En ocasiones, el cine de Weimar se relaciona erróneamente con el expresionismo alemán (el cual por supuesto existió en un periodo artístico que iba mucho más allá). El expresionismo murió como movimiento artístico a mediados de los años 20. Sus influencias se extienden y se disuelven entre todo el catálogo de Weimar. Alemania se convirtió en el culmen del vanguardismo a nivel global. Toda esta influencia explotó en influencia sobre el cine clásico americano, destacando el género negro y su reconocible estilo visual.

Expresionismo o caligarismo ("El gabinete del doctor Caligari"), romanticismo alemán ("Nosferatu"), Nueva Objetividad ("Los hombres del domingo"), cine político ("Kuhle Wampe"), Kammerspielfilm ("El último"), mitología germánica ("Los Nibelungos"), art déco ("Metropolis")...

Oscuridad, luces y sombras, traumas y aires de posguerra y demás muestras que plasmaron de las mayores mentes maestras que nos ha dado el siglo XX (Lubitsch, Lang, Murnau, Pabst...). Todos nos decían algo y se hizo saber finalmente en 1933.

El "arte degenerado" murió para siempre, pero dejó con él una influencia eterna.

Este concierto es uno de los que tengo en mente en cuanto se inventen las máquinas del tiempo. Es posible que sea el mejor concierto hecho por AC/DC o, al menos, el mejor grabado y conservado para siempre. También, es posible que sea uno de los que mejor se podrían haber visto desde dentro del estadio, rodeado por el inigualable público argentino. Siempre que lo reviso, se me ponen los pelos de punta.

AC/DC acababa de lanzar su último disco Black Ice en 2008. La gira de éste fue la última de Malcolm Young después de su retirada y posterior muerte en 2017. Una gira, sin lugar a dudas, excelente. Pese a la avanzada edad de todos los miembros del grupo, aún conservaban perfectamente la frescura. Seguían rockeando como nunca. Algo, que, desgraciadamente no vimos del todo en la gira de Rock or Bust, mucho más irregular.
Black Ice, contiene temazos dignos de llenar estadios: el comienzo espectacular con Rock N Roll Train nos adelanta el potencial del concierto que vamos a presenciar. Le siguen clásicos de Brian Johnson y Bon Scott que impactan décadas después. Cabe destacar a Whole Lotta Rosie, T.N.T. o Dirty Deeds Done Dirt Cheap como unas de las mejores versiones que han hecho en vivo. Principalmente, gracias al público argentino que, parece que son un miembro más de la banda.

Tenemos a la agrupación clásica de 1980 otra vez reunida: Angus Young jugueteando con la guitarra, Malcolm Young marcando el sello de los riffs, Phil Rudd fumando mientras marca el groove, Cliff Williams perfeccionando la esencia y Brian Johnson demostrando que aún se puede envejecer como el buen vino.
Si Bon Scott levantara la cabeza, estaría flipando de como siguieron en lo más alto después de todo.

AC/DC es capaz de llenar estadios, es capaz de crear terremotos (hecho que sucedió de verdad). Eso lo dice todo. Una banda que (con sus altos y sus bajos) siempre ha sido fiel a su esencia, a su estilo. No se andan con rodeos. Una banda que puede marcar la banda sonora de tu vida.

Es un concierto que significa mucho para los fans de la banda. Simboliza el periodo final de estos gigantes de la música. Una era que acabará y que tardará mucho en volver. Una verdadera lástima, pero es ley de vida. Afortunadamente, tenemos películas y discos que podemos repetir hasta la eternidad y que seguirán rondando entre las nuevas generaciones.

Perdición no es una película de cine negro. Es la película del cine negro por excelencia. Nadie puede decir que conoce este género sin haber visto esta obra maestra absoluta. Tiene todas sus características típicas pero esta vez perfeccionados a niveles inimaginables.

Es la historia de un agente de seguros que planea asesinar al marido de una cliente para recibir una doble indemnización. Ahí es cuando el personaje encarnado por Edward G. Robinson empieza a sospechar del asesinato. La historia es aparentemente sencilla, pero el guion verdaderamente complejo la convierte en una maravilla.

La película en sí, es la quintaesencia del cine noir. En cada escena y fotograma se saborea ese toque inolvidable. No se puede hacer más oscuro, atmosférico y maestro. Flashbacks, diálogos fríos, narración fragmentaria, crimen, femme fatale, iluminación expresionista... Un mix perfecto.

Cómo no, creo que esta película no sería la que es sin los actores. Barbara Stanwyck tiene una presencia inigualable, Edward G. Robinson es absolutamente magistral y no hay palabras para MacMurray (simplemente bestial).

En resumen, una obra maestra redonda. A falta de ver algunas más, es probable que sea objetivamente la mejor película de cine negro jamás hecha. Por lo tanto, esa la hace uno de los cúlmenes de la historia del cine en general. Imprescindible.

Blackmail o "Chantaje" (que también se tradujo como "La muchacha de Londres") es una obra importante. No sólo es la primera película sonora británica, sino que también me parece la primera que verdaderamente experimenta con los potenciales del sonido. Hitchcock era la elección perfecta para un experimento así. Encima es puramente Hitchcockiana.

La historia es básica pero muy efectiva a la hora de causar una buena dosis de suspense: Una chica llamada Alice, a quien intentan violar, asesina a su agresor con un cuchillo. A partir de ahí, un desconocido criminal empieza a chantajearla. El trasfondo de thriller psicológico está bien realizado.

Creo que es un film verdaderamente bien hecho. Es cierto que puede pecar de cierta inhabilidad en cuanto al sonido (así como demasiados silencios prolongados) y los 10 primeros minutos son un poco extraños. Sin embargo, nada especialmente grave teniendo en cuenta el gran ritmo general de la película. Quitando ciertos detalles, todos son puntos a favor: fue una pionera del doblaje, además de demostrar que la teoría Hitchcockiana de ver el cine era correcta. Ahora entiendo por qué Alfred Hitchcock le dijo a Truffaut que lo único que le faltaba al cine mudo eran ruidos específicos, pero la historia se debería de contar en términos visuales.

Es probable que sea una de las grandes películas de Hitchcock de la época británica. Para mí de las mejores junto a "El enemigo de las rubias" o "Alarma en el expreso". No es una obra mayor, pero cuesta decirlo teniendo en cuenta la gran cantidad de películas maravillosas que tiene este hombre. Por tanto, fácilmente está entre las 20 mejores.

Sencillamente, la recomendaría bastante a interesados en la historia del cine. Corta, efectiva, entretenida y personal.

Tod Browning creó una de la cumbres del cine con ésta película. No hay ninguna película suya que mezcle con tanta personalidad cada una de sus obsesiones. No hay, tampoco, ninguna película más atrevida, revolucionaria, triste y macabra que Freaks en las tres primeras décadas del cine.

Previsiblemente fue un enorme fracaso de taquilla y crítica. Desmayos, gritos, censura, polémica y, ante todo, muchos prejuicios. Lo que en un inicio pareció que se hablaba de pura perversión, con el tiempo cogió valor y significado.

No creo que sea tan solo una película «cultural, histórica y estéticamente significativa» (tal como se la consideró por la Biblioteca del Congreso de EEUU). Freaks es especialmente una película HUMANA. Un alegato imbatible en defensa de los grandes olvidados de la historia.
Todo es creíble, emocionante y dramático. El respeto por cada una de los actores y la dignidad que se les da es siempre presente.

El planteamiento inicial de constantes bromas, humillaciones, abusos y engaños muestran la crueldad humana en estado puro. El desenlace es macabro y algo traumante, con una imagen que se impregna con fuerza en tu memoria. Y todo eso explicado y concluido rápidamente en 1 hora de metraje y moralejas.

En conclusión, Freaks es una de esas películas que marcan la historia del cine para siempre con influencias eternas. Es cine para reflexionar y para construirnos a nosotros mismos para ser mejores cinéfilos y (pararelamente) mejores seres humanos.