Romanticismo para adolescente y niños.

El filme resulta pesado como el plomo y no atrapa ni a los más románticos.

Cuenta la historia de una muchacha norteamericana y un muchacho europeo que se conocen en París, se hacen amigos y se enamoran, a la vez conocen también a un elegante anciano británico y juntos los tres se lanzan a viajar hasta Italia sin consentimiento de las familias de los jóvenes.

Lo dicho, peli plomazo.

Es una película de animación, de las de plastilina animada, pero no para niños sino para adultos.

Una niña de Australia y un gordo de EE.UU., ambos almas solitarias, empiezan a cartearse y establecen una amistad más allá de la distancia y el hecho de nunca haberse visto.

Graciocísimo el viejo vecino, disminuido en silla de ruedas, que vive en frente de la niña. Se harta uno de reír, porque el hombre padece de agorafobia y no sale de su casa para nada, pero cuando lo intenta, sea el minuto de la semana o del mes que sea siempre pasa algo que casi se lo lleva por delante. Ja, ja, ja.

Animación muy ácida e inteligente. Repito, en modo alguno para niños.