Y vamos con otra de nazis. No es que me gusten demasiado las películas sobre el Holocausto judío, pero desde que leí "Odessa" quería contrastar su adaptación cinematográfica (creo que la vi de niño, pero no me acuerdo). Ahora que ha caído en mis manos esta posibilidad en una edad adulta, he comprobado que está muy lograda. Si la novela de Frederick Forsyth es magnífica, aquí Neame consigue narrar con el mismo brío y entretener como lo hace el libro, además de obligarte a pensar sobre unos sucesos que fueron reales (el propio Forsyth investigó y se documentó sobre la existencia de esa organización de apoyo a los criminales de guerra).
Si bien el director no pudo contar con la implicación del escritor en el proyecto, la versión al cine de "Odessa" sí tuvo como asesor al mejor que podía existir: Simon Wiesenthal, el genuino "cazador de nazis", que aparece además tanto en el libro como interpretado en la película.
Jon Voight da vida a un Peter Miller muy creíble por su aspecto germano y el resto del reparto también está bien elegido (aunque en la novela Sigy sea rubia, Mary Tamm cumple igualmente).
En definitiva, una fiel reconstrucción de un libro que, en mi opinión, debería estar entre los mejores del S.XX.
Y como colofón, Andrew Lloyd Webber compone la banda sonora. Todo un lujo.

"Arac attack" es una simpática producción que trata de homenajear claramente, al igual que otros films como "Temblores", a esas viejas cintas de serie B (no hay más que observar qué películas le gusta ver en TV al chavalín). Mucha gente relaciona este tipo de cine con bodrios. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Directores más experimentados y de renombre se han estrellado con productos peores que "Arac attack".
Si buscas una película con buena fotografía, música, guión trabajado y sobre todo, elaborada, seguro que te parecerá mala. Pero si has visto previamente pelis de serie B, ya sabes lo que va a aparecer: Actores de segunda o tercera fila, un pueblo pequeño en el que nunca ocurre nada reseñable, efectos especiales más bien rudimentarios, diálogos y frases sencillas pero con su gracia...
A destacar la presencia de una debutante Scarlett Johansson (bien escogida como hija de Kari Wuhrer, pues ambas comparten rasgos parecidos si nos fijamos) y del incombustible de la saga "Scream", David Arquette.
Un entretenimiento que no asusta en demasía y que puede hacerte pasar un buen rato, que es lo que pretende y no arrasar en la carrera hacia los Oscars. Mi nota: 6,4

Para mí, "El fin de los días" es una de las mejores películas de Peter Hyams e incluso del propio Schwarzenegger, el cual pareció darle un respiro al espectador dejando de lado su típico papel encasillado de héroe que todo lo arregla a puñetazos y con armas. Y es que aquí el verdadero protagonista es Gabriel Byrne, un magnífico actor secundario que, poco a poco, está adquiriendo la dimensión que se merece dentro del cine actual. En esta película interpreta al demonio y lo hace con solvencia (si bien probablemente nunca nadie podrá superar la soberbia interpretación de Al Pacino en "Pactar con el diablo"). Si a todo esto añadimos que el guión presenta un argumento muy entretenido, creíble y terrorífico como debe ser una muestra del género, decididamente no entiendo cómo los críticos de cine puedieron infravalorar tanto este estupendo film.

Un trabajo hecho para televisión por Franco Zeffirelli que será recordado como una inolvidable película que merece la pena revisar para conocer el Evangelio sin necesidad de sufrir como en la versión de Mel Gibson. Las interpretaciones son excelentes, combinando actores de primera línea con buenos secundarios. Curiosamente, el papel de Jesús fue encomendado a un actor de una filmografía poco destacada como Robert Powell, quien, sin embargo, puede ser calificado como el que mejor ha dado vida al personaje más influyente de nuestro mundo para los cristianos. Pocas veces una mirada ha transmitido tanta paz espiritual y, al mismo tiempo, una fuerte personalidad como en el momento de la expulsión de los mercaderes del templo. Además, según las crónicas que describen al Mesías, su fisonomía se ajusta perfectamente a lo indicado.
Lo único que puede disminuir la calidad de la película es su larga duración y que en algunos pasajes se ralentiza demasiado; pero no debemos olvidar que fue ideada en principio como miniserie y que esas escenas más lentas parecen querer enfatizar en las enseñanzas y mensajes de bondad y amor que predica Jesús.
Por último, la banda sonora de Maurice Jarre es, simplemente maravillosa, impactante, mágica y tierna

Algunos críticos han calificado "Que se mueran los feos" como una comedia rancia y casi del "landismo". Pues bien, si fuera rancia, no tendría gracia y aquí hay momentos de verdadera carcajada (atención a cada intervención de Julián López, que da mucha vida a la película). En cuanto a lo de tomar las de Alfredo Landa como referente, yo más bien diría que Nacho García Velilla ha reinventado el género de la comedia rural costumbrista, adaptándola a tiempos modernos y con una realidad social agridulce que existe le pese a quien le pese. Pienso por ello que el "Eres tú" de Mocedades es un tema muy bien elegido para simbolizar lo que pretende la película, con un colofón coral digno de reseñar como culminación a esta historia. La música de Juanjo Javierre, al igual que ya sucediera en "Fuera de carta", constituye un complemento muy bueno para ello.
Magnífico Javier Cámara (que ha crecido mucho como actor), rodeado de unos secundarios de excepción cada uno en su papel (incluso el "chulito" de Hugo Silva realiza un rol muy a destacar y aquí está algo más "afeado"). Mérito también para Carmen Machi, con la que terminas empatizando a pesar de ser una actriz que tampoco me gusta demasiado. Juan Diego se basta solo en esos monólogos sermoneadores que suelta y yo resaltaría también en esta comedia a Tristán Ulloa e Ingrid Rubio. Quizá lo de Kira Miró es engañoso, porque aparece muy poco rato; pero en general todos consiguen que "Que se mueran los feos" esté a la altura de la premiada "Fuera de carta" con una temática distinta y un guión que da la vuelta al enredo con mucho ingenio.
Reconozco que tal vez no soy tan objetivo como quisiera, pues esta película se rodó en Huesca y su provincia, e incluso conozco a gente que aparece en ella. Por ello no voy a darle el sobresaliente, pero sí creo que se merece el notable.