La verdad es que me sorprende el rechazo casi unánime que ha cosechado esta coherente película por parte la gran mayoría de los críticos, tanto en los USA, incluido ese nuevo referente en que se ha convertido Rotten tomatoes, como en España, donde sólo puntuales medios la han valorado en su justa medida. Vamos a ver: si uno va a ver una peli en que el director es Renny Harlin, un consumado especialista en el cine de acción, está protagonizada por un guapito ex-crepusculito inflado de esteroides como Kellan Lutz y además ves un ruidoso trailer que no engaña a nadie, uno no puede esperar más de lo que este Hercules nos proporciona: acción a tope, peleas tipo Matrix a cámara lenta, diálogos infantiles y mucha testosterona. A nadie se le escapa que no está dirigida al (respetable) público que le guste el cine intelectualoide de Isabel Coixet o Lars Von Trier, pero vaya, hay todo un gran segmento de la población, entre los que me encuentro yo, que no le hago ascos a una película que simplemente me entretenga y me lo haga pasar bien, aunque se pasen por el forro la historia o sus interpretaciones no sean de Oscar.

Para mi, son tan válidas propuestas como la de Ladrona de Libros, que intenta reflejar sensibleramente el drama de la ii Guerra Mundial, como propuestas más frívolas como Evasión o Victoria o 12 en el Patíbulo (y ,esperemos,la prometedora Monument Men), en que se toman licencias argumentales alegremente y modelan a su antojo la realidad histórica con el único objetivo de que sea más agradable y ameno el visionado para el espectador. Son registros diferentes y, en justicia, deberían ser juzgados en consecuencia.

El caso es que a mi no me ha decepcionado en absoluto este Hercules versión Gladiator, con una trama made in Disney y que nos deja varias escenas para el recuerdo, a parte de la reválida de Kellan Lutz como héroe de acción.Una excelente peli sin pretensiones que te hace pasar un buen rato.