Quizás el mayor problema de "Borat" es la fama que la ha precedido.
Creo que es la típica película que la ves sin avisar y te llama la atención, pero quizás el hecho de llevar tanto tiempo oyendo lo endiabladamente divertida y mordaz que es hace que tras verla acabes con cierta sensación de "no era para tanto".

Es de entender que a los kazajos les hiciera poca gracia esta película, dado el inefable, chusco y grotesco retrato que de este pueblo se hace. Y sin embargo, en ello radica parte de la ironía de la película. El pueblo gitano de Rumanía donde se rodó la película, el lenguaje que apuesto inventado, la banda sonora (en un 90% balcánica), como tantos otros detalles, no dejan de ser una burla al espectador, que seguramente tiene cierto problema en ubicar Kazakhstan y qué tipo de gente habita por allí y es capaz de tragarse buena parte de lo que le cuenten sobre el asunto.

Pero donde la película se muestra verdaderamente retorcida es cuando, como contraposición a tan asilvestrado paisanaje, se nos muestra a la tópica "sociedad del bienestar", al ejemplo de libertades y sociedad ideal que se supone constituyen los "E.E.U.yU.". Aunque la película no deja de ser una especie de CQC pasado de rosca, hay que reconocer que el periplo por los estados del sur resulta tan memorable como espeluznante. ¿Quién es el salvaje, quién el primitivo, quién el insano?

Dicen que cada vez que a Terry Gilliam le mentan una serie de palabras concretas (Bardenas, Navarra...) sufre espasmos, convulsiones y tiritonas. No fui testigo directo de las andanzas de la ilustre troupe de este señor por la zona, pero sí que queda alguna leyenda. Hoy un aldeano todavía se acordaba de aquel extravagante señor que vino a rodar y que con extraños ademanes se paseaba con el cráneo de un esqueleto de oveja que había encontrado a modo de gorro, encima de la cabeza.

Para gente que no conoce la zona decir que su elección del sitio no fue tan extraña. En los parajes desolados de las Bardenas se han rodado entre otras "Acción mutante" de Alex de la Iglesia y el año anterior, en la misma zona que eligió Gilliam, "El mundo nunca es suficiente", de la saga James Bond (en esta última el escenario simulaba ser Afganistán), aparte de multitud de anuncios de coches yendo por zonas semidesérticas. Hace bien poco ha estado Maribel Verdú rodando "Der tu ventana a la mía". Si algunos directores son capaces de rodar una escena de Sanfermines en Sevilla, no debería extrañar tanto que Gilliam eligiera para simular La Mancha una zona conocida ya en el mundo del cine, con unos paisajes que pueden oscilar entre los sembrados de secano, la estepa y el desierto puro y duro.

Cierto es que los militares del polígono de tiro cercano no tienen por costumbre avisar qué días toca bombardeo (¿va a ser que es que eso es alto secreto?). Viviendo a apenas 20 kms. del escenario, nunca he conseguido ver uno, pero a Gilliam le tocó la lotería. Lo de la hernia discal de su actor ya fue mala pata. Y creo que para rematarlo le tocó una buena tormenta de esas que en un momento transforman este semi-desierto arcilloso de formas endiabladas en un gigantesco pantanal surcado por torrenteras. De esas super-tormentas caerá una cada cuatro o cinco años, pero parece que el bueno de Gilliam volvió a hacer pleno.

En fin, que si alguno véis a Terry, mejor no le cantéis aquella famosa jota que dice "No te vayas de Navarra...". Y por cierto, ¿por qué será que ya no ha venido nadie de Hollywood a rodar aquí? ¿Tendrá algo que ver el jodido Gilliam? ;-)

Una película muy contradictoria. Junto a una fascinante puesta de escena y una visión de María Antonieta como una especie de Lady Di y chica pop, te embarga cierto tedio por cuanto la película transcurre demasiado ligeramente y obvia algunos de los detalles más importantes de su vida. Creo que en la vida real tuvo un papel decisorio más importante en la política francesa de lo que aquí se nos muestra. Sólo vemos cómo pasa la vida una pobre chica intentando combatir su real muermo. La sensación es tan contagiosa que pasada media película el muermo te invade también a ti y estás deseando que le corten ya la cabeza. Sin embargo no deja de ser una película con una visión interesante.

Magistral el detalle de "Hong Kong Gardens" de Siouxsie and the Banshees sonando en la escena del Carnaval. Si alguien recuerda el look de aquella cantante punk, entenderá mejor de lo que hablo.

Sobrecogedora. Se le ha criticado que apenas tiene argumento, y para mí es su principal baza: el hecho de que con un argumento tan simple te pueda tener sobrecogido desde el principio hasta el final.

Creo que ha pasado un poco desapercibido, pero hay un corto, un spin-off, que a los que les ha gustado la película no se deberían perder: Aningaaq
http://www.filmaffinity.com/es/film455273.html
http://www.youtube.com/watch?v=58qZLYZFY8o

Sé que tal vez me quedo en lo anecdótico, pero la verdad es que ni siquiera tengo claro si la película me ha gustado o no. A pesar de que el profesor Lurie y su hija se han convertido en algo parecido a "white trash" (basura blanca) en esa Sudáfrica post-apartheid donde seguro que muchos corazones negros rugen por dentro de rabia y ganas de macarreo por los viejos malos tiempos, me cuesta entender sus actitudes, y particularmente la de ella. Por el ritmo congelado de muchas escenas y las expresiones de Malkovich me imaginaba a veces a Bill Murray de viaje en un país en el que en lugar de llevarte a comer sushi te pueden poner un neumático en el cuello y prenderte fuego.