Las películas de Costa Gavras no son tales en realidad sino sóbrios documentales en los que el hiperrealismo se utiliza para que en todo momento, sintamos que lo que se cuenta pasó y puede volver a pasar en cualquier momento.
En esta caso en particular el tema es magnifico, particularmente "desconocido" por lo políticamente incorrecto. El intervencionismo de EEUU y su terrorismo de estado soterrado llevado a cabo durante años por la "escuela de las américas". Repito la incorrección política es extrema ya que eleva a la categoría de heroes revolucionarios a aquellos que luchan contra un régimen corrupto, dictatorial y represor. Y es que, por mas que quieran algunos todos los "terrorismos" no son iguales.

Pues eso una infumable macarrada con pretenciosos toques de lirismo barato en unos dialogos ridículos de puro tópicos (Ver el principio !Que horterada por dios!). No se si se corresponde con el comic porque no lo he leido pero los toques superheróicos chirrían dentro de una supuesta estética de cine negro. Es entretenida y se deja ver pero recuerda demasiado a Kill Bill.
En cuanto a la valoración de los planteamientos no se si el fallo es de la película o del comic, pero resulta absurdo que todos los malvados sean unos cabrones enfermos cuando en el cine negro los malos son malos sí pero no unos pervertidos, maníacos y repugnantes fanáticos religiosos. Refrito oportunista al estilo Tarantino.

Odio a los críticos pomposos que valoran una película de entretenimiento como si hubieran entrado a ver Ciudadano Kane. La mejor película de este subgénero con un siempre divertido Billy Crystal y una persecución llena de adrenalina que termina...

Una película conmovedora y triste llena a la vez de situaciones muy divertidas en las que los personajes sacan lo mejor de si mismos en los peores momentos. La valentía y heroicidad moral de los protagonistas deja pequeños a los poderes fácticos contra los que luchan...