Original thriller de ciencia ficción situado en los días previos al fin del milenio pasado. El ritmo frenético (aquí hay bastantes persecuciones, peleas, tiros...), los giros del guión (que no nos deja conocer le verdad de todo el embrollo hasta el final, como debe ser) y unos sugerentes planos (sobre todo cuando vemos lo que hay grabado en los cds de memoria) hacen de esta cinta un film reseñable de la cf de los 90. En contra tenemos los tópicos de siempre: la manía del "malo" de explicarle su vida al "bueno" cuando debería cargárselo de una vez, el continuo linchamiento que padece el pobre prota (pobre Ralph Fiennes), la impresión de estar viendo (y oyendo) a veces un videoclip de algún grupo de rock industrial... De todas formas, las virtudes de la cinta y la producción de James Cameron nos hacen saber que pasaremos un rato muy entretenido. Además, es interesante comprobar que, junto a "Dark City", "Días extraños" es una de las películas que abrió camino a la obra que revolucionaria el género años después: "Matrix".

Envidiable debut el de Ridley Scott, una película de época en la que la trama gira alrededor de la recuperación del honor mancillado a base de duelos frustrados, tornándose con el paso del tiempo en el más disparatado de los ridículos. Una excelente fotografía (a destacar los encuadres de la campiña francesa) y una acción llevada con soltura además de un correcto seguimiento histórico convierten al film en uno de los mejores de su autor, un irregular Ridley Scott que siempre llevará el lastre de que casi todas sus mejores películas fueron las primeras (ésta, Alien y Blade Runner).

Uno de los mejores directores del género fantástico (y de los mejores en general de las últimas décadas), Tim Burton, comenzó sus andadas cinematográficas con esta película freak hecha para el lucimiento de un cómico (es un decir) aún más freak. Las pedorretas e histéricos tics de este personaje se combinan con algunos decorados que comenzaban a perfilar la imaginería Burton. Sólo para incondicionales del director.

Descorazonador thriller protagonizado por un esquelético Christian Bale (el nuevo Batman). A pesar de tirar mucho de los tópicos, la película logra tener una identidad propia que la hace bastante interesante, a pesar de su algo irregular desenlace. A destacar que está producida con capital español.

Reconozco que me quedé enganchado a esta peli desde el comienzo, creyendo que me encontraba ante un grato espectáculo de aventuras. Y así lo creía hasta que la trama giró para enseñarnos las vivencias de unos "hippijos" en una islita que es la "hostia de la muerte" porque allí fumamos maría todo el día con alegría. Aún así, la cosa seguía siendo interesante, pero a pesar de tramos interesantes (una impactante secuencia con tiburones), comienzan a aparecer fragmentos bastante sonrojantes (uno relacionado con un videojuego en medio de la selva y otros protagonizados por un Di Caprio desquiciado). De todas formas la peli se ve sin problemas y la banda sonora (desde Blur y Moby hasta las olvidadísimas All Saints) es un buen catálogo de música pop, aunque esperaba más de Danny Boyle, creador de cosas tan estimulantes como "Trainspotting" o "28 días después". En definitiva, este "Trainspotting" isleño le ha funcionado sólo a medias, señor Boyle.