Michael Moore se toma a choteo la industria armamentística yanqui y pone por las nubes a sius amigos los canadienses, a los que un tontuelo Alan Alda decalra la guerra por simples razones económicas.

Una comedia política agradable y muy en la líneas de Moore.

Pistolas láser por aquí, misterios religiosos dignos de Dan Brown por allá, ambientación acertada, algunas improbabilidades fáciles de aceptar, una realización solvente (con vistosos planos aéreos y cosas por el estilo), una BSO de Amenábar y actores trabajando a un nivel aceptable (Noriega podría hacerlo mejor, pero tiene un pase... Y Mollá resulta bastante convincente haciendo de andaluz) configuran un filme bastante entretenido cuyo visionado no engorda ni adelgaza.

Se deja ver bien.

Para empezar, diré que "Planet terror" me entretuvo. Resulta refrescante que en plena era digital se reivindique el grano, lo analógico y lo imperfecto. La película tiene más ambiente que todo el aséptico cine de terror actual (decorados envejecidos, iluminaciones poco estéticas), lo cual le da un tono retro más que logrado.

Por otro lado, el filme goza de una sana escatología de esas que no veíamos desde Peter Jackson. Y el humor está simpre a la vuelta de la esquina. Robert Rodriguez es consciente de que semejante mamarrachada no puede hacerse en serio.

Y ahí está la pega. NO es un filme cutre. NO es accidentalmente humorístico (como sí lo son los filmes de Uwe Boll o el "Faust" de Brian Yuzna), así que uno es siempre consciente de que está viendo un juego cultista.

Además, pese a la buscada "cutrez" del filme (gore reventón etc), cierto nivel es imposible de evitar: los efectos digitales son buenos (verbigracia: esa pierna-metralleta) y los actores no pueden actuar torpemente, pues son profesionales.

¿Acaso resulta cutre Bruce Willis haciendo de soldado? ¿O Naveeen Andrews en su papel?

Y es que trabajar con técnicos, actores y diseñadores de gran nivel implica un estándar mínimo de calidad inevitable.

Cosas que impiden ser realmente costroso al filme.

Mi sugerencia: Pidan que alguien de la Fantastic Factory haga la próxima peli de "Grindhouse". éscríbanle un guión simpático, denle cuatro chavos para rodar y déjenle suelto.

Seguro que el resultado será REALMENTE casposo.

Partiendo de un concepto bizarro (Freddy y Jason en un mismo largometraje), Ronny Yu dirige (con bastante imaginación) una tontería gigantesca para paladares poco exigentes y geeks del cine de terror menos exigente.

Una chorrada increíble con buenos FX, ingenioso trabajo de cámara, presupuesto abultado y unos "actores" de vergüenza ajena.

Como está el Hollywood del XXI, por Dios...

A medio camino entre una peli de Tony Scott y otra de Guy Ritchie está "La prueba del crimen", un molón thriller policial con deje Tarantinesco y un guión no excesivamente interesante. La mayor parte de los puntos fuertes de la historia suenan a ya vistos, los tiroteos salvajes se acumulan y hay más palabras malsonantes por minuto que en el "Casino" de Scorsese. Pero... ¡ojo! No faltan las virguerías auiovisuales: planos imposibles, montaje para personas con TDA, BSO ruidosa...

Y ahora hablemos de Paul Walker: sí, el chaval es un bollicao enamoraféminas, pero como actor alcanza niveles de sosería capaces de superar a los del mismísimo Keanu Reeves. Y aquí es el protagonista, queridos amigos.

Por otro lado, las trampas de guión -que no voy a enumerar- se acumulan, demostrando así la "inteligencia" del guionista.

Y aún así y con todo, la peli de marras tiene una escena genial en la que se trata a unos pedófilos como mucha gente los trataría...