Desgraciadamente tenemos las orejas para oír y claro, estar oyendo durante una hora y tres cuartos, unos diálogos tan desconectados entre sí y que uno no sabe si es defecto del traductor, duele mucho, porque si estoy siguiendo una historia sobre adolescentes y me suenan a ardientes frases de adultos, me destroza por completo el cuento infantil de la Caperucita y el lobo feroz.

Aparte de las incongruencias que pueda haber en el guion y la falta de muchos datos sobre esta parejita, también me sobraría la narración en off, más que nada porque no me suele gustar que me lean un libro si lo que estoy es viendo una película.

En fin, ni con la narración ni con la imagen me ha llegado a emocionar. Eso si, me ha parecido interesante, esa manera de contar una historia juvenil (y me refiero a quinceañera) utilizando una historia que cuadraría más con los folletines turcos.

Me he guardado una de las frases para el final "primero quieres venir aquí y ahora te quieres ir" (frase infumable, imposible, que se oye en el aula del insti, con lucecitas compradas en un bazar chino) bueno, pues eso es lo que me paso a mí.

Ha salido radiante de la digitalización efectuada por Filmoteca, esta pequeña obra maestra de Berlanga. Rescatada de un largo de episodios, producto de una colaboración entre tres países, este episodio de Berlanga nos demuestra todo y más de lo que puede hacerse con un burro y una pianola en descomposición.

Con estos elementos y mucho morro, se planta en medio de las avenidas madrileñas dejando atónitos a todos los transeúntes que pasaban por allí, ahorrándose una pasta en figuración. Una feria y un camino polvoriento le bastan para poner en pie una de las fábulas de La Fontaine con su desparpajo y con el divertido y a la vez hiriente guion de Azcona (que nunca sabremos si tanto monta, monta tanto en el burro de Hardy y si llegaron a zampárselo en una cena). Acabo aplaudiendo la iniciativa de Filmoteca que lleva años efectuando estas recuperaciones, pero que deberían hacerlo más a menudo y ofrecerlo a un público ávido, como yo, por ejemplo.

Te echamos de menos Berlanga/Azcona.

Apasionado de estas "Horror Stories" sacadas de la vida real y te encuentras con esta Jolly mitad mosquita muerta mitad pendeja y en un entorno como la India milenaria y devoras el relato, la manipulación, las mentiras, todo lo que puedas imaginarte de esta experta cocinera, sobre todo con las especias y en especial con el curry al que mejoraba con unas gotitas de cianuro, excelsa combinación para la casi exterminación de una rica familia.

Vamos oyendo los testigos que a veces son muy desconfiados y otras veces todo lo contrario, almas de dios, si yo desde la butaca gritaba, cuidado con el curry!!!.

Estas historias al igual que la serie de reportajes "Luz en la Oscuridad", no se si son o no mejor que las ficticias, pero se las traen.

La recomiendo a todos aquellos que creen que la ficción nunca superará la realidad.

No puedo dar mas de un 6 (Si fuera una historia de American Horror Stories, seguro que la nota seria mas alta, c'est la vie)

Pienso que tiene una idea original. Veamos, trastoquemos una escena muy repetida, la del niño que le pide a un mayor que le cuente una historia, un cuento. Casi siempre será uno dulce y asimilable, con princesas, animalitos y cosas así, para que el lindo infante se duerma y sueñe con la fábula (ecológica, últimamente funcionan muy bien). Pienso también en lo que está tan de moda: los "cuenta cuentos", una historia contada por un adulto para jóvenes e incluso también para adultos.

Pero, en Dark Girls, que podría llamarse Dark Kids por la juventud de las actrices, son los niños quienes cuentan los cuentos a una guapa y trempada monitora. Cuentos para helar la sangre.

Lástima que esta idea, que también me sugiere un estudio sobre la inocente crueldad infantil, no vaya por ese camino (pero claro quizás no era este su propósito) y además ya hay excelentes filmes sobre este tema, sin ir más lejos, The Inocents. Finalmente todo se queda en un apunte, en un resumen de historias inacabadas y que no llegan al espectador. En una palabra, se me antoja (visto que hay 4 directores noveles) que es como un ejercicio "fin de curso". La idea no es mala pero tendremos que esperar a la próxima.

Hay, Yolanda, Yolanda, tu no interpretas, tu vives. Pero te prefiero sin guiones.

Vicky, hagas de madre, de hija, de anciana..... es que estás divina de la muerte, querida Vicky. Claro es que lo tuyo es el teatro y en cine y TV te has prodigado poco.... Una lástima, para mí, claro.

Corbacho, porqué no intentas hacer una serie con personajes de tu edad y no una de tantas con personajes al borde de un ataque de juventud, de humor, sí pero de humor para mayores, a ver si de esta manera nos reímos también los mayores, de tu edad por ejemplo.

Abril, yo te agradecería que aprendieras de la gente con la que trabajas, en el cine y la TV, claro, y te dieras cuenta que a veces se agradece una sobreactuación como la de Yolanda o una sobriedad como la de Vicky (y es que de tan natural que quieres ser pareces sacada del juego de la verdad (podías cambiar al juego de "Verdad o mentira") No, estás bien en otros momentos , pero en un rol como este podrías "pasarte" un poco.

Bueno, pues aquí, esperando una segunda temporada, pero, por favor con Yolanda, Vicky y "Selvas" guapetón.