Nos encontramos con la maravillosa y nueva interpretación de el hombre murciélago, por parte de Cristopher Nolan que eligió para ello a un increíble Christian Bale.
Gotham es más moderna, menos gótica, pero no menos peligrosa.
Todo alrededor de este héroe de las sombras es tragedia y preservación. Por un lado el trauma tan bien contado que lo atormenta, ante la posibilidad de restaurar la paz y la armonía en una ciudad dominada por la oscuridad.
Todo, los artilugios, fotografías, la trama, los actores y escenarios me parecieron de una elección más que acertada
¡Todo un espectáculo!

Esta serie a parte de estar repleta de acción fomenta muchos valores positivos en un Japón postapocaliptico donde los demonios surgidos de un experimento fallido con la energía nuclear estan presentes por todas partes.
Como toda historia esta adolece de detractores pero también, los más progresistas lo ven como algo positivo, como en el caso de kento, que inicia una trepidante aventura para demostrar sus creencias y reparar ciertas cosas.
En su viaje se dará cuenta que no todo es tan fácil, pero nunca, desistira en su empeño.
Cabe destacar el personaje de Anna que de principio a fin me enamoró.
Es una excelente coproduccion.

No hay duda que esta sociedad se aproxima de un modo vertiginoso al caos. ¿Y qué pasaría si cuando nos sacan de ese caos no sabemos vivir?
Un reparto muy convincente en un drama apocalíptico.
Lo mejor de la película es que transmite la ansiedad y el miedo de sus protagonistas, lo peor, que toca tantos frentes que nos hace sentir tan perdidos como ellos.
Todo parece una trama muy bien urdida de autodestrucción, pero ¿será realidad o meras conjeturas?
Tan inexplicable como ir a la playa en un día soleado y no quitarse la ropa.

Se agradece que sean solo seis capítulos para una historia tan manida como inconsistente.
Ya en más de una ocasión hemos visto en el cine algo similar, cómo ponerse en la piel del otro.
Se salva por lo corto de sus capítulos y alguna que otra cara bonita.
En mi opinión Kang Dong Ho, que interpreta a un supermodelo, lo único que tiene es que es alto. Desde mi punto de vista su rostro parece haber pasado por una prensa y me resulta insulso para el rol que intepreta.
No dudo que la presencia de la rapera Kisum habrá causado furor, y cierto es que la comicidad añadida de aire LGTB a más de uno le complacerá para enaltecerla.
Respecto al desenlace: es el menos creíble que he visto en mucho tiempo.

Son muchas historias que tocan el corazón y giran alrededor de la historia principal presentada por este genial k-drama.
Ha sido un acierto evitar el humor fácil o ese toque infantil que caracteriza a muchas de estas producciones, para centrarse en el valor de la familia, el amor fraterno y valores tales como el altruismo, el respeto y la generosidad.
Desde un primer momento las relaciones interpersonales entre padre e hijo, como entre amigos es enternecedora.
Respecto al tío del protagonista, me quito el sombrero por su ambigüedad y como la relación generada con su
sobrino va evolucionando.
Pero lo más importante del argumento es que cada nueva historia sorprende y a la vez realza los valores verdaderamente importantes.
Hay una premisa por encima de todas; los fallecidos nos hablan a través de sus pertenencias y si los recordamos, nunca nos abandonarán.
Todos los actores bordan su papel y ello hace que la serie sea digna de un notable alto.
Todo un grato descubrimiento.