Casi todo está bien en esta cruda película que va de menos a más, que va asfixiando poco a poco a los protagonistas y con ellos al espectador, al que consigue introducir en la barbarie de la guerra en Siria y su intangible, pero real, presencia en países europeos con destacada población de origen musulmán, en este caso en Bélgica.

Las interpretaciones son muy buenas y el guion todavía mejor, con un final que se recuerda, que impacta por doloroso y emotivo. Sólo por ese final merece la pena ser vista (spoiler).

Una película muy sencilla, bien rodada, muy solvente técnicamente, con 4 personajes muy bien interpretados, especialmente por una Noemie Merlant alegre y vital, que conforman una especie de comedia romántica (a dos bandas) de atracos, en la que destaca la original escena en el restaurante, una declaración de amor en unas condiciones muy particulares, una especie de juego en el que la mentira, la interpretación, engendra la verdad, los sentimientos más profundos.

Sin ser nada del otro mundo, su ligereza y su fino sentido del ritmo la hacen muy amena, por lo que deja un buen sabor de boca.

Es entretenida, incluso muy entretenida por momentos, pero el guion es algo simple y previsible, sobre todo en la relación entre los dos protagonistas. Hacia la mitad la serie se desvela superficial y se convierte en un entretenimiento en el que cuenta más lo que se supone que quieren ver los espectadores que el desarrollo de una historia por contar.

Dramáticamente parece una entrega algo pálida de la mítica serie "24", sustituyendo al implacable Jack Bauer por un boy scout, pero visualmente es más luminosa.

En definitiva, un comercial thriller político de acción que se deja ver bastante bien, por su vitalidad, por su solvencia técnica y porque ofrece el menú completo: hay tiros, persecuciones, conspiraciones, paisajes de todo tipo, relaciones disfuncionales, corrupción etc.

Una película escondida en los estantes de las plataformas digitales (en Amazon la he visto yo), a la que se llega normalmente por casualidad, pero que sin duda merece mejor suerte. Una historia minimalista, con pocos personajes y con una trama simple que gira en torno al valor de un cuadro no firmado. Nada novedoso o sorprendente se encuentra en ella, una historia de redención familiar al uso con el arte como telón de fondo, con un final que se ve venir.

Pero con todo sabe combinar perfectamente los pocos elementos que maneja consiguiendo resultar interesante y entretenida desde el principio hasta el final.

La mejor entrega de la serie. A lo mucho bueno que tienen las demás le añade una trama cargada de profundidad, compleja pero bien expuesta. Y la atmósfera que se crea entre los dos protagonistas sigue siendo única, llena de matices, de un amor tan profundo como esquivo. Hay sutilizas, por muy neutra que parezca la secuencia, en todas las interacciones entre ellos, ya sea en sus diálogos o en su lenguaje corporal. Y también introduce algunos personajes secundarios que le dan bastante juego.

En definitiva, un thriller muy particular, con una factura impecable, con dos actores sobresalientes, que tienen una gran química en la pantalla representando a dos personajes muy bien delimitados psicológica y emocionalmente. Es algo lenta, con pocos cambios de ritmo, con demasiada aflicción por momentos, con una trama familiar del protagonista que no acaba de arraigar, pero aún así es notable, claramente por encima de la media.