Historia compleja e interesante, con elementos innovadores y clásicos en perfecta armonía.
La ambientación y efectos son estupendos, buen guión y personajes auténticos dotados de suficiente profundidad.
Sin embargo, en las subtramas, cae en la estupidez del malo malísimo de formas ofensivas que se libra siembre por el buenismo idiota del bueno.
Pese a ello, el guiño a la cultura española através de referencias "Don Quijote" (por ejemplo, la nave de llama Rocinante), incrementa mi simpatía por esta acertadísima serie, que se hace gigante, como molinos de viento, temporada a temporada.

La sensibilidad y delicadeza del guión hace de contrapunto con los momentos de extrema violencia de la historia, del mismo modo que la sangre de los muertos se derrama en la apabullante belleza del paisaje.

El reparto es sublime, con el siempre espectacular Sam Eliot, la deslumbrante joven protagonista, para la que no encuentro palabras y el imperturbable Tim McGraw, que no puede evitar que sus ojos se llenen de ternura cuando cruza la mirada con su hija.

La en principio precuela, supera y prescinde del producto original.

Especie de promoción de la ciudad tipo "Viky Cristina Barcelona", mezclada con tintes autobiográficos de la directora, en caos temporal, con guapos en lugar de los feos originales.

Los capítulos entran bien al principio, pero acaban provocando el vómito, como los cocteles de huevo, cuando llevas cuatro.

Preciosista, con un montaje espectacular, te hará creer de principio a fin la historia, enganchadote en pocos segundos.
Manifiesto naturalista, convincente y documento sin igual.
Por ponerle algún pero, me parece poco creíble lo de la osa madre.
El director vuelve a intentarlo en "Dos Hermanos" con peor resultado.

Nueva lección del cine francés al español. Muestra de como se puede hacer buen cine fuera de Hollywood seduciendo a interpretes de allí.
Película bélica diferente con un gran Ed Harris.
Aquí creo que ese año se hicieron doce mas de la guerra civil y se subvencionaron bodrios varios a millón de euros a los palmeros habituales.