El año 1982 fue un año para la historia:

- Chanquete recibe el Nobel de Literatura
- Chanquete da clases magistrales en California, demostrando un nivel de inglés que ríete tú de los alumnos de Opening
- Chanquete es felicitado por el Rey, que le invita a comer unas chuletas y le trata de colega. A su vez, Chanquete le chiva que el próximo Nobel de la Paz irá para él.
- Chanquete es homenajeado por sus antiguos compañeros del Sporting, que recuerdan sus triunfos en el equipo (Liga, Copa del Rey, Copa de Ferias, Copa de orujo y Copón de la baraja)
- Chanquete muere misteriosamente en Nerja y toda España llora la pérdida.

Pero no se lo pierdan, porque al año siguiente...¡Chanquete recoge el Óscar a mejor película extranjera por narrar...su muerte!

Y aún hay personas que se preguntan cómo pudo llevarse Garci la estatuilla. ¡¡¡Por favor!!!

Primera película de la "trilogía del circo" realizada por Kurosawa, completada con otras magnas obras del autor como Yojimbo o Ran (inspiración inconfundible para esa otra obra maestra llamada "Humor Amarillo").

La película que nos ocupa realiza todo un recorrido por la figura del juglar del nipón feudal, quien muestra su ilimitada gama de registros faciales, con gritos de variada intensidad y tono, especialmente el protagonista, con un papel que nos asombra por su complejidad interpretativa.

Asimismo, Kurosawa, admirador confeso de la figura de la mujer, nos deleita con un personaje femenino cargado de sensualidad, inocente, manipulable, que sabe escuchar a su marido y aconsejarle sin duda de la mejor manera posible, anteponiendo incluso la amistad a su relación amorosa.

Gran parte de la calidad del film radica en el guión, para nada reiterativo, y con una descripción de personajes y un desarrollo totalmente creíbles y lógicos. Apoyando la historia encontramos una banda sonora compleja y armónica, con multitud de variantes tonales.

Fabulosa adaptación de Shakespeare, ligeramente por debajo de West Side Story.

Demencial, asquerosa, putrefacta, deleznable... todos los adjetivos que se os ocurran son pocos para definir esta vomitiva mierda.

Protagonizada por una escoria humana que, cuando sus pelotas lo deciden, asesina a sangre fría a cualquier transeúnte que pase al lado suyo. Eso sí, a los indigentes y a los que él considera pobres, no los toca.

Amparada bajo la etiqueta del "cine experimental", ergo, todo vale con tal de impactar al espectador, en el peor sentido de la palabra; y por supuesto con una justificación ética que se ampara en la supuesta "superioridad intelectual" del individuo. Repugnante y miserable.

Eso sí, plantea la duda de quién es más imbécil: si el desequilibrado protagonista, o si los subnormales que camara en mano, registran la particular "limpieza de escoria" del individuo. Por no hablar de sus familiares y allegados. A este respecto resulta profética: la violencia gratuita llenará salas de cine y será unánimemente aclamada como el colmo de lo "cool" durante todos los 90. Y así nos va.

Recomendada para espectadores de programas decoración, grandes hermanos, casas de tu vida, diarios de pepita grilla y demás exquisiteces de la parrilla televisiva.

A partir de ahora voy a poner a los adjetivos "aclamada" y "antibélica" bajo sospecha. Que esto tenga un 7,3 es, cuanto menos, inquietante.
Luego echamos pestes del cine de acción Hollywoodiense. Al menos, ellos son honestos y reconocen que crean películas pensando en la taquilla, en el espectáculo. Aquí no, en Europa nos pajeamos con cualquier experimento del tres al cuarto, especialmente si viene de algún país con una cinematografía bisoña. Y no sólo hacemos la vista gorda aunque falte talento, sino que además lo defendemos frente al gigante.
¿Demagogia? Sí, al igual que hace el directorcillo este, que es tan chapuzas que termina equiparando al ejército peruano con el grupo terrorista Sendero Luminoso.
El retrato de los militares es una colección de tópicos chorras: el sargento buenazo pero sin carácter, el soldado hijo de puta, el soldado hijo de otro militar destacado, el teniente chusquero al que las normas se la soplan, la población borrega y sin iniciativa...
De juzgado de guardia la escena en el barranco, imitación cutre del cine estadounidense que pone de muy mala hostia.
Por no hablar del final, otro calco descarado de una de las más famosas escenas de "El cazador", aunque evidentemente no le llega ni a la suela.
La jungla de cristal es una fantasmada pero no tiene pretensiones de "cine denuncia". Sr. Lombardi, váyase a vender motos a un concesionario.

Aviso a diabéticos y gentes de encías con peligro de caries: Ninguna historia de amor supera a esta en azúcar. Creo que el guión está glaseado y embadurnado con miel. Algo que hiere de muerte a la película y eleva la actuación de March al ridículo. Los extremos están demasiado acusados: Jekyll no habla, sentencia; Jekyll no actúa, da ejemplo. Jekyll no está enamorado, sino que los dioses le han hecho mártir por tener que soportar la cruz de su amor por su prometida Muriel (puajjj). Por contra, Mr. Hyde es una bestia en toda regla, pero es que además no tiene carisma. Además, el maquillaje y la dentadura postiza cantan por bulerías.

Sin embargo, en el apartado técnico la película es impresionante. Posee una de las fotografías más bellas que servidor ha visto (No en vano, Karl Struss fue el director de fotografía de Amanecer), además de los estupendos trucajes y la buena dirección de Mamoulian, un director experto pero con tendencia a "romantizar" sus filmes, algo que por desgracia los acaba lastrando.

Espero que la versión de Fleming sea superior a esta, porque si como dicen los "expertos" esta es la mejor versión... pobre Stevenson.