Es increible que obras maestras como esta puedan resultar casi desconocidas. Otras, por mucho menos, son elevadas al olimpo de las obras "de culto".
Una historia de lo más interesante, unos personajes con mucha fuerza y llenos de matices, unos dialogos insuperables y unos actores que lo bordan. Y todo bajo la dirección del gran Mankiewicz. ¿Se puede pedir más?

Coincido con los críticos profesionales: Buena historia, buenos personajes, buena ambientación, buenos diálogos, buena fotografía,...
...pero no coincido con algunos de ellos cuando afirman que no llega la emoción: yo sí me emocioné con su final.
Hacía mucho tiempo que no salía de un cine con la clara sensación de haber visto una gran película.
¡ gracias, Amenábar !

Lo que en manos de la mayoría de directores no hubiera pasado de Thriller entretenido se convierte, por obra y gracia de Lang, en una interesante película. La fotografía de Musuraca también ayuda lo suyo. A pesar de un final anticlimático (seguro que Lang hubiera apostado por otro), la película es digna de verse.

Esta es una película inolvidable, poblada por personajes inolvidables y repleta de secuencias inolvidables.
El virtuosismo de Ford convierte lo cotidiano en ARTE (así, con mayúsculas). Cada escena de esta absoluta obra maestra transmite más verdad, más sentimiento y más emoción que la filmografía completa de la mayoría de directores, incluyendo a muchos de los llamados "de culto".
Es prodigiosa la aparente sencillez con que la Ford resuelve de forma magistral todas las situaciones, por duras o difíciles que puedan ser. Un ejemplo: no consigo encontrar adjetivos que puedan hacer justicia a la corta escena en que dos de los hermanos, que abandonan la casa familiar para emigrar, se despiden de sus padres. Pasados varios días, no salgo de mi asombro.
ABSOLUTAMENTE IMPRESCINDIBLE.

¿Quien dijo que el Western era un género agotado?
Cincuenta y un años despues del "original", Mangold nos regala un "remake" que no solo no desmerece de su antecesor sino que en ciertos aspectos, incluyendo su potentísimo final, lo supera.
Mangold, partiendo de un guion clásico y con la inestimable ayuda de dos actores (Crowe y Bale) que "se salen" consigue mantener al público del siglo XXI literalmente pegado a su butaca desde el minuto uno hasta el último segundo.
No hay baches ni descansos. Nuestro interés por la historia y los personajes va creciendo imparable hasta llegar a un final inolvidable.
Lo dicho: un Peliculón.