Tras caer el hormigón, la cámara se aleja hasta mostrarnos a los protagonistas (fotografiados con colores apagados, mortecinos y difuminados) ya ancianos, en un asilo donde continúan haciendo de las suyas. A continuación se nos intercalan los besos que nunca se llegaron a dar, como visión de que aquello es lo que hubiese pasado si alguna de aquellas veces se hubiesen besado. Pero no lo hicieron. Así que un último plano de la lata flotando en el hormigón (que enlaza con el primero) nos devuelve a la realidad, donde ellos yacen enterrados vivos en hormigón.
Y todo el romanticismo que te despertó anteriormente, a tomar viento.

Al gusto "se me va la olla y me encanta": ¿Terror?... ¿qué es el terror?: quizás una sopresa inesperada en una noche eterna de tormentas encadenadas... tal vez una sonrisa afilada rasgando las vestiduras que cubren, esconden y protegen nuestra concepción de la lógica...
El terror, el miedo elevado a su máxima expresión, no es sino la desnudez del ser íntimo frente a lo que sugiere más que muestra. Es una palabra dicha al oido cuando pensamos que estamos solos. Es el rizar el rizo en la montaña rusa de un parque de atracciones surrealista. Aparta la encarriladera, Josefina, que ya vamos quedando menos. Es una canción de amor cuando el corazón quería ensordecerse ante el ataque de las estrofas del recuerdo. Terror?... amor?... los límites de una misma línea, que al cruzarla no nos dejarán volver a ser quienes éramos. ¿Esta película?: un engaño, una sorpresa final dolorosa. Como el amor mal entendido, y tan poco recomendable.

Al gusto "voy a abrir el google y a copy-pastear todo lo que vea relacionado con la peli": ¿Copiar reseñas de otros?.. Ni hablar... por eso no paso...

Y, para acabar, al gusto "Te voy a contar mi vida en fascículos": Ví esta película porque una amiga de una amiga que está como para comerle hasta la goma de las bragas dijo de verla. Y yo, que no mojo desde que el Aznar empezó a llevar la raya al lado, no me lo pensé y me dije: en cuanto la piba sienta pánico, que la abrazo y le muestro mi técnica de desabrochar un sujetador con un sólo toque.
Pasaban los minutos, y la mierda de peli asustaba menos que el Zapatero diciendo que estaba harto y que había llegado el momento de usar mano dura.
En la pantalla se veía nosequé, cuando le dije que hacía calor (este truco es infalible) y que si no le importaba que me quitase la camiseta. Ella me miró con una sensualidad que solo los expertos como yo saben reconocer (alguien inveterado hubiese dicho que era mirada de asco), y le mostré mis pectorales aumentados por las muchísimas proteínas que contienen el lúpulo y la cebada que conforman mi dieta básica, y el abdominal hiperdesarrollado que me proporciona una línea equilibrada, y que además refuerza mi vena cinéfila, ya que a todos les recuerda el clásico "Liberad a Willy". La peli debía de ser mala, porque la chochi no dejaba de mirar el reloj mientras en la pantalla alguien berreaba como subiendo una especial de montaña del Tour con almorranas...

Mejor no seguír con el coñazo, y pediros de corazón que me voteis todos positivamente, que le echo muchas ganas y sois cojonudos y admirables; y aunque esta peli sea flojita, yo la he visto para avisaros, porque me importaís mucho... (se me olvidaba el modelo llorón).