Grata sorpresa, hay sitio para series buenas en este país, de ahí mi casi asombro, en ese momento pensé que alguien por equivocación en la TVE metió la cinta equivocada, pero no, parece ser que los ocho capítulos de Malaka fluyeron frescos por las noches de los lunes en la pública. No es una serie fácil, y no tiene el reclamo de los rostros conocidos que se repiten una y otra vez y eso ya es la hostia, el acento y deje andaluz son de verdad (no irrisorios de pega como en Costa del Sol a la que Malaka le da mil vueltas) A veces se puede volver lenta y oscura, pero hay trama y actuaciones suficientemente buenas para que no decaiga el interés, impresionantes Salva Reina y Vicente Romero. Dentro del genero negro-policíaco-drama de personajes atormentados donde poco lugar hay para la alegría, en los bajos fondos del menudeo, la delincuencia y la corrupción eso funciona así y en esta serie no hay vendas en los ojos, la puta realidad.

Atraído por la sinopsis me resultó atractivo visionar una serie sobre mafia con sello rumano, y la verdad es que me sorprendió gratamente. Se puede hacer una serie aceptable, cruda, sucia y realista sin grandes medios, sin grandes alardes, pero con un halo a cine negro bien filmado, reflejando a la perfección esos bajos fondos de Bucarest, esas gentes rudas y emputecidas de los suburbios que intentan sobrevivir en lo que buenamente pueden, donde incluso los matones de la mafia están mal pagados, donde todo parece infelicidad y tedio. Otra visión distinta que no defraudara al seriefilo exigente.

Serie policíaca-apocalíptica aderezada con temas de actualidad: sectas, terrorismo, corrupción policial, secretos de estado, redes sociales, prensa.
Tengo que deciros que el primer capitulo me impactó, nada más terminar de verlo me quedé pensando en algo tremendamente interesante, allí se cocían cosas, dejaba entrever misterios y acción a una velocidad trepidante, me dejó como si hubiera corrido la milla urbana y quería más, la trama se podía tragar y quería seguir hasta ver el desenlace, pero los siguientes cinco capítulos flojean y mucho. La serie se va perdiendo por derroteros de los que le cuesta salir airoso. El pasado de los dos policías empieza a cobrar fuerza. El papel de malos de la película le corresponde al MI6 (Servicio de inteligencia militar Británico). Se pasean asesinos en serie por Londres. Todos esos giros y mezcolanza de tramas no sabes a donde te pueden llevar, llegas al último capitulo esperando que las dudas se disipen y te encasquetan un final simplón, apresurado y con infulas de pretencioso.
A pesar de todo, la serie se deja ver, notable interpretación de la pareja de protagonistas, no te da un respiro, no aburre, y si te gusta la acción aliñada de sangre te parecerá incluso buena, dista bastante de las series policíacas del estilo USA, y no se hace tediosa y lenta como otras novedades del estilo, ejem: Top of the Lake. así que podéis darle una oportunidad.

Cuánto más alto esta el listón más te van sorprendiendo series como Quarry, que aun siendo menor que Fargo o True Detective, te deja ese regusto a las buenas series del estilo, mata el gusanillo y te quedas con buenas sensaciones.
Hay un buen guión, excelente fotografía, acojonante banda sonora, buenas interpretaciones, trasfondo social, amor y muchos disparos, la trama gana fuerza en cuanto vas conociendo detalles y los ocho capítulos se te hacen cortos, tiene un principio y un final, no se necesita una segunda temporada ni se le espera por que nos ha dejado satisfechos así.
Son asesinos pero nos parece buena gente y todo mientras la aguja recorre los surcos del viejo soul bajo el pegajoso calor de Memphis.

Nos narran con pericia el ajetreado día a día del ilegal negocio de las apuestas, de un par de veteranos corredores venidos a menos. Comedia ligera y algo gamberrilla, sin complejidades, me entretuvo y me arranco alguna sonrisa, y ya es mucho para tanta serie de comediamilenial sosa y aburrida. El listón de la franquicia Chuck Lorre esta muy arriba y las exigencias no serán pocas, pero se nota que el padre de Big bag theory o El método Kominsky tiene claro lo que quiere hacer y lo que le gusta, que no es otra cosa que divertir. Se hace corta y el final augura más temporadas, aunque con el tipo de comedia que actualmente esta llevándose los aplausos lo dudo.