Pues eso, corta y pega sin personalidad en el que los productores han hipertrofiado de imágenes una película sin sentido del ritmo, sin sentido de la puesta en escena y sin sentido narrativo. Además, ninguno de los personajes tiene atractivo: desde un villano de pandereta hasta un grupo de asesinos con los que no se llega a empatizar salvo, quizás, el atormentado Ethan Hawke, único personaje con remordimientos acerca de segar vidas humanas.

Desde pequeño mi madre me dijo que no me juntara con mala gente, porque una sóla manzana podrida es capaz de estropear un tonel lleno de lustrosas y digestivas manzanas. Razón no le faltaba.

Algo parecido pasa en esta serie: al principio todo es impactante, los policías resuelven los casos bajo el lema de "todo vale". Piensas que te sentirías muchísimo más seguro si unos tipos dispuestos a todo velan por tu seguridad. Pero qué tipos más duros, joder. Y encima son amigos, son leales, todos siguen un código de honor por el cual unos se cubren las espaldas a otros. Son el "Grupo salvaje" del siglo XXI.

Pero la serie continúa, y empiezan las rencillas. Claro que todos son amigos, pero joder macho, lo de poner el culo por otro no lo habían hablado antes. Que sí, que cuando queráis juntamos las cabezas y decimos "¡somos un equipo!", pero mi orto es mi orto. Entonces, para complicar más la cosa, al guionista se le ocurre empezar a meter tratos con delincuentes, investigaciones de asuntos internos y planes de pensiones como el título de la serie en castellano. La cosa se complica cada vez más, y los policías, que en principio se movían bajo nobles ideales, empiezan a actuar un poco más a su libre (o propio) albedrío. Tarde o temprano te das cuenta de que el guión trata desesperadamente de conseguir algún golpe de efecto a base de hacer caer más bajo a los personajes. Se le ve todo el cartón, todos los hilos, sabes que lo próximo va a ser otra atrocidad, un golpe a la moral o al género humano. Esta serie podría servir como justificación en un juicio de la conducta criminal. Incluso de la de Charles Manson, tan bajo cae.

Llegados a este punto, te encuentras en tu sofá sentado preguntándote qué haces viendo una serie en la que ninguno de sus personajes te cae bien. y es que a lo mejor al principio tampoco te caían bien, pero por lo menos eran amigos. Y se preocupaban por tí. Pero es que ahora, la manzanita podrida del principio se ha cargado hasta el tonel, y se me ha llenado el suelo de una masa informe con muy mal aspecto. Como mi nota, que antes era un 9, y ahora se desparrama poco a poco. Pero yo sí soy leal, y como en las dos o tres primeras temporadas me lo pasé muy bien, no le voy a quitar el aprobado. Esto lo hago para que el resto de aficionados a la serie no pierdan la fe en la especie humana. Que todavía quedamos algunos creyentes.