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Críticas de Beatriz Jimenez
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Críticas 127
Críticas ordenadas por utilidad
3
29 de diciembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando Nicolas Winding Refn, director de la estupenda Drive, presentó Solo dios perdona en el Festival de Cannes, la crítica la recibió con abucheos. Aunque pueda parecer un gesto desproporcionado, uno puede entender perfectamente el motivo de dicha reacción tras visionar el último filme del realizador danés.

El ajuste de cuentas de un pederasta, violador y asesino a manos del padre de su víctima, con la connivencia de un particular policía, desencadena una oleada de violencia y venganza en Bangkok. Ryan Gosling interpreta (es un decir) al hermano del primero, a la vez que regenta un local de lucha que sirve de tapadera para el tráfico de drogas. Mientras que Kristin Scott Thomas personifica, de manera fantástica, a una madre controladora y manipuladora, que, además de disculpar las acciones de su hijo muerto, buscará vengar su muerte hasta las últimas consecuencias.

La factura visual de este largometraje resulta brillante y hasta hipnótica, con unas imágenes poderosas, bellas, dignas de la mejor creación fotográfica, pero que no albergan ningún contenido. Winding Refn alarga de manera absurda los silencios, recreándose en imágenes casi de ensueño, envueltas siempre en un juego de luces y sombras, con toda una paleta de colores cálidos, donde destaca especialmente un intenso rojo que inunda la pantalla.

Pero el cine no puede ofrecer únicamente un conjunto de bellas imágenes, necesita también el desarrollo de una historia y unos personajes. Y aquí es donde falla, estrepitosamente, el director danés. Así, Sólo dios perdona se convierte en un bello envoltorio visual vacío de contenido. Con ínfulas de autor, Winding Refn se deleita, de manera bastante pretenciosa, en estas vacuas escenas y en marcar unos silencios insostenibles, que sólo aportan tedio al espectador.

Debido al escaso diálogo que tiene el personaje de Ryan Gosling, y vistas sus limitadísimas dotes interpretativas, casi se podría haber sustituido su aportación por la de un maniquí con su rostro, sin notar apenas la diferencia entre uno y otro. Al contrario que Kristin Scott Thomas, que borda el papel de esa madre excesiva, y que mantiene su elegancia natural bajo la encarnación tremendamente vulgar de su personaje.

Lo mejor: la brillante factura visual; la banda sonora, que enfatiza las partes más hipnóticas del filme; y la actuación de la siempre estupenda Kristin Scott Thomas.

Lo peor: el absurdo misticismo que rodea al personaje del policía, interpretado por Vithaya Pansringarm, que no es más que un vulgar torturador y asesino con placa; resulta un largometraje pretencioso y aburrido; y la (nula) interpretación de Ryan Gosling, más inexpresivo que nunca.

http://www.bollacos.com/solo-dios-perdona-imagenes-vacias/
Beatriz Jimenez
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7
27 de noviembre de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás, lo primero que haya que aclarar sobre esta interesante Retornados sea que no se trata de un filme de zombies. La temática zombie se utiliza aquí casi como un McGuffin, un pretexto para tratar lo que realmente importa a director (Manuel Carballo) y guionista (Hatem Kraiche).

No obstante, resulta original, y refrescante, que se haya decidido incluir el fenómeno zombie en un largometraje de este tipo, con un tratamiento radicalmente distinto al de las películas de este género. Los Retornados del título son aquellos infectados por el virus zombie, que han podido ser salvados gracias a la administración, diaria y de por vida, de una proteína. Todo cambia cuando se esparce el rumor de que las provisiones de dicha proteína se están acabando, lo que convierte a los retornados en bombas de relojería para el resto de la población.

Los protagonistas, Kate (Emily Hampshire), una doctora que trata a los afectados, y Alex (Kris Holden-Ried), su pareja y uno de los retornados, deben asegurarse, en una carrera contrarreloj, que disponen de las suficientes dosis para garantizar la no transformación de Alex.

Esta premisa sirve para mostrar el poder del miedo, y como éste transforma a los seres humanos en personas egoístas, intolerantes, violentas y traicioneras. El miedo a todo lo que sea distinto de la llamada “normalidad”, la discriminación de los que son diferentes y la intolerancia son los temas universales que trata esta muy recomendable película. Pero, ante la sinrazón y la traición, se oponen la lealtad y el sacrificio, encarnados principalmente en la doctora Kate, que hará todo lo posible por la persona a la que ama, pero también en su pareja, muy bien interpretado por Kris Holden-Ried, y que lucha para no perder su humanidad.

Por tanto, nos encontramos ante un entretenido e interesante drama, con un punto de partida bastante original, donde los afectados se convierten esta vez en víctimas y en el objeto de persecución y agresión de la gente “normal”.

Lo mejor: un refrescante nuevo punto de vista sobre el fenómeno zombie, en una sólida producción, con un buen guion y una entretenida historia.

Lo peor: que el público al que puede ir dirigido este filme ni siquiera se plantee su visionado al pensar que se trata de otro tipo de película.

http://www.bollacos.com/retornados-el-poder-del-miedo/
Beatriz Jimenez
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7
17 de julio de 2013
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Giuseppe Tornatore, director de esta interesante La mejor oferta, siempre será recordado por su cinta Cinema Paradiso, todo un homenaje al mundo del cine. Un cuarto de siglo después de ese éxito, Tornatore parece haber acertado de nuevo con esta encantadora propuesta, consiguiendo los máximos galardones de cine en su país a la Mejor Película y Mejor Director, entre otros, por este filme.

La mejor oferta es un drama con ciertos ingredientes de thriller, rodado con una elegancia, sensibilidad y belleza que contrastan con el carácter de su máximo protagonista: un genial Geoffrey Rush.

Rush interpreta a Virgil, un afamado y respetado especialista en arte y director de subastas; un personaje frío e inflexible, con trastornos de la personalidad e incapaz de intimar o mantener ciertas relaciones sociales.

Cuando acude a una antigua villa para realizar una tasación, su relación con la dueña de la casa, una joven que sufre un grave caso de agorafobia, provocará que su vida dé un giro de 180 grados. Con la intención de curar y ayudar a la enigmática joven, será él mismo quien cambie su propia personalidad, sus neurosis y su forma de ver el mundo.

El relato nos muestra así el poder redentor del amor, construyendo una historia sentimental poco convencional, entre dos seres enfermos e incompletos, complicados y acomplejados; todo ello arropado por un nada usual thriller, en torno a falsificaciones, fraudes y mágicos autómatas.

La película se sustenta en la gran interpretación de Geoffrey Rush, protagonista absoluto de la cinta y presente en casi todos los planos del filme; muy bien acompañado de un estupendo Donald Sutherland, que se encuentra en plena forma y al que se le echa de menos en la gran pantalla. Respecto al resto del reparto, cabe destacar también a Jim Sturgess, que mantiene el tipo frente a ese “roba planos” que es Rush; mientras que la misteriosa joven, encarnada por Sylvia Hoeks, es la intérprete más débil de todo el conjunto.

También hay que destacar la banda sonora de Ennio Morricone, tan delicada como la narración por parte de Tornatore.

Una lástima que la película se vea lastrada por una duración excesiva; un final, supuestamente inesperado, que resulta muy previsible, y que se alarga en demasía; y unas explicaciones finales innecesarias.

No obstante, me quedo con las sensaciones que transmiten sus bellas imágenes, capaces de emocionar sin caer en la cursilería.

Lo mejor: la elegancia, sensibilidad y belleza de la puesta en escena de Tornatore; la interpretación de Geoffrey Rush, y las escenas que comparte con Donald Sutherland; la delicadeza de la banda sonora de Morricone.

Lo peor: el final, previsible, largo, innecesario.

http://www.bollacos.com/la-mejor-oferta-el-poder-de-emocionar/
Beatriz Jimenez
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7
3 de enero de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las sesiones, que se estrena en España el 21 de diciembre, es una divertida comedia, basada en una historia real, concretamente en un reportaje periodístico publicado por el protagonista de la película.

Mark, de 38 años, contrajo la polio en su infancia, y, como consecuencia de esta enfermedad, sólo es capaz de mover la cabeza. Vive recluido en un pulmón de acero, del que sólo puede salir con una autonomía de 3 horas.

Con semejante historia, uno podría creer que la cinta, dirigida por Ben Lewin, es un drama en toda regla, que busca la compasión del espectador por las condiciones de vida de este hombre, invitando a la lágrima fácil.

Y, sin embargo, no es así. Como os decía, Las sesiones es una comedia fresca, sin sentimentalismos, que no intenta provocar gratuitamente el llanto en el espectador, lo cual es de agradecer.

Mark, el protagonista, es consciente de su situación, y se enfrenta a ella con sentido del humor. Así, la cinta destaca por unos divertidos diálogos, alejados del paternalismo que uno podría esperar.

La premisa es que Mark, periodista y poeta, debido a un encargo de trabajo sobre el sexo en personas con discapacidad, decide contactar con una terapeuta sexual, para iniciarse él mismo en las relaciones sexuales, mientras elige al nuevo cura de su iglesia como confidente de sus actividades.

Este tema, que podría ser considerado como tabú por muchos, es tratado con total naturalidad y, una vez más, con un gran sentido del humor.

Además, los intérpretes están perfectos: John Hawkes (American Gangster), como el protagonista, con un trabajo especialmente destacable, por las características físicas que le impone el dar vida a un hombre con secuelas producidas por la polio, y por su contención, dando mayor verosimilitud a su personaje; William H. Macy (Fargo), como el cura que ejerce de improvisado confidente del protagonista; y Helen Hunt (Mejor… imposible), como la terapeuta sexual, interpretada también con una admirable naturalidad.

Lo mejor: tratar un tema tan delicado e inusual con naturalidad y mucho sentido del humor.

Lo peor: que la (falsa) apariencia de dramón lacrimógeno prevenga al público a decidirse por esta película.

http://www.bollacos.com/las-sesiones-sin-sentimentalismo
Beatriz Jimenez
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10
8 de febrero de 2020
4 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sumergirse en una mente enferma, dentro de la locura, no solo personal, sino colectiva, es una de las cosas que nos muestra el realizador Todd Phillips en esta genialidad llamada Joker.

Poco parece tener que ver este fascinante film con el universo de DC Comics, y, sin embargo, es el retrato perfecto de cómo se puede formar un supervillano de la talla del archienemigo de Batman.

Y para ello acompañamos a Arthur Fleck, al que da vida un soberbio Joaquin Phoenix, en una de las mejores interpretaciones de su carrera (que ya es decir). Fleck es un marginado, un hombre que sufre una enfermedad mental y que se encuentra maltratado tanto por el sistema como por la sociedad.

Y así nos convertimos en espectadores de la creación, a fuego lento, de un psicópata, esa encarnación del mal que tan acostumbrados estamos a ver en filmes o cómics donde todo se reduce a una visión más simplista del blanco y negro.

Pero es en los grises, en toda su gama y matices, donde Todd Phillips se mueve como pez en el agua, enseñándonos en realidad un incómodo espejo donde nos pregunta: quién es realmente el responsable de que exista alguien como Joker.

Y además, de manera muy inteligente, Phillips juega con el espectador, mostrando a su personaje estrella como un ser vulnerable, enfermo, digno de lástima. Pero también como alguien que causa aversión y auténtico terror.

Parece que Phillips disfrute con la incomodidad que logra transmitir en pantalla, y eso es debido a que se trata de una señal de alarma para que despertemos, que seamos capaces de ver el mundo desde otras perspectivas y seamos conscientes de nuestros actos. Porque Phillips nos escupe a la cara la responsabilidad, otra vez, de sistema y sociedad en la transformación de un ser enfermo en un loco psicópata. Olvídense de las absurdas polémicas en torno al filme, de ninguna manera se justifica la violencia ni se expone a Joker como un modelo o héroe de los marginados. Todo lo contrario. Lo que bien nos recuerda el realizador es el peligro de justificar ciertos actos y convertir a individuos tremendamente peligrosos en ejemplos a seguir.

La interpretación de Joaquin Phoenix como Arthur/Joker daría para un temario de Máster de la Interpretación. El complejo personaje que ha sido capaz de crear, con todos esos matices de los que hablaba: su vulnerabilidad, su humanidad, la enfermedad mental y la violencia más descarnada y homicida, se funden con coherencia en un ser real profundamente atormentado.

Lo he dicho muchas veces en este blog, pero hay muy, muy pocos actores capaces de expresar tanto (se diría que un mundo) con tan solo una mirada. Aquí no puedes perderte cada uno de esos intensos y eternos momentos recogidos en los ojos de un actor sobresaliente. Hasta la composición de la característica risa del Joker es una auténtica genialidad.

Este proyecto nunca habría funcionado si no se hubiera contado con alguien con el inmenso talento de Phoenix, y eso el director lo sabía. Y complementa la labor de Phoenix con una inteligencia y sutileza que utiliza para juzgarnos a todos a través de la historia de su personaje.

Cuanto más lo pienso, más increíble me parece que el responsable de la saga Resacón en Las Vegas (no me malinterpreten, la primera parte es divertidísima y original) o Escuela de Pringaos y Salidos de cuentas haya firmado esta apabullante producción. Porque su trabajo es impecable. Además de cómo conduce al espectador justo donde él quiere, hay que destacar la puesta en escena, compuesta por planos bellísimos, composiciones perfectas, con su personaje en el centro de las mismas, jugando con perspectivas, un auténtico deleite visual.

Pero es que además Phillips firma también el guion, por lo que es doblemente responsable (con la ayuda de un magnífico Joaquin Phoenix) de la creación de una de las películas más fascinantes, inspiradas y valientes del año.

Además, el resto de elenco de actores está a la altura de la calidad de esta producción, porque no hay nadie que desentone, cada uno cumple con su papel de manera acertada, destacando la labor de Robert de Niro, Frances Conroi o Zazie Beetz.

Qué les voy a decir, que vayan a verla. Que además es un filme que les va a acompañar los siguientes días tras su visualización, porque este personaje y la cantidad de mensajes que el director consigue transmitir se niegan a abandonar tu mente fácilmente.

Lo mejor: lo que ha creado aquí Todd Phillips se acerca a la perfección. Exactamente lo mismo que ha conseguido Joaquin Phoenix con su impresionante actuación, sus miradas, cómo se mueve… Es sin duda una de las mejores interpretaciones no del año, sino de la historia del cine.

Lo peor: lo único que me sobra de este maravilloso filme es la escena en la que Joker se encuentra en el programa de televisión.

https://www.bollacos.com/joker-fascinacion/
Beatriz Jimenez
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