Un film bastante fiel al original, pero como película de terror se queda un poco atrás, menos planos tétricos y una atmósfera en general menos siniestra. Supongo que simplemente los directores asiáticos de J-Horror son inimitables en ese aspecto. La maravillosa interpretación de Connelly mantiene a flote la reputación de este remake. Francamente, si se tomara como un drama con ciertas dosis de suspense en vez de como una película de horror en sentido estricto ("película de miedo" que se dice) quizás se podría tomar más en consideración. Para mí, en principio se trata llanamente de una historia triste y de una película aceptable para matar el tiempo pero no para lanzar cohetes.

Suscribo lo que aquí comentan muchos, es el remake que todo clásico del terror merece. Todo un homenaje al Evil dead de Sam Raimi caracterizado por su fidelidad, su lúgubre y perturbante atmósfera y sus planos tétricos en un ambiente totalmente endemoniado. Pocos se atreven a reiterar lo sanguinario y gore de las películas ochenteras, esta vez con un toque de producción excelente. Casi de meterte en la película te llega a saber la boca a sangre. No eludiré que algún que otro topiquillo de película juvenil se escapa, pero muy tímido, y sobretodo lo que agradezco es que no haya sexo gratuito, me pone enfermo. La guinda final es totalmente inesperada y espectacular. No quisiera spoilear, pero solo daré un pista: me recordó a una canción de Slayer y y se me erizaron los pelos.

No se al resto de la gente, pero a mí me parece la mejor película que existe de cine mudo, y una de las mejores películas de la historia del cine. Por unas razones de las cuales son básicas las siguientes: La interpretación corporal de los actores es digna de genios del talento dramático, y la ambientación es la perfecta para una historia de vampiros. No tiene desperdicio esta obra que te mantiene intrigado durante su transcurso y a la vez maravillado con el buen cine mudo del expresionismo alemán.

La verdad es que un retrato tan maravilloso de una era muy olvidada de la historia China, aquella de los reinos combatientes, así como la espectacular interpretación y dirección artística no merece desde mi perspectiva tanta inconsideración como he podido ver en las críticas. Quizás no sea una lección completa de filosofía confuciana, pero deja entrever la posición de uno de los mayores sabios de la historia oriental en uno de sus momentos turbulentos. Es el retrato de un hombre de rígidos principios éticos que soñaba con la paz en una era en que los seres humanos solo soñaban con el poder y la guerra. Es este elemento severamente transgresor del filósofo lo que pretende dejar ver esta película, esa transgresión que más tarde se convertiría en la forma de vida predominante en China. La banda sonora cautiva, aunque hecho de menos cierta dedicación a las formas musicales más propias de la época y de la cultura para un retrato más realista. Pero en términos generales, la película se merece una buena nota y por supuesto merece ser recomendada. Creo francamente que algunas críticas rozan el delirio, porque parecen resistirse a ver más allá de una superproducción meramente entretenida.

Esa es la meta de esta durísima película y la realidad es que lo ha conseguido. Todo aquel que vea la película posiblemente jamás habrá empatizado tanto con un ser humano en condiciones tan precarias como Lilya. Tanto es así, que yo hasta he sentido una impotencia inmensa que jamás había experimentado viendo una película. Los que vean la película lo entenderán. Claramente no es apta para corazones sensibles.