En el camino de explicar historias, Oscar Pérez se pasó a la ficción con estela de NoFicción. Y le ha salido un conjunto de situaciones que se contemplan desde la realidad de dos familias que pivotan alrededor de un hijo compartido. Actores y no actores conviven estupendamente. El ritmo es pausado dentro de lo que hubiera podido ser un melodrama pero que la elipsis y la contención convierten en un relato emotivo. Ese paisaje del Delta de l'Ebre, ese acento catalán, esos secundarios le aportan la patena de realismo que la historia necesita para navegar por la ficción de forma convincente.

De la primera parte del film me quedo con la reflexiçon sobre el lenguaje como forma única de entender y expresar el universo y la necesidad de aprender como forma de comprensión global. De la segunda parte reniego de esa idea new age del destino como aceptación de lo que está previsto para cada uno. Es un mensaje hiperconservador propio de sectas. Y de religiones monoteístas

Tenía ganas de ver la ópera prima de Cassey Affleck como director. Un melodrama Sy-fy. De dos horas. Él está espléndido y la química con su hija de ficción funciona muy bien. Pero la historia no aguanta tanto tiempo. Algunos clichés de género no le ayudan y ellos solos no aguantan tanto. No obstante tiene momentos grandes como el arranque de la peli. Unos 15 minutos donde Affleck le cuenta el cuento del arca de Art a su hija. Recuerda aquellos momentos del cine de Marc Recha, especialmente en "Un día perfecto para volar" donde el poder de lo narrativo proviene de la fuerza de la oralidad, del cuento y del momento del cuento. Donde el cine y su lenguaje pasa a un segundo plano. La palabra toma la pantalla. Esta primera secuencia es la que le da calidad en la película.

Vista en l'Alternativa, Festival de Cine Independiente de Barcelona. Potser la primera gran peli de la secció oficial. "La tempestad" de la mexicana Tatiana Huezo. De cómo explicar una realidad terrible y al mismo tiempo transmitir ternura, bondad y amor. El uso de la narración oral combinado con las imágenes de ese México de Road Movie es formidable. Ese mundo acuático, casi como reducto desde lo amniótico y que ahoga la parte final del film resulta de una fuerte carga poética y mágica.

"Minding the gap" te acerca a aquel extraño momento en que eres niño y adulto al mismo tiempo. El documental refleja muy bien ese momento en que todo fluye desde lo infantil y llega el momento exacto en que todo se vuelve una auténtica basura. No ayuda que vivas en una ciudad con un paro terrible, Illinois.

La película es un formidable espejo donde uno ve cuando un mundo se desmorona y debes construirte uno propio para sobrevivir. Again and again. Muy buena.

Hay un tipo llamado Zack y otro llamado Keire que son los que le dan calidad a la peli.