Una historia con bonitas imágenes y una sobreactuación de los actores, para dar vida a un argumento muy exagerado que, a partir del minuto 60, sólo los muy ingenuos se creen.

Se deja ver a cámara rápida, aunque tiene un final previsible y bastante vulgar, con un papel muy al servicio de la vanidad de DiCaprio.

Nada que ver con lo que uno se espera de los Coen:
1.- El argumento no engancha como en las dos series anteriores.
2.- Desviaciones del hilo principal durante mucho tiempo
3.- Giros inverosimiles para resolver la situación.
4.- Relaciones que se establecen entre personajes no creíbles.
5.- Si la historia ha sido verdad, los guionistas la han investigado muy poco.

Tiene una buena intriga siempre y cuando uno sea bastante crédulo, porque trata con un personaje atípico, muy exagerado en sus actitudes y hechos, pero bien interpretado, es decir, la película entretiene si uno no es muy crítico.

El final es curioso y sorprende, pero no llega a ser una película de denuncia, cosa que se echa en falta.

Me ha sorprendido la manera de contar una historia policiaca combinando tantos elementos dramáticos: humor, suspense, sentimientos, intriga, etc.

Se trata de una serie bien planificada con sus 10 capítulos que no se hacen largos, que son agradables de ver, que siempre revelan algo nuevo y que los giros están muy bien justificados. Más que los diálogos, lo que sorprende es el modo de contar la historia sin que se haga larga y no aburra, sin forzar a los perosnajes. Es una serie que mantiene un ritmo y un tono adecuado y que permite muy bien un segundo visionado.