Una película que pretende ser lo que no consigue. Ninguno de sus protagonistas llega a resultar creíble, y todo el rato van pasando cosas que no acaban de resultar convincentes. O sea, el guión hace aguas por todas partes, y los actores no alcanzan a componer ningún personaje con verdadero gancho y consistencia. Deja con un sentimiento de insatisfacción, y de que uno ha malgastado un tiempo que habría valido más la pena invertir en otra película diferente.

Así como District 9 era una película original, corrosiva, con nervio y garra, que destacaba notablemente por encima de la media, Chappie es un entretenimiento infumable para preadolescentes poco exigentes el sábado por la tarde. No perdáis dos horas de vuestra preciosa vida tratando de encontrar algo valioso en esta cutrez de película. Los personajes no tienen ninguna credibilidad ni enjundia, la historia ninguna verosimilitud, la sensiblería que pretende despertar usa recursos que ofenden a la inteligencia y todo es una colección de sinsentidos y tópicos. Difícilmente se podía caer más bajo. Los robots se los han currado, es lo único positivo que se me ocurre decir. Una pena.

Me encanta su ritmo pausado como de ópera, me encanta el casting y las interpretaciones, me encanta la música, también la sobriedad de las tramas, pero lo que encuentro magistral en esta serie es la concepción del espacio y de la puesta en escena, especialmente los ambientes interiores, su arquitectura, las iluminaciones a través de celosías, su calidad artística es destacable y constantemente cada encuadre es un placer estético. Me parece una producción notable.

Una película sobre estafadores con un guión complejo e ingenioso lleno de giros, que funciona bastante bien en general. El final no me convence demasiado, pienso que le resta fuerza a la historia. Los actores hacen unas buenas interpretaciones con un casting muy acertado. El protagonista tiene fuerza y magnetismo y la relación con su compinche, de amor-odio a la vez, está bien reflejada. La película consigue mantener la frescura, resultar verosímil y mantener el interés del espectador, y resulta rica en situaciones y transiciones. Me ha gustado.

Me puse a mirar esta película al ver que era de Shyamalan, un director del cual hubo varias películas que me gustaron (Señales, El bosque, La joven del agua...) hasta que topé con "El incidente" que me pareció infumable. Desde entonces no me había tropezado con ninguna otra película suya. La película me ha parecido correcta en el plano del entretenimiento con pretensiones de "mensaje" (el "mensaje" en sí es interesante, enlaza con el "mindfulness" o con "el poder del ahora", para quien se interese por técnicas de evolución de la conciencia). El diseño de producción me parece que está bien y la acción se va desarrollando manteniendo el interés hasta el final. Las actuaciones diría que son justitas pero pasables. Ahora, lo que me parece un error garrafal es el tema de los bicharracos que huelen el miedo de los humanos, resulta que parece que la única salvación sea ser capaz de no sentir miedo situándose plenamente en el momento presente, cosa que sólo sabe hacer el papá, Pero resulta que metiéndose en una semiesfera de plástico? sí que es posible hacerse invisible para el bicharraco. Pues entonces (lo he leído en alguna otra crítica), en una civilización tan avanzada ¿cómo narices no han creado un tipo de traje que bloquee el acceso de las feromonas esas al exterior y te haga invisible para el bicho? Esto es un fallo de guión garrafal. Otro fallo es la historia con el aguilucho, que confunde al nene con un polluelo, mientras vuela a 200 por hora, lo encuentro altamente improbable. No se qué diría un especialista en conducta animal, pero me lo puedo imaginar. En fin, a lo dicho, una película futurista cuando menos interesante y bien realizada, donde flojea el guión y las actuaciones de los protas básicamente.