresionante debut y una de las mejores películas del año.
Luis F Ragua
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
25 de octubre de 2006
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
En medio de Rosario Tijeras, Sumas y Restas, El Rey y otras películas más con el mismo tema, esta película se destaca, primero, por su tema, segundo, por los personajes - especialmente el papá, es un personaje excelente -, tercero, por el guión, y, por último, por la puesta en escena. Todas las situaciones y los personajes confluyen para darnos una divertida y a la vez dramática historia de una excelente calidad y que es entretenimiento puro.
Luis F Ragua
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
La ciudad perdida
Documental
Chile2016
5,5
28
Documental, Intervenciones de: Rolf Schilling, Jonathan Leidich
4
27 de abril de 2016
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
http://filmicas.com

En un punto perdido en el extremo sur del continente americano existe una tierra que da inmortalidad y felicidad a quien la visite: la Ciudad de los Césares. Un lugar próspero y mítico que, como El Dorado o Paititi, tuvo su origen durante las expediciones de conquista en América del Sur y obtuvo su estatus de leyenda en virtud de la repetición y la obsesión de expedicionarios por encontrarla.

En “La ciudad perdida”, estrenada en el festival Visions du Réel en Suiza, el documentalista chileno Francisco Hervé baja a la Patagonia chilena para seguir a dos personajes—un extranjero que se asentó en la región desde hace años y un empresario. Pero no sólo la cámara sigue a los dos hombres. Escuchamos todo el tiempo una voz en off, interpretada por el actor Jaime Vadell (El Club), la voz de un guía (¿un fantasma?) que les habla directamente a los hombres desde sus mentes, la voz de alguien que salió de la Ciudad de los Césares y que ve en ellos una oportunidad para volver.

El documental se convierte entonces en un experimento que desdibuja la línea entre la ficción y la no-ficción, una exploración del medio en la que parecemos escuchar una voz en la mente de los personajes que los impulsa a buscar la ciudad perdida, aunque nunca podemos estar seguros de a dónde se dirigen realmente.

Aunque siempre es bienvenida la exploración en un género con tantas posibilidades narrativas y estéticas como el documental, no todas las exploraciones son aciertos, y al finalizar “La ciudad perdida” queda la sensación de que esta experimentación no ayudó a decir mucho acerca de los múltiples temas en los que se pudo haber indagado, pero que quedan sugeridos o superficialmente tratados.

Primero, el tema de los relatos, de cómo se pasan de generación en generación, cómo se transforman y se re-interpretan al variar las condiciones sociales en las que son contados. El cineasta juega con la concepción de la Ciudad de los Césares como un sitio real y como un sitio imaginado, e incluso como un estado alterado conciencia, cuando alguien menciona una pócima como la puerta de entrada al lugar.

El tema de la intervención del documentalista en su historia también es tangencialmente tratado. Por momentos queda la duda de si la voz en off es un personaje creado o si pretende ser la voz del mismo Hervé. En “Les glaneurs et la glaneuse” (Los espigadores y la espigadora), Agnès Varda se identifica con los recolectores que filma y se ve a sí misma como una recolectora de las historias, ideas y emociones de sus personajes para realizar su película. Cuando la voz en “La ciudad perdida” insiste con frustración en que sus personajes lo lleven a la ciudad perdida, quizás algunos escuchen la voz de Hervé, reconociendo cómo su posición como director implica “usar”, de cierta manera, como Varda, a estas personas para encontrar su “Ciudad Perdida”.

Finalmente, el tema del neocolonialismo económico, el ángulo más político de la historia. En una escena donde se escucha un fragmento radial, se esclarece la relevancia del mito de la Ciudad de los Césares en la actualidad. Si antes venían expediciones de colonos españoles a buscar y saquear una elusiva ciudad de oro, hoy esa ciudad es real, es la Patagonia chilena, y el oro no es oro sino agua. Llegan de nuevo los españoles, pero ahora disfrazados de empresa de energía chilena (Endesa, cuyos propietarios están en España). Y llegan para construir 5 represas que modificarían por completo la cara de la Patagonia. Las tensiones entre el desarrollo y la conservación del medio ambiente, entre el progreso y la tradición, ya habían preocupado antes a Hervé cuando en “El poder de la palabra” seguía a un grupo de vendedores ambulantes que buscaban su lugar tras la implementación del sistema de transporte masivo Transantiago en la capital chilena.

El hecho de que estos temas, cada uno complejo y rico en posibilidades de análisis y exploración, estén presentes en “La ciudad perdida”, no implica que el documental sea en sí temáticamente rico. Cualquier realidad social lo es. La mirada del documentalista es la que se encarga de explorar esta complejidad y dar su visión sobre la realidad.

En este sentido, “La ciudad perdida” se queda corta. Al final, ni hay una clara interpolación del cineasta en la historia, ni hay una revelación sobre los dos personajes que seguimos, ni hay mucho contenido acerca de la situación política y económica. En cambio, el documental cae en trampas como enunciar frases vacías como verdades (“todo tiene un sentido”, “la materia tiene emociones”, “los lugares te dicen cosas”) que, en vez de encontrar su justificación en el relato, remiten a una filosofía new age vacua.
Luis F Ragua
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 4 5 6 10 13 >>
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow