Refleja fielmente las calamidades pasadas en los campos de concentración a través de lo relatado en el diario de Ana Frank. Imágenes muy duras pero hay que reflejarlas para que nadie olvide lo que pasó allí.

La narración original viene de la voz de Kenneth Branagh, en España no ha llegado oficialmente, así que nos tenemos que conformar con la versión original subtitulada.

Aclarar que no es ninguna película biográfica de Ana Frank, sino lo cometido en los campos de concentración.

Lo mejor: La perspectiva del documental.

Lo peor: La crueldad de algunas imágenes.

Aquí el sueño americano de éxito y tener la familia feliz, en muchas ocasiones, es motivo para arriesgarse en proyectos tentadores que pueden resultar mal. Ése es el caso de una pareja joven embarcada hacia sus anhelos de hijos, casa y dinero que deberán experimentar el horror de ir descubriendo situaciones de vida muy extrañas que se despliegan en ese complejo de viviendas privado llamado “La comunidad”.

Un episodio sin casi sangre, no hay morbosidades ni atrocidades. Sino que se desenvuelve en el campo del drama familiar combinado con el misterio que genera el ir experimentado sucesos extraños y el temor ante lo desconocido.

Telefilm basuresco estúpido soso y muy aburrido del señor Sullivan...otra basura más q añadir a su filmografía, que a excepción de 2001 es más que lamentable.

La falta de argumento, la calidad de los actores, el horror en general que desprende cada segundo de esta abominación merece un destino peor que el olvido.

Para ésta ocasión Ben Affleck ha intentado buscar a las masas, al gran público, colocando en el papel protagonista a un grupo de delincuentes de los bajos fondos, de esos que en cierta medida te acaban resultando simpáticos, porque han tenido una infancia muy dura y todas esas cosas. De todas maneras, el guión hace aguas, y aunque el concepto resulta interesante, tiene una serie de irregularidades de las que es difícil no sacar punta cuando te planteas algunas cosas sobre la historia. Además, el excesivo protagonismo de Ben Affleck, que prácticamente podría haber dirigido y protagonizado la película él solito con la ayuda de unas cuantas marionetas, termina haciéndose de lo más pesado. En parte porque el actor tiene unas líneas de diálogo que, en ocasiones, resultan eternas, y la película intenta ser trascendental, cuando en realidad no lo es tanto.

Por suerte, quedan algunos actores secundarios que aparecen y nos ofrecen un poco de interés añadido, como Chris Cooper o Jon Hamm, además del televisivo Titus Welliver, que también realiza un trabajo más que eficiente. En cuanto a Jeremy Renner, que tiene un papel bastante principal, no termina de convencer y le vemos un poco forzado desde el inicio de la historia.

El argumento es sumamente endeble, por ende esta propuesta FALLA rotundamente como alternativa de terror. E inclusive le falla al sentido común y a la lógica. Pues el guión se despliega repleto de absurdos y de sinsentidos, los cuales son prácticamente imposibles que ocurran en ningún lugar del mundo.

Pero claro, quieren arreglar todo al final con una vuelta de tuerca que nos deje con la boca abierta. Recurso bastante utilizado en estas pobrísimas alternativas que tienen muy poco de orquestación y de calidad desde el sustento narrativo.

Lo dicho, más que horror provoca risa o vergüenza de lo improvisada que es su trama, donde se narra un casamiento absolutamente inverosímil en sus alternativas, donde el desarrollo de personajes es calamitoso pues hay situaciones atadas con alambre y que se vienen abajo ante el más mínimo atisbo de querer analizarlas lógicamente.