El ojo frío de la cámara de Bahman Ghobadi parece meternos en el invierno del kurdistán con imágenes poderosas y planos hipnóticos para narrar las presiones, el peso que carga Ayoub sobre sus espaldas siendo tan solo un niño al quedar huérfano e intentar ocuparse de sus hermanos y sobre todo de Madi, su hermano mayor que sufre de una severa discapacidad y necesita urgente una operación para prolongar su vida.
"La vida me esta envejeciendo, obligándome a vagar por las montañas y los valles, llevándome mas cerca de la muerte"...Cantan al principio de la película y esta frase se hace eco a lo largo de todo el metraje; porque la vida los está cansando, los está envejeciendo, les está haciendo cargar mas peso del que un caballo puede soportar pero que toda adversidad puede ser superada (o enfrentada al menos) desde el amor y la fuerza de voluntad que nace desde nuestros corazones hacia nuestros seres mas queridos.

Una 'Freaky' sin caniche emancipada de sus padres burgueses extraña a su novio... hipocondríaca, excesivamente tranquila (producto de alguna droga, quizás) dotada de una parsimonia y delicadeza en sus movimientos que ha llegado a irritarme encuentra un reemplazante del que supuestamente se enamora (aunque yo no vi amor en ninguna escena) y de eso va... Es una película híbrida y gris pero que funciona como ópera prima.

Hasta antes de ver la película, tenía en claro de que no me gustaba nada de lo que hace Fito Páez. Ahora, despúes de verla, nada ha cambiado. Quizás dentro de algunos (muchos) años le dé una oportunidad a su ópera prima "Vidas Cruzadas" para ver si cambio apenas un poquito mi opinión sobre este excéntrico músico devenido en cineasta. Realmente es una lástima que se haya desaprovechado un muy buen trio de actrices y un presupuesto envidiable en un guión que hace agua por todos lados y termina por hundirse completamente, la narración es muy desprolija y el humor... ni una escena me causó gracia. ¿Qué es lo que me llevó a ver esta película? aah, si! Julieta Cardinali... y la que mas se destaca es Romina Richi.

Theodoros Angelopoulos nos presenta un cansino ciclo de la vida. Un juego de contrastes y de recurrente circularidad, sobre la intangibilidad del tiempo, la importancia del amor, el valor de la amistad y la esperanza de encontrar en la finitud la eternidad a través de los recuerdos. El desarrollo lo encontré bastante irregular pero es innegable que hay calidad en varias secuencias, es para destacar el uso de los flash-backs como guiños cronológicos en los cuales Ganz es el mismo en apariencia tanto en el pasado como en el presente. Finalmente, la poética de la premisa es poderosa. Invita a la reflexión y a la introspectiva, nos lleva a pensar que carajo estamos haciendo de nuestra vida...
...porque la vida se va.

Allá por 1978, Argentina y Chile amagaron un conflicto armado por las delimitaciones geográficas en el canal de Beagle. La película relata la relación que se gesta entre los soldados de los dos bandos al quedar frente a frente sus trincheras sin tener claras las fronteras, es un film anti-bélico profundamente objetivo políticamente hablando lo que no lo deja avanzar mas allá de su simpatizidad. Es de destacar la fotografía y el fluir en la naturalidad de algunos diálogos; los modismos en el lenguaje, el compañerismo y los recelos que son distintivos en toda sociedad y no pueden dejarse de ocultar bajo uniformes militares sean del color que sean.
Según leí también existe un cortometraje hecho por un argentino llamado: "El Regalo de Zapura" que trata el mismo tema.