Si un corto debe concentrarse en la mayor transmisión de sensaciones posibles en un periodo de tiempo muy limitado este queda a medio camino de conseguirlo. La realización técnica y visual es bastante acertada, y en cierto modo se ve de manera agradable, pero una vez acabado la impresión es un poco de, bueno y todo esto ¿para que?. Mediocre al fin y al cabo.

Tienes que ser venezolano, patriota y aficionado al futbol para que en algo te pueda interesar este documental. En él se repasa la crónica de una hazaña nunca realizada y que quizá por eso se hace aun menos soportable. No critico en absoluto la intención del film, la respeto al máximo como aficionado al futbol y defensor de los equipos humildes, pero se podía haber expuesto el mismo contenido en media hora de metraje. Nada recomendable desde mi punto de vista, no entiendo, a parte de fomentar el patriotismo, porque se ha realizado un documental tan extenso sobre una gesta no conseguida y que no trasciende en ningún punto excepto el meramente deportivo.

Es inevitable por el contenido y planteamiento no comparar esta producción con las de Hayao Miyazaki. El listón se coloca, pues, muy alto, obligando a cualquier director que quiera adentrarse en este reto en una posición muy complicada y es aquí donde lo positivo y lo negativo del film salen a la luz con mayor fuerza.
Lo positivo; el director logra un trabajo correcto, el ritmo narrativo muy apropiado a la duración, la animación de muy buena calidad, el mensaje claro y bien construido y evidentemente logra el entretenimiento. En estos puntos, según mi opinión, se pone al nivel de los mejores títulos de Ghibli.
Lo negativo; la estupidez de la idea de partida, capaz de forzar demasiado las situaciones para llegar a mostrar el mensaje del director. Aquí es donde Miyazaki vapulea a Hosoda, la fantasía de la que hace gala el primero para llevar el film por el cauce que desea nada tiene que ver con la triste e infeliz idea de hacer que una adolescente se enamore de un hombre lobo y tenga niños lobo, quizá muy útil si se quiere reflexionar sobre la acción del hombre en la naturaleza, pero tremendamente idiota e inapropiada en un contexto como Japón donde además el imaginario popular esta sobradamente nutrido de leyendas que entremezclan personas y animales.
Aún así película muy recomendable y por otra parte gratificante, ya que quizá con tiempo aquí esta el digno sucesor de Hayao Miyazaki.

Estados unidos produce muchas tipologías diferentes de cine que comparten ciertas características. Entre ellas está ese cine de ghetto que habla de los bajos fondos en el que la vida se desarrolla entre violencia, hip hop y combates de ego. Pocas películas consiguen ser interesantes en este campo ya que es fácil caer en la simpleza, banalización y les envuelve cierto aire de falsedad. Bien, esta pelicula imita esta tipología y lo hace de una manera ridícula. Produce verdadera vergüenza ajena, no entenderé jamás como se gastan energía y recursos en crear semejantes basuras.

Es una lástima que historias con tanto potencial sean conducidas de una manera tan lamentable. He tenido la misma sensación que viendo "La revolución no será televisada". Ambas tienen la razón de su lado en cuanto a que suponen el retrato de situaciones altamente injustas y precisamente por eso pierden su potencial cuando se las envuelve en propagandismo innecesario. Con un simple retrato fiel de la realidad, objetivo, la reivindicación iría de su mano mediante el raciocinio del espectador, sin embargo, cuando la publicidad es palpable resta puntos a la seriedad.
Además aquí nos hallamos con una recreación al más puro estilo telenovela cutre de sobremesa. Una pena.