Nos encontramos ante un muy simpático Wuxia para toda la familia. Es una história muy básica con personajes arquetípicos pero bien dibujados, los actores infantiles funcionan bien y la química del joven Tse Miu con el protagonista Jet Li es estupenda. El dúo femenino de actrices también está a un gran nivel sobre todo el divertido personaje de Deanie Ip como pícara veterana. Las coreagrafías son de cables, pero tienden a una cierta dureza y el trabajo del protagonista con la lanza es espectacular. También hay que destacar los vestuarios y escenarios divertidísimos a los que acompaña el diseño de producción del antagonista Ji Chunhua con unos accesorios delirantes, absolutamente fantásticos. Y sí, también hay malos vestidos ninjas. ¿Qué más se puede pedir?

Es una película sobre una escritora con unos diálogos terriblemente escritos; frases larguísimas y discursivas, donde todo el mundo es aquello que dice, todo es expuesto, sin matices. Se puede seguir completamente sin verla, como una radionovela. Lo único que la diferencia de un biopic para televisión son los aspectos técnicos.

Es una película difícil de definir, tiene elementos de melodrama, the thriller, algo de noir y de erótica. Tiene un comienzo prometedor, mientras seguimos a un personaje obsesivo que nos habla en off. Poco a poco la película pierde interés hasta un final en que el pulso y la tensión han desaperecido completamente.Toda esta mezcla de géneros la lleva a quedarse en un lugar extraño en el que te distancias de las peripecias de unos personajes a cada cual más miserable.

Es un drama entre personajes planos de clase media alta de una zona residencial en que unos son mezquinos y otros son desgraciados que ni emociona ni entretiene. A veces si acaso da cierto morbo difuso de telefilm. No lo parece ni por la factura cinematográfica ni por el casting pero es realmente una película terrible.

Curiosa historia de amor contada sin una de las partes de la pareja esté presente. Sabemos de esta historia de amor compleja y profunda a raìz de las consecuencias que ha tenido. Película muy emparentada con La costa de los mosquitos del director Peter Weir (1986). En aquella vemos el viaje hacia la singularidad de una familia que va en aumento. Aquí es justo lo contrartio, encontramos una familia con unas dinámicas extremas y que se nos antojan inexplicables y poco a poco vamos deduciendo cómo llegaron hasta allí y si en la película de 1986 había sustratos de ideología libertaria aquí lo hay de la ideología de Noam Chomsky.

Pero más allá de las particularidades es una película de dinámicas familiares en cuanto estas se encuentran más marcadas cuando una familia está en un núcleo aislado de la sociedad. En eso se puede emparentar también con Un asunto de familia de Hirokazu Koreeda (2018). Pero lo que distingue Captain Fantastic de las otras es que la pasión de pareja es mucho más significativa, el amor y la búsqueda de la sanación de uno de los miembros a través de buscar un lugar en el mundo donde su enfermedad sea funcional. La psicosis compartida y luego sustentada por elementos ideológicos especulativos y extremos nos va fascinando mientras la vamos deduciendo de las consecuencias a posteriori que se presentan ante nuestros ojos.

Es una película que pese a algunos altibajos es de veras entretenida e interesante.

Me ha perecido una película de serie B estupenda donde se transmite lo divertido que debe haber sido para los actores y equipo técnico hacerla. La dirección artística no es terrible incluso se podría decir y dentro de los tópicos es hasta buena. El maquillaje, los disfraces y los efectos especales están hechos a la antigua y tienen mucho encanto. Podría haberse rodado en 1984 y salvo en la textura de la imagen digital no encontaríamos ninguna diferencia.

El guión juega al morbo con total descaro pero con una cierta candidez que resulta hilarante. No es una buena película en términos objetivos pero es que las buenas malas películas también tienen su tiempo y su espacio en la vida y está es estupenda para una tarde tonta con los amigos o la tu pareja.