Tenía muchas ganas de ver la película, y sin duda superó mis expectativas. Un chico, que por su modo de vida es un forastero, y que se dedica a observar a la sociedad. Por su historia me recordó un poco a Naked, pero si en Naked todos los sucesos parecían forzados y poco creíbles, aquí transcurren de manera tan natural como respirar, y sin la pedantería del film de Mike Leigh.
Niko se siente ajeno al mismo carnaval de la sociedad, pensando que ya nada vale la pena. Pero hay esperanza. Al final del día encuentra una causa, y obtiene su anhelado café como recompensa, como símbolo de una nueva especie de vida.
Magníficas actuaciones de parte de todo el elenco, pero especialmente Schilling, el actor que encarna a Niko. Habrá que estar pendiente del director Gerster, pues luce prometedor

Yo vi la versión del director y no me pareció tan mala como todos dicen. Antes de continuar, debo decir que Daredevil es uno de mis súper héroes favoritos, por muy diversos motivos, así que estaba dispuesta a ser lo más estricta posible y destrozar el film de cabo a rabo, pero no es el caso . La película logra captar algo del espíritu del héroe, pero no llega a ser su fiel retrato.
Paradójicamente, entre lo mejor del largometraje está Ben Affleck. Como lo oís. Parece que estoy desvariando, pero es que en su limitada actuación es de lo más fiel que vamos a encontrar, pues logra dar un aire al viejo Murdock. También está Michael Clarke Duncan, pues su Kingpin es brutal, aunque sea negro. Sin duda lo más sobresaliente. Mención honorífica para el que hizo de Foggy, que también encarnó lo mejor posible a su personaje, dadas las circunstancias.
Entre lo malo, Bullseye, Elektra y la banda sonora. Respecto a Bullseye, sé que su traje original no parece muy digno, pero el que le pusieron es peor, y sus motivaciones son totalmente infantiles. Elektra, ay, Dios del amor hermoso, no se parece más que en el traje. Para empezar, aunque respetaron lo de los orígenes griegos (su padre era embajador, no mafioso), se saltaron por donde bien les pareció su entrenamiento con La Casta, y su posterior ingreso a La Mano. De ser la mujer fuerte y dura que todos conocíamos, pasó a ser la niña mimada de un papi mafioso, que al parecer aprendió artes marciales por su cuenta. La banda sonora... Pues qué puedo decir, si un una escena que se supone de gran emotividad y solemnidad pusieron una canción de Evanescence.
En fin, tiene cosas muy malas, pero sus virtudes logran salir ganando, aunque por muy poco, siendo honestos.

"La grande bellezza" me ha encantado. De unas escenas anodinas y vacías va progresando hasta convertirse en una auténtica delicia, a la que hay que tenerle paciencia, pero esa paciencia se verá recompensada. Un descomunal Toni Servillo como Gep, muestra la superficialidad de Roma, característica que es aplicable a la mayoría del mundo actual, y de la que muy pocos se salvan. Me enfada que no haya ganado en Cannes el año en que fue exhibida.

No entiendo por qué ha sido recibida tan fríamente. ¿O quizás la he recibido de una manera demasiado entusiasta? El caso es que desde el tráiler se nos había prometido algo grande, y Benett Miller ha cumplido bastante bien.
La gran cualidad de "Foxcatcher" son las actuaciones. De dos actores de los que no tenía ninguna esperanza (Carell y Tatum) y de Ruffalo, que no he visto mucho, salen unos trabajos de representación increíbles. Se diluyen completamente en sus personajes: en ningún momento se puede asociarlos a sus anteriores películas. El mejor de los tres, sin duda, es Carell, convirtiéndose en una chantajista emocional como pocos. Unas muy merecidas nominaciones al Oscar por parte de Ruffalo y Steve (se echa en falta una para Tatum), que no ganarán, pero al menos se reconoce lo que han hecho.
Respecto al trabajo de dirección, hay algunos pedazos de metraje que huelen a relleno, pero Miller rápidamente los pasa por alto para volver a centrarse en la trama. Aún mejor, ha creado el ambiente depresivo ideal para esta historia.
La música es decente y sabe dotar a cada momento del sabor necesario, aunque tampoco sobresale mucho.
Tiene sus cosas cuestionables, pero aún así, me ha encantado (a destacar sobre todo ese tramo final, precioso).

Dos matrimonios se reúnen para resolver, de manera "amable" los problemas que han surgido entre sus hijos. Porque ellos son "adultos" y son "civilizados". ¿De verdad? Es la pregunta que nos hace directamente Polanski. Sobre todas las demás preguntas, la cuestión: ¿de qué vale ser civilizados cuando en lo más hondo de nuestro ser no soportamos a nuestro vecino, nuestro colega, nuestra familia? ¿No sería mejor vivir de manera auténtica, exhibiendo nuestra cara verdadera? ¿De qué valen todos nuestros deseos de trascendencia, si la mayoría de la humanidad lleva dentro de sí "un dios salvaje"? No por nada, a los que no lo tienen, los admiramos. Así, pareciera que la vida no es más que un teatro constante donde estamos obligados a convivir unos con otros, autoconteniéndonos de manera frustrante. Pero todavía hay esperanza, parece decirnos Polanski con su final.
Brillantes actuaciones de parte de todo el elenco y un curioso cameo de Polanski. Si no tiene un diez es porque, a pesar de durar una hora y veinte minutos, a mi parecer es algo lenta en arrancar.