Resumiendo la película a grandes rasgos, podríamos estructurarla en una parte, en la que se nos muestra al protagonista atormentado, con gesto adusto, lamentandose internamente e intentando conectar con un espectador que lo único que quiere es ver vampiros y no ver a una nena vestida de policía lloriqueando porque su mujer se va sin decir ni adiós, seguramente andará aburrida de el y no quiere ni verle la cara, hasta que por desgracia, en un magistral giro de guión, no puede coger el avión que la iba a sacar de esa pesadilla de pueblo porque tiene un accidente de coche y se queda tirada, obviamente pierde el avión y la siguiente vez que la vemos es apareciendo como una ninja detras de un malo, apuntandole con una pistola dentro de un bar, por supuesto nadie la ha visto entrar ni acercarse al malo, ya que practica el arte de la invisibilidad, transmitida directamente por el maestro Splinter. Tras despejar cualquier duda sobre lo dura que puede llegar a ser, se encuentra cara a cara con su odiado marido, y hace como que le mira con cariño para que el espectador se haga ilusiones de que pueden llegar a recuperar su amor e ilusionarnos con esta cargante subtrama hasta el final de la película.
Tras adormecedores diálogos entre ellos, con los que recomiendo no autotorturarse, llega la acción, los vampiros matan gente, los pueblerinos más o menos espavilados duran un poco mas, y los retrasados tienen peor suerte. Josh Hartnett y un puñado de mentecatos se meten en una buhardilla y se miran las caras durante 20 días o por ahí, solo saliendo de vez en cuando para caer en trampas que los hambrientos vampiros les ponen y que vaya muriendo gente que si no el espectador se aburre. Al final, no se porque salen todos para irse a un lugar al que llaman "la trituradora" pero van cayendo como moscas hasta que llegan, y se atrincheran alli, hasta que el malo, en un alarde estratégico digno de Julio Cesar, rompe un oleoducto y llena todo de petróleo, aqui llega el momento culmen, cuando ponen el nada usado plano de encender un mechero y tirarlo a camara lenta sobre el crudo, cayendo encendido sobre este como una bomba de Navarro e incendiando todo a su paso. Al final, contra lo que nuestra cultura audiovisual nos pueda incitar a pensar, el bueno mata a todos los malos y se muere como un héroe, abrazado a su chica, que ha decidido no decirle lo pesado que es, para no amargarle el momento muerte.

Hola, me llamo Aquaman, mi padre es un viejo antisocial con un sombrero de lana, inamovible en un sucio faro, mi madre me abandonó por que venían a matarla, y era incapaz de contemplar la idea de irse a vivir a un sitio sin costa... Algunas veces si me clavas una espada no puedes, otras veces si puedes, puedo levantar submarinos a pulso, pero si me mete un puñetazo un esbirro random me hace pupa. Hola.