¿Esto es una película o es un videojuego? Dios, me ha dejado anonadado. Realmente no me esperaba este nivel de frikismo pero ahora puedo decir que agradezco que se haya incorporado, vaya deleite. Y es que para cualquier aficionado a los videojuegos ver todos esos gags hace que esboces una sonrisa recordando viejos (y no tan viejos) tiempos. Y eso que la película empieza más bien moderada en ese aspecto pero según se va avanzando aumenta el nivel de "espectáculo visual". Larga vida a las películas con aire de videojuego, no las películas que dicen ser basadas en videojuegos y cuyo parecido es mera coincidencia.

¿De qué va la película? Pues tenemos a Scott Pilgrim (interpretado por un brillante Michael Cera, visto entre otras en "Supersalidos"), un chaval de 22 años que está en una banda y un día conoce a la que él cree es la mujer de sus sueños, Ramona Flowers (una guapa Mary Elizabeth Winstead). Sin embargo tiene un problema, si sale con ella tiene que derrotar a sus ex-novios, sus 7 ex-novios que tienen superpoderes. Entre estos ex-novios hay actores como Brandon Routh ("Superman Returns"), Chris Evans ("Los 4 Fantásticos", futuro Capitán América) y Jason Schwartzman, destacando este último.

Un aspecto que hay que destacar y que sobresale son duda: las peleas. Son increíbles tanto por lo visual (pura delicia) como por los protagonistas, aunque como bien se comenta por ahí tanta pelea al final se hace un poco larga y acaba agotando, lo que hace que no alcance una nota superior. Pero no hay nada que reprocharle en cuanto a contenido, es todo espectacular y las situaciones cómicas están bien conseguidas.. La música además es buena y no se hace machacona como en alguna otra película.

¿Aburrimiento? Ninguno. La película esta llena de situaciones que te harán poner cara de "¿pero qué coño...?" sin que se te caiga la cara de vergüenza, todas juntas sirven para dar una agradable y divertida imagen del film. Una película recomendada a todo el mundo. Y ahora a ver qué doblaje le ponen en España.

Resumiendo, me lo he pasado en grande.

Hubo un tiempo, lejano ya, en que James Cameron se dedicaba a hacer películas de verdad y no productos para las masas ("Titanic", "Avatar"). La saga "Terminator" y esta secuela son un buen ejemplo aunque concretamente esta no raye a buen nivel por diversas cuestiones. Sin embargo, la premisa de partida era bastante aceptable: volver al lugar del "crimen" (ese planeta maravillosamente hecho) a repartir estopa y devolver al infierno a estos hijos del averno. Y todo ello supervisado por la heroína Ripley.

Sin embargo, el resultado final es un triste quiero y no puedo que convierte una película que optaba a ser referencia en el género a simplemente una de tantas con bichos, con buena ambientación, buenos efectos, buena protagonista y guión regulero tirando a malo.

La parte central de esta película son las batallas:
- Que si hombres contra dragón.
- Que si enanos contra elfos.
- Que si enanos contra hombres.
- Que si enanos, elfos y hombres contra orcos.

En el momento en que todas estas disputas territoriales ocasionadas por carecer de Constitución producen vergüenza ajena y bochorno porque se nota cantosísimamente que es todo falso y que estas escenas podrían pasar perfectamente por la cinemática del videojuego se comprueba la involución. Sin tanto efecto en la trilogía "buena" (rodada una década antes), las batallas eran mucho más interesantes, épicas y disfrutables. Aquí dan lástima. Por no mencionar las escenas de Legolas a cada cual más surrealista que la anterior. Solo le faltaba la chaqueta de cuero.

De la historia no se puede decir nada porque no tiene. Entre efecto digital y efecto digital a veces aparece Bilbo, y otras veces Gandalf. De la historia de amor interracial solamente se puede decir que es nauseabunda. Casi tanto como el dinero que puede utilizar Peter Jackson para limpiarse el culo. Menuda broma la trilogía del hobbit. Hasta la banda sonora es rutinaria y poco influyente.

Solo recomendable para fanáticos del 3D y cuñados.

Me esperaba más de esta película, la cual suponía una de las (pocas) buenas del género de acción de principios de los noventa. Además contaba con dos primeros espadas en esto de repartir hostias como Van Damme y Lundgren.

La trama se presupone interesante, unos supersoldados con una fuerza descomunal, elevada velocidad y gran precisión peleándose por ahí es algo que atrae. Pero aunque globalmente no es mala mala, hay momentos patéticos que restan puntos.

Uno de ellos es el principio, me parece bastante patético. Luego, como se verá en otros momentos de la película, en ocasiones hay situaciones similares a este principio lo que me parece algo absurdo e innecesario. En el spoiler hablaré de más "momentos".

A los actores el papel les va como anillo al dedo, por la inexpresividad de sus rostros. Se puede decir que pasa como Schwarzenegger en "Terminator" aunque en versión cutre. Pero en el cara a cara entre ambos se produce lo más rescatable de la película.

Para pasar el rato.

Vamos al spoiler:

¿Qué pasaría si al perder una persona pudieras chatear con ella, hablar con ella o incluso, ver como vuelve a la vida? Esta es la premisa del primer capítulo de la segunda temporada de la aclamada "Black Mirror". Ciertamente no se habla aquí de resurrecciones divinas o poderes mágico-diabólicos, sino de un software que analiza el comportamiento de las personas mediante las redes sociales para adoptar una personalidad que se acerque lo más posible a aquella que poseía dicha persona en la realidad.

El problema es el uso que hacen las personas de dichas redes. Muchas veces se da el caso de que las personas se comportan en Twitter, Facebook, etc. como realmente les gustaría ser y no como se les ve en la vida real. Es ahí en donde pone énfasis Charlie Brooker, en la diferencia entre la realidad física y la virtual de una persona adicta (prácticamente un autómata cuando está conectado) a las redes sociales y en cómo afecta a la pobre y desconsolada protagonistas a la que le cuesta, como es normal, asumir la realidad.

Realmente parece que es un episodio más suave que los que se pudieron contemplar en la primera temporada pero su dureza sigue presente teniendo en cuenta el concepto que se trata aunque más ligera, pero no por ello minimizando el resultado final ya que deja, a fin de cuentas, un buen sabor de boca.