Haz click aquí para copiar la URL
Críticas de LibertyVallance
<< 1 2 3 4 5
Críticas 25
Críticas ordenadas por utilidad
9
12 de marzo de 2007
3 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si en "Banderas de nuestros padres" (especie de cara A de este impresionante díptico sobre la Batalla de Iwo Jima que ha construido Clint Eastwood) la cámara salía y regresaba de Japón a Estados Unidos para desvelar el poder de destrucción sobre la naturaleza humana que pueden ejercer tanto la guerra como el aparato propagandístico que la acompaña, en esta apabullante cara B Eastwood convierte su cámara en bísturi y disecciona sin contemplaciones las tripas de la bestia.

La cámara sólo se concede la tregua de un puñado de flashbacks -tan sintéticos como necesarios- para matizar algunos personajes. Pero incluso esas breves rupturas con el humo, las bombas y el presagio de la muerte que lo inunda todo, sirven para subrayar el dolor y horror que nos rodea y aumentan la potencia de fuego de una película que inadvertidamente, casi sin pretenderlo, golpea el alma de quien se mete en ella.

La cámara se demora antes de entrar en batalla, aunque cuando ésta llegue no rehuirá el combate: las balas, la sangre, la barbarie. (¡Guerra a la guerra¡). Antes, arrastra piedras, cava zanjas, construye trincheras (tumbas de sueños para los otros o para uno mismo). Acompaña esa brutal espera de la muerte que significa preparar la batalla .Cotidaneidad brutal de "héroes" que no han elegido serlo.

"Haga lo correcto". "Cumpla las órdenes". Desde Fort Apache nadie había filmado con exactitud tan brutal la contradicción del militar de carrera.Órdenes. Buenas, malas, desesperadas, arbitararias. Rivalidades. Miedos. Kamikazes frustrados. Héroes. Amistad y respeto. Sueños. La rutina de una guerra que es ésa pero podría ser cualquiera.

Y cuando ya casi nos hemos acostumbrado, explota toda la dinamita que el guión encerraba dentro y la cámara escupe su genial bombardeo de metralla moral y artística. De esa que imprime su huella en la retina largo tiempo.Genial ese asomarnos al espejo de uno mismo que a veces son los ojos de otro. El enemigo incluso. El descubrimiento de los soldados japoneses de que el prisionero estadounidense es también un ser humano. Con dolor, sangre, miedo...Y madre, como ellos.

Ellos. Todos. La carne de cañón de las guerras de los de siempre. Genial también como la cámara nos empuja de lo mejor del ser humano, esa bomba de solidaridad y humanidad que estalla en medio de tantas bombas que destrozan vidas y arrancan brazos y piernas, a lo peor: el hombre acostumbrado a las tinieblas. Abu Ghraib en Iwo Jima. La lucha por la supervivencia y su mayor expresión, el combate a vida o muerte, es la mejor taladradora de almas humanas que se conoce.

Genial, conmovedora, la magnífica contención de ese puñado de excelentes actores japoneses que, con hieratismo de teatro "NO", infunden vida y angustia a ese harakiri que el Emperador, la burguesía japonesa, el Estado Mayor y la madre que los parió a todos hacen con el corazón y las vísceras de "su" pueblo.
LibertyVallance
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
16 de febrero de 2007
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay demasiadas películas en "El Truco Final" y demasiada prisa en contarlas todas. Un thriller original y cautivador, por momentos brillante, pero tambièn un tanto forzado en algunos giros y en su resolución. La historia de una rivalidad (o mejor dicho, dos) convertidas en un odio sin límites ni vuelta atrás. Varias historias de amor, insuficientemente desarrolladas a mi modo de ver, que prometen más de lo que dan. E incluso una cierta voluntad de reflexión acerca de las posibilidades autodestructivas de la obsesión. La línea dramática que en mi opinión, con el argumento que el director tenía entre manos, podía resultar más fértil e innovadora y que , tambièn desde mi punto de vista, el producto final desaprovecha más.

Los actores están a buena altura. El duelo interpretativo entre Jackman y Bale tiene la dinamita necesaria para hacer creíble ese odio infinito que se abre como un abismo entre los dos. La presencia siempre impresionante (y carismática) de Caine, la belleza cautivadora de Scarlett Johansson y la mirada magnética de Piper Perabo actúan como excelentes condimentos aunque tal vez un tanto infrautilizados.

El guión, la puesta en escena y el ritmo de la película, todo está desarrollado en función de lograr enganchar al espectador a la trama central de la película y entretenernos durante dos horas. Desde ese punto de vista objetivo cumplido. Pero no puedo evitar pensar que con algo más de ambición y riesgo, y sin grandes cambios en el material humano y narrativo empleados, el resultado podría haber sido muy superior.

En el debe de la película algunas carencias que covierten en espectáculo y entretenimiento lo que podía haber sido arte con mayúsculas. El motor que empuja toda la acción (esa escalada de odio entre Bale y Jackman, su origen y puntos de inflexión) está desde mi punto de vista insuficientemente elaborado y desarrollado. Algo que lastra la historia y resta algo de fuerza y credibilidad al conjunto.

Junto a ello, como ya dijimos, el desarrollo dramático de la historia elige los caminos menos arriesgados y más evidentes y sólo se acerca de refilón , para rápidamente abandonar cualquier intención de exploración seria, al filón de la obsesión de ambos protagonistas por su arte, a su insana ambición por ser el mejor, a esa enfermiza carrera por el más difícil todavía en que se convierten sus vidas. Un camino menos explorado y seguro que podía haber abierto puertas inesperadas hasta para los mismos actores, guionistas y director.
LibertyVallance
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
6
12 de febrero de 2007
1 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El ilusionista" es una película que acaba siendo lo que cuenta. Los guionistas y el director no se complican demasiado la vida e intentan pisar terreno seguro, tomando los riesgos justos para conseguir que sea eficaz una película que basa su éxito en la sorpresa pero sin desviarse de un argumento y una realización marcados con precisión de producto comercial que tiene claro a qué juega.

La endeblez de los primeros minutos se supera fácilmente cuando dos pesos pesados de la talla de Burns y Giamatti entran en escena. Su (muy bueno) duelo interpretativo mantiene siempre la película a buen nivel y sostiene una trama con lagunas que , de otro modo, no sabemos si se derrumbaría. La belleza exótica, casi morbosa, de Jessica Biel añade condimento a la película. Un malo demasiado malo y previsible lastra la interpretación de Rufus Sewell. Sobra algo de hiel en este personaje y también algo de almíbar en la historia amorosa pero salvo en algunos momentos la películo no se resiente.

La cámara subraya con solidez lo necesario y oculta lo que no quiere que veamos disimulando bien sus juegos de manos y en el tramo final se acelera, empujada por un guión que intenta tal vez que tengamos el menor tiempo posible para reflexionar sobre la verdad de lo que nos cuenta.

Calculadamente, sin más riesgos ni piruetas de los que sus autores han considerado necesarios para lograr su objetivo, la película consigue lo que pretende: divertirnos durante dos horas y sorprendernos en su minuto final. Como en un correcto ejercicio de magia, el truco logra arrancar nuestro aplauso pero nos vamos de la sala sabiendo que no deja de ser un truco.
LibertyVallance
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
9
21 de febrero de 2007
5 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos excelentes películas en "El Laberinto del Fauno". Una impresionante, compleja, exacta, comprometida como pocas, denuncia acerca de la dictadura franquista, la barbarie fascista y la heroica lucha contra ella de aquellos que perdieron (perdimos) la revolución. Nosotros. Nuestros abuelos. La otra, un cautivador, magnífico, emocionante, cuento fantástico. Un sueño sobre los sueños, la necesidad de la la fantasía como refugio contra el horror fascista y su estela de sangre. También sobre el amor, el miedo, la soledad y esa necesidad (abosluta) de amistad que todos sentimos alguna vez. Pero sobre todo hay una tercera película, una obra maestra a mi modo de ver, que deslumbra por su capacidad para unir estos dos mundos y obras diferentes, por momentos opuestas, en algo superior que consigue que cada una necesite y explique a la otra, y da un sentido nuevo y superior a ambas.

El milagro del arte tiene como punto de partida el corazón. Pero sólo con eso no basta. Si el caudal desordenado de los sentimientos y la necesidad inexorable de expresarlos cinematográficamente no se ve domesticada por la razón, encauzada por el talento, tamizada por ese trabajo preciso, duro, enormemente complejo, que llamamos creación artística, el resultado puede ser precisamente lo contrario de lo que buscamos.

Del Toro y los que lo acompañan en esta impresionante aventura ganan por goleada su batalla tanto contra la mediocridad como contra el disparate. La cámara salta del horror fascista a ese mundo de duendes y faunos en que se sumerge la niña protagonista, sigue tanto a un saltamontes mágico como a esos seres sin alma que siegan vidas como quien da cuerda al reloj o se limpia los zapatos, sin que el pulso tiemble ni se desvíe la mirada.

Miradas. Todos los actores están impresionantes pero especial mención merecen una Maribel Verdú desbordante de matices, la debutante Ivana Baquero (sin su verdad sería difícil que la película funcionase como funciona) y un enorme Sergi López que, desde una contención e interiorización de su personaje estremecedoras, logra poner rostro a la mismísima barbarie.

Todos los hilos que tiran de la historia están perfectamente medidos y colocados en el guión y todos son movidos al ritmo y en el momento adecuados. La música, la puesta en escena, los efectos especiales, todo encaja y se supedita al objetivo central de que el corazón de la historia avance y se apodere de la pantalla. Hasta llegar a ese final magnífico, sin concesiones ni medias tintas; ni morales ni artísticas.

Desquite moral de tanta derrota y tanta hipocresía. "No pasarán" justo, hemoso, necesario, para un país al que algunos quieren hacer olvidar su pasado y, lo que es peor, no reconocer su presente ni luchar contra las amenazas futuras. Precisamente cuando el horror fascista, en España y en el mundo, vuelve a lucir sus máscaras más hipócritas y a levantar su voz. Su maldita voz hecha de sinrazón, miedo y sangre.
LibertyVallance
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
7
5 de marzo de 2007
0 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muccino cuenta con talento y buen tino la historia de Chris Gardner, un paria de la era Reagan que tras sufrimientos y penalidades sin fin logra convertirse en triunfador e incluso tener su propia empresa inversora en Wall Street.

La película empieza a funcionar desde un guión sabiamente construido, que acumula tensión, dolor y rabia sobre los protagonistas y el espectador sin subrayar nada más de la cuenta y dosificando sus golpes adecuadamente. Muccino sabe imprimir el ritmo y la puesta en escena que se necesita, y hasta la elección del niño que acompaña a Will Simth es buena, porque sin empalagar conmueve y sin adueñarse de la escena está presente. Mérito del director, del guionista y del propio Smith, que -con una interpretación que le permite desplegar muchos recursos- es el motor que da el empujón final a la historia y le permite volar.

Melodrama efectivo e inteligente, ni siquiera el Happy End anunciado por todos los que ya conocen la historia logra matar los sentimientos que lleva dentro. Desde el punto de vista ideológico y moral ya es otra historia, cada uno es dueño de su ilusión y tambièn de su escepticismo.

Caso real, a mi me suena irreal. Historia (bien) construida para emocionar, yo me alejo cuando ese cabronazo del pensamiento crítico decide sabotear la fábrica de sueños y sentimientos puesta en marcha por Muccino y no se deja arrastrar por la dinámica de una historia bien contada pero demasiado excepcional para ser representativa y demasiado bonita para ser verdad. Porque ¿Qué pasa con ese ejército de reserva de perdedores que acompaña a Chris Gardner en su peregrinación por las calles de San Francisco? ¿Porqué sentimos que Gardner no pertenece a ese mundo de perdedores y pobreza pero no sentimos que nadie, ni el más pobre, debe pertenecer a ese mundo en realidad?

Porque Gardner parece más un tipo con mala suerte que uno de esos millones de excluidos que la era Reagan, primer fuego artificial del capitalismo global supuestamente triunfante, arrojó al arroyo; y a los que Clinton dió papeles de periódico para que tuviesen algo menos de frío...Y a los que Bush ahora les mea encima.

Pero nada de eso se siente en esta búsqueda de la felicidad tan privada y particular. Y desde luego no hay una obligación de que se sienta. Es lo que pasa cuando se cuenta el (dudoso) éxito de pasar del arroyo al Olimpo de los explotadores.

Porque aunque Muccino nos cuente tan bien su excepción, resulta imposible no recordar la regla. Wall Street 5- New Deal 0. El verdadero rostro del capitalismo gana por goleada en la era de la globalización. Resultado: cada vez menos sueños entre millones de pesadillas (americanas y planetarias), y escritos con renglones más torcidos. Cada vez más extraños esos sueños, más excepcionales, más rebuscados, más cuestionables; menos convencidos de sí mismos.
LibertyVallance
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
<< 1 2 3 4 5
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow