Aunque lo recordemos una y otra vez, ejercicio importante si los hay el de tener memoria, parece increíble que hace no demasiado tiempo personas hayan sido segregadas por su religión, raza, género, nacionalidad u otros motivos. Stop: ¿Acaso hoy no sigue existiendo segregación? Y el mayor problema es que se naturaliza lo que es impensado bajo el lema de que así ha sido preestablecido quien sabe bien por qué o por quién.
En "Talentos Ocultos", el jefe de un equipo de la NASA (muy logrado trabajo de Kevin Costner) durante los años '60 en plena carrera espacial le pregunta a la "computadora" científica (así se llama a los genios matemáticos) de su equipo por qué se toma recreos tan largos y no está sentada en su puesto de trabajo con la oportunidad que se le dio. Claro, se trata de una mujer (en un equipo que sólo tiene hombres) negra (ahora sería afroamericana).a la que se le ha dado una chance única de recibir salarios ínfimos por un trabajo desgastante con discriminaciones infinitas. Entonces, la respuesta de la científica es que debe caminar una eternidad hasta el baño para gente de color y de vez en cuando debe hacerlo. Menuda sorpresa para el jefe cegado por su trabajo que reacciona cambiando las reglas al permitir que haya un único baño para que pueda trabajar más horas su empleada. Claro, la conquista o el reconocimiento de derechos (cada uno lo interpretará a gusto e piacere) es progresiva pero lenta.
"Talentos Ocultos", basada en hechos reales, narra la historia de ésta y otras dos brillantes mujeres científicas negras (en el que se destacan tanto Octavia Spencer pero también las menos renombradas Taraji P. Henson y Janelle Monáe) que trabajaron en la NASA durante el ambicioso proyecto de poner en órbita al astronauta John Glenn. Así, poco a poco vamos vislumbrando su camino hacia el empoderamiento de sus derechos. Pero claro, el tema más allá del reconocimiento de los derechos es el del cambio de mentalidad. ¿Acaso eso podrá lograrse en algún momento?, ¿serán términos como afroamericano el camino?
"Segregados pero iguales" le explica una de las científicas a su hijo. Baños para gente de color, iglesias para gente de color, colegios para gente de color, bibliotecas para gente de color (casi sin libros) y transporte con espacio en el fondo para la gente de color siempre y cuando no necesitaran sentarse los blancos. Pero nuevamente, la mayor discriminación es la ceguera y sordera del otro.
"Talentos Ocultos" se ocupa en primera plana de contar la historia de estas tres trascendentales exponentes de las minorías segregadas en pugna. Pero también, y es un gran acierto, pone la mirada sobre las discriminaciones internas en cada grupo social. Los afroamericanos (negros) son segregados por los blancos, pero también las mujeres son ninguneadas por los hombres.
Historias como la de "Talentos Ocultos", de lucha, de pasión, de perseverancia, de reivindicación que hagan cuestionarnos la historia pero también la actualidad son siempre bienvenidas.

"Las inocentes" de Anne Fontaine - Muy buena
Agosto de 1945. Un monasterio cerca de Varsovia (Polonia) alberga un oscuro secreto: muchas de las hermanas del convento están embarazadas. Entonces, aparece en escena Mathilde Beaulieu una joven e inexperta médica de la Cruz Roja que deberá ayudar a las hermanas sin que el secreto salga a la luz.
El diario intimo de la médica inspiró a Anne Fontaine para contar esta nueva historia verídica de crímenes de guerra, crímenes olvidados, con la venda de la religión siempre presente.
Estética, con una fotografía exquisita y sólidas interpretaciones la directora de la erótica Nathalie X, la poco lograda "Coco antes de Chanel" y la reciente "Gemma Bovery" logra su película más contundente.

Victoria y Abdul parte de la historia verídica, aunque sea parcialmente, entre la Reina Victoria y Abdul Karim, un plebeyo indio, siervo, luego sirviente y finalmente convertido en 'El Munshi' (maestro) que terminó siendo el secretario personal y confidente durante los últimos años de vida de la monarca.
Como resulta evidente la amistad desafiante entre la reina (y emperatriz de la India) con el indio no fue bien vista en la Casa Real y no fueron pocos los intentos por provocar su ruptura.
Cierto es que no hay profundidad en la historia y que lo que podría haberse focalizado en el choque de culturas, se convierte en una apacible historia sobre una amistad. Sin embargo, como acostumbra Frears (la Reina, Florence) el eje está en las personas y en los vínculos. Y si bien resulta poco contundente en todos los aspectos (la historia, los personajes, las clases sociales, etc.), es notable la eficacia en la dirección que con tiempos ágiles permite un momento disfrutable.

"Después de nosotros" - Buena
El tema de la película es de lo más trillado: la ruptura de una relación de pareja. Pero da un giro argumentativo que se ajusta a la realidad: no es una cuestión de amor o desamor, como su título lo indica es la economía de la pareja.
El director belga logra mostrar la opresión de la convivencia forzada de la pareja y el dolor de la separación que solo tiene un momento de respiro en un baile familiar de lo más logrado.
A pesar de que la propuesta es interesante, no logra convencer y resulta tediosa.

"Sangre de mi sangre" - Cine de alto vuelo. Excelente
Es la nueva película del atrevido Marco Bellocchio y es uno de los mejores estrenos de este año.
Dos historias. La primera se desarrolla en un monasterio, ubicado en el norte de Italia en el siglo XVII durante la Inquisición: una monja es acusada de brujería por seducir a su joven confesor -que termina suicidándose- y es sometida a infinidad de pruebas para que se descubra su supuesto pacto con Satanás. La segunda, surge inesperadamente -sin previo aviso- y transcurre en la actualidad, en la que una especie de vampiro intenta impedir que un ruso multimillonario compre el viejo monasterio en donde antiguamente fue aprisionada la monja acusada y que es su vivienda.
Así, en la primera historia Bellocchio pone el foco en la violencia de la Iglesia en la época de la Inquisición y en una historia de amor prohibido que revela la hipocresía de las familias acomodadas de la época y su relación atravesada por intereses con el poder eclesiástico. En la segunda, que sacude la pantalla intempestiva y desprejuiciadamente, el director plantea una clara alegoría de la Italia de los últimos años, sacudida por la corrupción, la ineficacia y la enorme negligencia de su clase política.
¿Se trata de dos historias que tienen alguna conexión o finalmente intenta mostrar los crímenes que en nombre de la religión se han cometido en el pasado y se siguen cometiendo en el presente? No se puede vivir en el pasado y tampoco detener el tiempo.
Mágico escenario elige el director al situar sus historias en su Bobbio natal y regala una escena final notable con una elección musical muy acertada.
¿Extraño que se haya estrenado la semana pasada y esté en tan pocas salas? Festejo que al menos lleguen, aunque duren poco en cartel, películas de tan alto nivel.