Con todos mis respetos hacia los que opinen otra cosa, esta película me pareció realmente muy floja. En mi opinión el director ha tratado de imitar el gancho de "Tomates verdes fritos", una de mis películas favoritas y también una pequeña joya. Se nota hasta en el escabroso detalle de la tarta. Sin embargo donde esta última cinta conseguía emocionar con unos personajes tan vivos que se salían de la pantalla, una interpretación perfecta sin excepciones y una historia excelente y muy bien hilada, "Criadas y señoras" sólo tiene que ofrecer un guión manido basado en contraponer unas señoras blancas malísimas y medio tontas a unas criadas negras dotadas todas ellas de la sabiduría de Salomón. Se salvan los actores, pero a pesar de todos sus esfuerzos nada consigue rescatar del naufragio una película tan poco honesta como esta, donde hasta el vestuario parece fingido.

A pesar de ser una auténtica maravilla visual, en mi opinión esta cinta tiene poco que ver con Tintín y decepcionará a la mayor parte de sus admiradores. Reflejar en el cine la magia de unos libros que han fascinado a generaciones de niños y adultos es una tarea casi imposible, según creo. Aún así pienso que el director podría haber hecho un esfuerzo para incorporar a la película algo del ritmo natural de los textos, la vitalidad de los personajes y el encanto burgués de muchos de los libros. En cambio se ha limitado a encadenar escenas de acción trepidante sin ton ni son que tal vez puedan gustar a los niños, pero Tintín no es sólo para niños. Ése es el gran mérito de Hergé. Como casi todo el cine americano de "efectos" espectaculares, la acumulación de virtuosismo técnico y vacío argumental termina por aburrir.... Al menos a mí me aburrió y mucho.

No soy muy aficionado al cine exótico en general y tenía muchas prevenciones sobre esta película. Sin embargo, no puedo por menos de recomendarla a quien no la haya visto: un gran historia con buenos personajes y diálogos inteligentes. Interesante también por la imagen que ofrece de Irán, la república de los clérigos ladrones. A mí me sorprendió la modernidad de los escenarios. No sé si obedece a un intento de lavar la cara al país de cara al público internacional- como también ocurre a veces con las películas españolas (véase Almodóvar)- o si las cosas son de verdad así.
En cualquier caso la película me mantuvo atento a lo que ocurría en la pantalla hasta que se encendieron las luces. Una pequeña maravilla con el mérito añadido de estar hecha además con pocos medios.

Si como yo saliste medio intoxicado de "la piel que habito", te recomiendo esta película para recuperar los colores y el gusto por el cine de verdad, el que te mantiene pegado al asiento y no necesita coartadas culturales. Interpretación magistral, personajes creíbles, estupendos diálogos, una buena historia y un final coherente, ¿qué más se puede pedir?

¡Almodóvar es un bluff!
Sobre Almodóvar: creo que hizo algunas películas frescas y realmente notables y diferentes en sus comienzos, "Pepy, Lucy, Boom..." entre otras. Mi preferida es "¿Qué he hecho yo para merecer esto". En mi opinión el mérito no era solamente suyo sino de la simbiosis que formó con Carmen Maura. La prueba es que desde que ella se fue no ha dado una a derechas, sólo bodrios pretenciosos y aburridos. En mi opinión quien viera alguna de sus últimas cosas sin saber que era de Almodóvar saldría jurando en hebreo. La mayoría de la gente hace ver que le gustan porque no se atreve a decir lo que de verdad piensan. Son películas que funcionan gracias al marketing y a la coartada cultural. Todo el mundo repite lo del estilo "Almodóvar", cosa que no niego: sus obras tienen un estilo reconocible, pero es un estilo que chirría. Lo mismo se podría decir de un cantante que desafinara.

Sobre “La piel que habito”: a partir del primer cuarto de hora- y esto siendo generosos- ya se me hizo interminable. En mi opinión se trata de un auténtico homenaje al aburrimiento. No consigo saber qué demonios es lo que intenta contarnos, pero sea lo que fuere, una película no es un ensayo ni un tratado filosófico. “La piel que habito” no es más que la puesta en escena de un esquema intelectualoide. La idea argumental es retorcida y pretenciosa, los personajes son de cartón piedra y las escenas pretendidamente dramáticas dan vergüenza ajena.

El “fenómeno Almodóvar” es para mí un misterio. Mantengo la teoría de que fuera de España sus películas reciben elogios porque se las considera un producto muy “español” y por tanto algo exótico. Y en España se piensa que si gusta tanto fuera es que algo tendrá. No se me ocurre otra explicación.

Así y todo aún me pareció mejor que “Los abrazos rotos”, película que inauguraba un género nuevo: el cine subnormal.